Miraflores lloró de alegría: Maikelys conmovió al Palacio Presidencial (Ver video)
La llegada de Maikelys Antonella Espinoza Bernal, reiteró que la emoción no respeta cargos ni nombres. Fotoscaptura.

VEA
Todo fue muy rápido. Cuestión de segundos, tal vez. Risas, sonrisas y lágrimas fueron un mismo ente, poco después de mediodía del miércoles 14 de mayo en el Palacio de Miraflores, centro del Poder Ejecutivo en la República Bolivariana de Venezuela.
El motivo de la amalgama de sentimientos, lo impulsaba la quieta pero esperada presencia de Maikelys Antonella Espinoza Bernal, la beba de dos (2) años que minutos antes había pisado suelo patrio en al Aeropuerto Internacional de Maiquetía tras el rescate del que fue centro a través de la Gran Misión Vuelta a la Patria, luego de haber sido secuestrada por el imperialismo durante el último año, como parte de las torturas que a su familia migrante infligió la aberrante estructura policíaca reinante en Estados Unidos. De hecho, su padre, Maiker Espinoza, sigue incauto en las mazmorras del Centro de Confinamiento al Terrorismo, en El Salvador, país al que fue enviado por Donald Trump, en marzo pasado.
Raida, su abuela; Yorelis, su joven madre, y su nuevo abuelo, Nicolás Maduro Moros, integraban parte de la comitiva que aguardaba la llegada de la pequeña compatriota, quien ingresó en brazos de quien también es ahora su nueva abuela: Cilia Flores, la Primera Combatiente, que la recibió en el principal terminal aéreo del país.
Ciertamente, el llanto emocionado de Raida Inciarte y Yorelis Bernal quedará en las páginas patrias de la historia criolla como símbolo de fe, pero también como prueba de heroísmo, persistencia y resistencia familiar, dispuesta a no bajar los brazos jamás, cuando de causas justas se trata.
En cuanto a lo inevitable, pues, inevitable fue: un Nicolás Maduro obviamente satisfecho ante la misión cumplida pero igualmente conmocionado ante la escena en la que, prontamente, pasó a ser protagonista no solo por su condición de jefe de la operación desarrollada para la recuperación de la bebé, sino por la lógica y comprensible humedad que por momentos se apoderó de sus ojos. El sentimiento, en cualquiera de sus presentaciones, no respeta cargos ni apariencias cuando decida brotar. El siguiente video se expresa por sí solo.