Firmó bajo engaño gringo: No hubo deportación sino secuestro a El Salvador
Leandro José Hurtado llamó a su papá Dulmer el 28 de marzo, pero dos días después fue visto encerrado en el Cecot. Fotocaptura.

VEA / Yonaski Moreno
Las imágenes de su hijo en El Salvador tomaron por sorpresa a Dulmer Hurtado. Tan solo dos (2) días antes había conversado con Leandro José, quien le había contado aliviado y esperanzado, que había firmado su deportación a Venezuela, o al menos eso le dijeron las autoridades estadounidenses.
«Vi a mi hijo bajando del avión, lo llevaban con la cabeza agachada. Después lo vi cuando le estaban cortando el pelo», recuerda Dulmer. Los detalles de aquellos videos difundidos vía redes digitales lo acompañan diariamente.
También tiene muy presente una conversación que sostuvo con su hijo el 28 de marzo, en la que hasta ahora ha sido su última llamada. El joven de 27 años de edad, le dio lo que parecía una excelente noticia: Los jueces habían firmado su traslado a Venezuela, relató a Diario VEA.

Precisó que,en ese proceso, las autoridades estadounidenses pidieron a su hijo que firmara unos documentos que estaban en inglés. Leandro José Hurtado reveló a su familia, que aunque no entendía lo que decía el texto, los oficiales aseguraron que se trataba de su deportación a Venezuela. No era así.
«Lo hicieron firmar unos papeles en inglés, según para enviarlo para acá, para Venezuela. Lo engañaron. A muchos de los que estaban allá los hicieron firmar papeles de que venían para Venezuela y resulta que era para enviarlos a El Salvador», señaló Dulmer Hurtado, el jueves 10 de julio, desde la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ubicada en Altamira, estado Miranda, donde acudió para participar en una marcha con el fin de exigir la liberación de su muchacho y de los más de 200 secuestrados por Donald Trump y Nayib Bukele.
Expuso que su hijo no posee antecedentes penales en Venezuela, Estados Unidos o El Salvador. «Él es trabajador. Se fue buscando el sueño americano», señaló. Añadió que durante su estadía en el territorio norteamericano, su hijo se dedicaba a trabajos particulares en electricidad, plomería, albañilería, cortando árboles, o de delivery.
«Es un muchacho sano, trabajador, así como todos los muchachos que están allá, que se fueron y tuvieron la mala suerte de que los detuvieran injustamente y los mandaran para El Salvador», reafirmó.
Aunque la situación lo tiene muy angustiado, Dulmer mantiene la fe de que pronto podrá reencontrarse con su hijo. Asimismo, afirmó que confía plenamente en las gestiones que ha emprendido el Gobierno Bolivariano por la liberación de los 252 venezolanos secuestrados en El Salvador.
«Dios me le dé fortaleza, salud y protección. Nosotros aquí en Venezuela estamos haciendo todo lo posible, todas las diligencias con el gobierno, y el presidente Maduro empeñó su palabra y dijo que sí, que él los traía, y yo confío en eso», expresó.