Voló alto Pablo Characo, el soñador de las semillas soberanas de maíz

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En una ocasión presentó al presidente Maduro, un proyecto bajo un modelo de siembra sin químicos, para cuidar y preservar el ambiente. Foto Dateahivecino.

VEA / Carlos Batatin

Pablo Characo, agricultor oriundo de Guanape, estado Anzoátegui, siempre apostó a que los hombres del campo y de la ciudad unieran sus esfuerzos y conocimientos para la recuperación de semillas soberanas de maíz.

Su desaparición física registrada este martes 3 de agosto en su tierra natal, a causa de haberse contagiado de Covid-19, ha sido muy sentida en esa región oriental, donde sus manos siempre se mantuvieron al frente del rescate, conservación y la multiplicación de semillas, como eje fundamental para lograr la soberanía agroalimentaria.

Pablo Characo desarrolló una semilla de maíz, capaz de ser resistente a la sequía. El simiente lleva por nombre de Maíz Guanape MFE, en reconocimiento a la localidad donde se originó, mientras que las siglas son las iniciales de las comunidades orientales donde comenzó el mejoramiento de esta semilla: Médano, La Florida y La Escondida, contó en 2020 al portal Date ahí vecino.

En esa oportunidad explicó que este proyecto inició en 2010 en Guanape, para solventar un problema que se le presentaba a los campesinos: nunca tenían a tiempo la semilla para sembrarla. “Teníamos que esperar que llegara a la agrotienda y cuando llegaba a la agrotienda de nuestra comunidad ya era tarde, porque Guanape es una zona donde las lluvias son pocas y cuando lográbamos conseguir la semilla ya la lluvia había pasado. Nosotros allá trabajamos es con el invierno, no disponemos de un río que esté cerca, y mucho menos con los sistema de riego. Entonces viendo esa necesidad local que teníamos, decidimos buscar o mejorar una semilla que se adaptara a nuestras condiciones climáticas, condiciones económicas, sociales y culturales”, expresó.

En reseña publicada en el portal del Ministerio de Ciencia y Tecnología en octubre de 2019, se detalla  que participó en un encuentro realizado en el Palacio de Miraflores, en el cual le explicó al presidente Nicolás Maduro que un grupo de trabajadores rurales estaban aplicando procesos innovadores para el rescate y el mejoramiento de la semilla nacional de maíz amarillo, bajo un modelo de siembra sin químicos, de forma 100 % natural, con el fin de cuidar y preservar el ambiente.

En esa oportunidad, le argumentó al jefe de Estado que «Venezuela estaba en capacidad de abastecer a la población de semillas soberanas de papa, yuca y batata, rubros que se ubican entre los diez alimentos que más consume el pueblo». Ese día aprovechó su intervención y le presentó al presidente Maduro un proyecto para cristalizar esa propuesta.

De igual forma, para ese entonces detalló que los hombres que trabajan la tierra en Valle de Guanape, Puerto La Cruz y Barcelona, en Anzoátegui; Upata y San Félix, en Bolívar; Caucagua, en Miranda; Arenales, en Lara; Cumanacoa, en Sucre, habían logrado en forma artesanal el incremento de la producción, cuidando y preservando el ambiente.

Su identificación con la agricultura siempre estuvo presente. Su legado seguirá vivo en las manos de todos aquellos campesinos que día tras día hacen posible la multiplicación de la producción agrícola por hectárea.

Tu sueño lo haremos realidad

Que lamentable noticia el fallecimiento de Pablo Characo, de los campesinos comprometidos, valientes, que aún con crisis seguía trabajando, inventando, innovando; de los imprescindibles, de los que luchan toda la vida.

Campesino en toda la extensión de la palabra, el «hacedor» del maíz Guanape, el que sin mezquindad cultivó semillas y las repartió por el país para que se esparciera su proyecto «¡Sin maíz no hay país!».

Me contó un compañero que apenas el sábado murió su madre, y ayer él; qué triste. ¿Quién cobrará al capitalismo y sus intereses perversos, el que hayan esparcido esta malaya Covid 19?

Tanta gente buena muriendo, tanta gente oportuna, tanta gente para el «día de la paz» como dijere nuestro Libertador Simón Bolívar al enterarse de la muerte de Pedro León Torres.

Hoy te sembramos Pablo, como seguro sembraremos tu proyecto. Tomaremos tus sueños que son los nuestros y los haremos realidad.

¡Pablo vive!

Su proyecto «Sin maíz no hay país», sigue».

Ricci Mavare.

Productora, campesina, (desplazada), comunera.

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