Eugenia Russian

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A pesar de los esfuerzos de diálogo impulsados por el Gobierno Constitucional del Presidente Maduro con la oposición democrática y luego de los sucesos ocurridos después de las elecciones del 28 de julio del presente año, donde sectores extremistas opositores rechazaron la vía del diálogo y asumieron métodos violentos; la Asamblea Nacional llamó al pueblo venezolano a una consulta sobre la Ley Contra el Fascismo, Neofascismo y Otras Expresiones Similares. En este marco se realizó en Caracas durante los días 10 y 11 de septiembre el Congreso Mundial sobre el Fascismo, donde se abordaron diferentes temas en el contexto nacional y global.

Esta ley tiene como objeto que el Estado venezolano basado en el respeto a los derechos humanos, promueva y fortalezca la defensa y protección de la vida, la paz, la convivencia y la tranquilidad pública, previniendo y erradicando toda forma de odio y discriminación y protegiendo a la población venezolana del surgimiento de cualquier signo de tipo fascista, neofascista y otras formas similares.

Con la certeza de que el odio no se vence con más odio, ni la violencia con más violencia. Solo las manos que se entrelazan con otras manos, solo los hombros que se ofrecen a los debilitados, sóoo el amor incondicional nos permitirán gestar, en las palabras de Paulo Freire, una sociedad menos malvada, donde no sea tan difícil el amor.

Como comenta el Teólogo Leonardo Boff: Si queremos convivir y construir una sociedad mínimamente humana, debemos potenciar la fuerza de la positividad haciendo contrapunto a la fuerza de la negatividad. Es urgente desentrañar la luz, la tolerancia, la solidaridad, el cuidado y el amor a la verdad, que están arraigados en nuestra esencia humana.

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