Madre de secuestrado: Autoridades gringas reconocieron que mi hijo no es criminal y aún así lo enviaron al Cecot (Ver video)
Rosa González relató que su hijo Manuel Hernández se fue a EEUU buscando el llamado sueño americano y encontró una pesadilla. Foto Franklin Domínguez

VEA / Yuleidys Hernández Toledo
Desde el 18 de noviembre de 2024, cuando intentó ingresar a Estados Unidos (EEUU), por California, Manuel Hernández González quedó detenido en un centro de migración. Funcionarios de la nación yanqui le dijeron que debían investigar varios de los tatuajes que tiene el joven, para saber si estos arrojaban que pertenecía a la desmantelada banda criminal Tren de Aragua. Las averiguaciones arrojaron lo que su familia ya sabía: El muchacho oriundo de Panaquire, municipio Acevedo, estado Miranda, no es un criminal.
«En una oportunidad lo vio un juez y le dijo que no pertenecía a ninguna banda criminal; lo estaban asociando con el Tren de Aragua. El juez le dijo que la investigación estaba limpia, que no pertenecía a ninguna banda ni tenía antecedentes. Que tenía que esperar a su oficial del caso. En diciembre el oficial salió de vacaciones; al llegar en enero le dijo que no tenía delito pero que lo iban a deportar a México», relata a Diario VEA la madre del joven, Rosa González.
Desde la plaza Andrés Eloy Blanco, también conocida como plaza Lina Ron, ubicada adyacente a la sede de la Vicepresidencia de la República, donde acudió con un grupo de padres para ser atendidos por funcionarios de esa instancia, relató que pese a que las autoridades gringas sabían que Manuel Hernández González no era un criminal ni estaba asociado a ninguna banda, lo mantuvieron detenido durante tres (3) meses en un centro de migración en California. Luego lo trasladaron a otra prisión en Texas, durante semanas, hasta que el 15 de marzo de 2025 se lo llevaron de manera ilegal al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), junto a otras centenas de venezolanos.
El 29 de mayo de este año la madre contó a este medio, que estando detenido en Texas, a su hijo le dijeron que lo iban a deportar a Venezuela.
«Él nos llamó el 13 de marzo informándonos que lo esperáramos» que lo traerían para Venezuela, dice la madre, quien agrega que se quedaron esperándolo, porque su hijo terminó de manera ilegal en El Salvador. «Desde entonces hemos vivido momentos muy malos», pues toda la familia vive un calvario y una angustia constante, porque no sabe como se encuentra el joven.
Describe que reconoció a su hijo entre los venezolanos detenidos en la nación centroamericana, por «un pedacito de cara que se le veía en una foto» que circuló en redes digitales y medios internacionales. Al ver a su muchacho en esa prisión donde se cometen violaciones de derechos humanos, «me dio una crisis, me tiré al suelo llorando, desesperada, porque ya sabía que ese era un centro de terroristas», añade con dolor en la voz.
«Una madre cuando sabe que su hijo es inocente, reacciona así. Uno por su hijo hace lo que sea. Si un hijo anda en algo malo, uno también tiene que reconocerlo, ayudarlo; pero mi hijo siempre ha sido un muchacho trabajador. Aquí en Venezuela era mecánico (…) Mi hijo es inocente», reafirma con fuerza, en medio de la tristeza que la embarga por la ausencia de su muchacho.
Se fue como otros jóvenes, buscando el «sueño americano«
Como otros miles de jóvenes, Manuel Hernández González se dejó cautivar por el llamado «sueño americano», ese que tanto venden en las películas y series gringas, donde ponen a EEUU como el «país de las maravillas»; pero en ningún momento dicen que es el único lugar del mundo donde las armas civiles superan en número a su población. Según un informe de 2022 de la organización suiza Small Arms Survey (SAS), hay 120,5 armas de fuego por cada 100 estadounidenses. Las series y películas tampoco muestran que la «tierra del Tío Sam» está señalada como la mayor consumidora de drogas en el mundo.
Buscando «un mejor futuro», Manuel, junto con su pareja, realizaron la travesía por el Darién, la selva que conecta Colombia con Panamá, y que al menos hasta 2024, fue muy publicitada por medios y políticos de la derecha. Después de pasar por varios países centroamericanos, llegó a México; en noviembre de 2024 tenían la cita para ingresar a suelo yanqui. Él quedó detenido de inmediato. Ella pudo seguir hasta Chicago, donde se encuentra actualmente.
Antes de tomar el camino por el Darién, Manuel Hernández estuvo durante dos (2) años en Colombia, país donde tenía una situación estable. En suelo neogranadino, aprendió la labor de ebanista. Laboró haciendo «camas decorativas, desarrolló eso, esa parte de tapizado, ebanista».
Agrega que a su hijo siempre le ha gustado trabajar desde muy pequeño.
Incluso, el joven tiene una pequeña haciendita de cacao que le legó su abuela a los 14 años, «para que no inventara lo malo, decía mi mamá. Mi hijo sabe de agricultura».
Hijo, resiste
A su hijo le dice que «resista en ese lugar horrible que lo mandaron. Todos sabemos que eres inocente. En la ciudad donde vivimos, Panaquire, todos claman por su libertad, oran todos los días, y dan fe que ha sido un muchacho trabajador y honesto», agrega.
Pide a los presidentes de los regímenes de Estados Unidos y El Salvador, Donald Trump y Nayib Bukele, respectivamente, que le devuelvan a su hijo, «y a todos esos inocentes».