Maduro llama a seguir combatiendo a los «enchufados» que «le chupan la sangre al pueblo»
Instruyó a mantener la batalla contra la corrupción y el burocratismo. Foto Prensa Presidencial
VEA / Yuleidys Hernández Toledo
El jefe de Estado, Nicolás Maduro, llamó este miércoles 2 de octubre a seguir «combatiendo el burocratismo, la corrupción, los enchufados que se enchufan aquí, allá, para chuparle la sangre al pueblo».
Durante una inspección a la planta laminadora de cabillas del Complejo Siderúrgico Nacional, ubicado en La Yaguara, Caracas, el Mandatario nacional destacó la fortaleza del poder popular para enfrentar las Medidas Coercitivas Unilaterales y trabajar en la recuperación económica del país.
En ese marco insistió en lo que se ha convertido en su premisa, recuperar y transformar lo que haya que transformar para que el país siga por la senda del desarrollo y crecimiento económico, y mejoras en el bienestar social de la población.
«Recuperar nuestra patria en cada espacio, en cada barrio, en cada comuna, recuperar y transformar. Cambiando todo lo que hay que cambiar», reiteró.
En la actividad que duró una hora y 13 minutos, indicó “necesitamos integrarnos cada vez más, unirnos, organizarnos cada vez más, para hacernos más productivos».
Luego de anunciar que las condiciones están dadas para reactivar la construcción del Complejo Siderúrgico Nacional José Ignacio Abreu de Lima, ubicado en Guayana, con una capacidad para producir 1 millón 550 mil toneladas de acero líquido, también exhortó al empresariado nacional en el tema de las inversiones y así se pueda sumar capital y esfuerzos para construir el nuevo complejo siderúrgico, iniciativa en la que se combine el trabajo del Estado, la clase obrera y el empresariado nacional.
Maduro, quien durante la actividad realizó varios contactos satelitales para constatar avances en la producción industrial y mineral del país, instruyó «incrementar todas las asociaciones para que Venezuela pueda llevar al máximo nivel su desarrollo minero».
«Fue el empeño de Isaías Medina Angarita de industrializar Venezuela y fue el empeño también de Marcos Pérez Jiménez, tenemos que decirlo, en justicia. Empeño, durante mucho tiempo y lo rescató el Comandante Hugo Chávez; y ahora nosotros, con las sanciones criminales, el bloqueo, la persecución y la guerra económica. Tratando de hacernos un mal, un daño, que nos lo hicieron socialmente, al final se volteó y nos hicieron un bien, porque nos pusimos a trabajar, a producir en serio y ahora Venezuela no la para nadie. Nosotros vamos a la construcción de una economía robusta, productiva, propia, independiente, sana», remarcó.
«Hemos aprendido a hacer muchísimo con poco», recordó, al tiempo que llamó a seguir avanzando en la construcción de la Venezuela Potencia.
En la actividad acompañaron al Jefe de Estado el coronel David Parada, presidente del Complejo Siderúrgico; el presidente de Fedeinsdutria, Orlando Camacho; Luiggi Pizzeli, de Conindustria; el presidente del instituto de minería de Nueva Esparta, Ramón Fernández; y el ministro del Poder Popular para el Proceso Social de Trabajo, Eduardo Piñate.
Sr. Presidente, le envio un fraternal y revolucionario saludo. Aprovecho la ocasión para sugerir meterle la lupa a algunos funcionarios del SENIAT en la región insular y nororiental. ¿Cómo es posible que retengan documentos y solvencias para cobrar una gran cantidad de dinero para entregarlos? Caso concreto en la región insular: cobran el llenado de la planilla de sucesiones (la cual es digital pero muchas personas no saben llenarla) 200 dolares por cada bien declarado, la solvencia la entregan en 48 horas siempre y cuando se cancele hasta 3000 dolares. De lo contrario deberá el contribuyente esperar años para su entrega. En la división de licores la solvencia para las etiquetas de licor importado o nacional si no paga hasta 5000 dolares no la entregan en el tiempo estipulado. Igualmente en la región nororiental los funcionarios de fiscalizacion retienen solvencias y documentos a cambio de un pago en dólares para su entrega. Hago esta denuncia ya que me tocó pagar en la isla de Margarita 1000 dólares por una solvencia de sucesiones y en Barcelona 500 dólares por una solvencia por un cierre definitivo de actividad económica de una pequeña empresa que tuve.