Madre de secuestrado en El Salvador: Me preocupa la salud de mi hijo, él tiene casi pérdida de audición y gastritis
La angustia la transmite María Zulay Vengas, al contar la historia de su hijo José Alfredo Bastidas Venegas. Fotos Zulay Venegas

VEA / Yuleidys Hernández Toledo
José Alfredo Bastidas Venegas agarró su ropa y junto con ella se llevó varios sueños en el morral, entre esos, trabajar duramente para ganar dinero y ayudar a su mamá, a su hijo y a su familia. Con esa meta partió desde Guanare, capital del estado Portuguesa, junto con un grupo de amigos, rumbo hacia la travesía del Darién, selva que atraviesa Colombia y Panamá, el objetivo último llegar a Estados Unidos, EEUU, y vivir el mal llamado «sueño americano».
Intentó entrar a la nación yanqui a través de una cita del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos, conocida por sus siglas ICE. La anhelada meta acabó el 03 de agosto de 2024 cuando quedó detenido en un centro de inmigración en Texas. Ahí comenzaría su pesadilla y la de su madre, María Zulay Venegas, pues el joven, junto a otros 251 venezolanos terminó recluido desde el 16 de marzo en el Centro de Confinamiento del Terrorismo, Cecot, una prisión de máxima seguridad ubicada en El Salvador.
La historia la relata a Diario VEA, a través de llamada vía WhatsApp, la madre del joven, quien manifiesta su preocupación por el estado de salud del joven, pues da a conocer que tiene problemas en un oído; así como otra patología médica.
«Él necesitaba una operación de un oído, nunca lo pudimos hacer porque no teníamos los recursos. También había que operarle las amígdalas y adenoides (…). Había que hacerle un poco de exámenes (…) Por falta de recursos nunca se operó. Él tiene ‘tímpano del oído hueco’, casi de perder la audición. También sufre de gastritis», manifiesta.
«Eso me preocupa. ¿Cómo estará mi hijo de salud?», se pregunta con angustia en la voz.
Se fue para ayudar a su familia
En medio del dolor que atraviesa no pierde la fe, y confía en que Dios hará el milagro que su «toñeco», como lo llama, es decir su «consentido» estará de vuelta en casa.
«Mi hijo se fue por el famoso sueño americano, para ayudarnos. Él me dijo: ‘Mamá, yo me voy, porque yo te voy a ayudar desde allá. Voy a ayudar a mi hijo’. Él tiene un hijo de dos años, está separado de su pareja (…) Él se fue para eso para prosperar para echar pa’lante, invertir y luego venirse», relata la madre, quien en reiteradas oportunidades indica que el joven no es miembro de ninguna banda criminal.
Desde el día que quedó detenido, ella más nunca pudo conversar con José Alfredo. Sabía de él, gracias a su otro hijo que está en Estados Unidos desde hace tiempo, y con quien el joven mantuvo comunicación. Sin embargo el traslado ilegal del muchacho hacia El Salvador lo conoció por los amigos con los que se fue, y quienes si están en suelo gringo, trabajando para ayudar a sus respectivas familias.
Luego de ello leyó el nombre de su hijo en la lista que difundieron portales web estadounidenses con los datosde los venezolanos trasladado de manera ilegal a la prisión ubicada en Tecoluca. «Mi hijo está en la lista de número 11», asegura.
Dio a conocer que por los amigos de José Alfredo conoció que parte del tiempo que estuvo detenido en la prisión gringa, cortó cabello a otros privados de libertad. «Mi hijo sabe cortar cabello, afeitaba y los muchachos ahí le pagaban con galletas, golosinas».
Preocupada por su otro hijo que reside en EEUU
Sobre su otro hijo que reside en EEUU, acota que está bien; solo que no pueden trabajar tranquilo, porque está el temor que lo deporten. «Él se quiere regresar; pero quiere esperar la liberación del hermano, por si uno necesita dinero» para seguir la lucha por José Alfredo.
«Me da temor también que lo agarren y también me lo manden para El Salvador», confiesa. Luego añade, «él dijo que se iba a venir; pero no sé».
Te extraño y te amo hijo
Si José Alfredo pudiese escucharla o leer esta entrevista, la señora María Zulay Venegas manifiesta que lo que quiere decirle es: «Te amo mucho. Te extraño hijo. Estoy orando para que todo se resuelva pronto».
«Deseo tenerlo aquí en mi casa y no dejarlo salir más nunca», manifiesta con la voz cargada de llanto.
Agrega aún con el sonido del llanto presente que José Alfredo Bastidas «es mi toñeco, es el más pequeño». Precisa que ella tiene cuatro (4) hijos.
Cuenta que su hijo siempre vivió en Guanare y cuando partió del hogar fue deseando trabajar para ayudar a su familia.
«Mi hijo estudió aquí, sacó el bachillerato, no quiso seguir en la universidad por situación país, entonces se dedicó a trabajar con el papá, quien es albañil, a sembrar caña», relata.
Dando la pelea
Al igual que otras madres, María Venegas, está dedicando sus días a luchar para lograr la liberación de su retoño. Para ello ha asistido a varias reuniones en Caracas en la sede de la vicepresidencia de la República. Ha estado en varias manifestaciones ante la sede de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, ubicada en Chacao, estado Miranda. Comenta que ha recibido llamadas de la Cruz Roja Internacional, organismo que también está apoyando.
Señaló que los organismos internacionales hasta ahora solo le han solicitado los datos de su hijo y los de ella.
Esperanzada por el regreso de su hijo
El rescate de Maikelys Espinoza Bernal, la bebé de dos (2) años que estuvo retenida de manera ilegal por el gobierno yanqui le da esperanza que su hijo volverá a casa.
«Ver a Maikelys fue una emoción muy grande», expresó con alegría. De inmediato comentó que ella fue una de las miles de personas que el 1° de mayo marcho por las calles de la Gran Caracas para exigir el regreso de la menor.
Manifestó su deseo de poder recibir pronto «a mi muchacho».
Maikelys Antonella Espinoza Bernal se encuentra desde el miércoles 14 de mayo en los brazos de su madre, Yorelys Bernal, luego que el gobierno nacional que lidera el jefe de Estado, Nicolás Maduro, lograra el rescate de la pequeña.
La niña fue separada de sus padres, Yorelys Bernal y Maiker Espinoza, el 14 de mayo de 2024, cuando ellos ingresaron a Estados Unidos y se entregaron a inmigración. Desde ahí comenzó el padecimiento de la familia, pues la joven pareja pasó a estar en una prisión; mientras que la menor fue ubicada en tres (3) hogares temporales. La madre fue deportada a Venezuela en abril de este año y traída en un vuelo del Plan Vuelta a la Patria, sin su retoño; mientras que el padre fue enviado primero a Guantánamo y luego al Cecot.
Gracias a mis vecinos por el apoyo
La señora María Zulay Venegas dedicó unos minutos de la conversación para expresar su agradecimiento a sus vecinos y vecinas de la parroquia Quebrada de La Virgen, lugar donde reside, pues en el difícil momento que atraviesa ella y su familia la han estado apoyando.
«Mis vecinos me han ayudado mucho en consejos, reflexión, oraciones por todos lados, evangélicos, católicos, Testigos de Jehová. Muchas oraciones hemos hecho nosotros acá. Siempre me dan una palabra de aliento, me dicen: ‘tranquila, que regresa, él va a regresar, no pierda la fe, los van a traer'», comenta, al tiempo que adiciona que en Guanare se han realizado marcha para exigir la liberación de los venezolanos recluidos de manera ilegal en El Salvador.
Trump y Bukele cometen acto de injusticias
La madre quien reside en Guanare, también dedicó unas palabras a los presidentes de Estados Unidos y El Salvador, Donald Trump y Nayib Bukele, respectivamente, a quienes acusó de estar cometiendo actos de injusticias contra los venezolanos secuestrados.
Desde su fe cristiana, les dice: «Que Dios los perdone por lo que están haciendo contra jóvenes inocentes».
Específicamente a Bukele le manifestó que se ponga la mano en el corazón, «porque así como él tiene su familia, nosotros queremos tener la nuestra con nosotros».
No emigren a EEUU
A los jóvenes que aún piensan en migrar a los Estados Unidos les aconsejan que «no comentan ese error. (…) No se vayan a Estados Unidos, porque ese presidente que está allá en Estados Unidos, creo que no está en sus cabales. Eso que está haciendo no es normal», en referencia a la persecución contra los migrantes, entre ellos contra los venezolanos.
También indicó: «No se vayan de su país».
Confiada en Dios que el rescate se logrará
Tras reiterar que es católica, reafirma que tiene las esperanzas y su fe puesta en Dios, que su hijo regresará. Expresa que confía en que el Gobierno nacional logrará traer a los muchachos retenidos ilegalmente en El Salvador.
También da un voto de confianza a las organizaciones de derechos humanos en Estados Unidos que han manifestado su apoyo a la lucha por lograr la liberación de los venezolanos secuestrados por Trump y Bukele.
En lo personal señala que el único recurso con el que cuenta para lograr el rescate de José Alfredo es la fe en las oraciones, en Dios.