Padre de secuestrado: Mi hijo estaba seguro que no lo regresarían a Venezuela porque nunca firmó ninguna deportación

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Nelson Mendoza no conoce el estado en el que se encuentra su hijo desde el 14 de marzo, día en que sostuvieron la última conversación antes de ser llevado ilegalmente a El Salvador. Fotos Franklin Domínguez / Internet

Padre de secuestrado Mi hijo estaba seguro que no lo regresarían a Venezuela porque nunca firmó ninguna deportación

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

El 14 de marzo de 2025, a las 11:00 de la mañana, fue la última vez que el señor Nelson Mendoza conversó con su hijo Jean Claude Mendoza. Ese día, el joven le comunicó desde el centro de inmigración donde estaba detenido que él no creía en esa versión que le daban oficiales gringos, que sería enviado de regreso a su país natal. «Mi hijo estaba seguro que no venía para Venezuela porque él no haba firmado ninguna deportación».

El testimonio lo contó a Diario VEA, en abril de este año, el señor Nelson Mendoza en una de las concentraciones que han protagonizado los familiates de los secuestrados frente a la sede de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, ubicada en Chacao, estado Miranda, para exigir la liberación de los 252 venezolanos retenidos de manera ilegal en el Centro de Confinamiento del Terrorismo, Cecot, una prisión de máxima seguridad ubicada en El Salvador.

«Desde ese día no sabemos nada, absolutamente nada de él», manifiesta Nelson Mendoza; mientras al fondo familiares de Jean Claude despliegan una pantalla exigiendo libertad para el joven.

Su hijo de 36 años quedó detenido el 13 de enero de 2025 cuando ingresó a Estados Unidos. Ese día era su cita en El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas yanqui, organismo conocido por sus siglas en inglés como ICE, describe.

«Mi hijo tenía una cita en ICE, espero su cita, entró el 13 y nunca salió del centro de detención. Él estuvo dos meses en el centro de detención (…)«, indica. Dio a conocer que estando detenido al joven le hicieron la primera corte, «que es donde supuestamente le leen los derechos constitucionales, los derechos de allá».

Nelson Mendoza quien es abogado de profesión, agrega, que llegó el 20 de enero, día en que Donald Trump asumió como presidente de ese país, y «ahí se complicó todo» para los migrantes.

De inmediato enfatiza, que desde el 14 de marzo no sabe en que condiciones se encuentra su hijo.

«Él nunca salió del centro de inmigración, él entró por su cita, quedó en el centro de inmigración, quedó siempre allí, y no entró de forma ilegal, él entro por una cita», reitera.

En más de una oportunidad a lo largo de la conversación enfatiza que su hijo no ha cometido delito y tampoco es miembro de ninguna banda criminal, como pretende hacer creer Estados Unidos.

En conversaciones con este portal indica que no era la primera vez que su hijo migraba. En 2017 se fue para Panamá, nación donde estuvo viviendo por un período de cinco (5) años. «Él tiene residencia panameña se vino en el 2023, duró un año acá», hasta que decidió irse a Estados Unidos, el motivo, «situación país. Como muchos jóvenes optó por irse».

Les violaron los derechos humanos, civiles

De inmediato pide al gobierno de El Salvador, que dirige Nayib Bukele, que «encarecidamente se ponga la mano en el corazón» y libere a los venezolanos retenidos en esa nación. Agrega que el mandatario de la nación centroamericana debería ajustarse a las leyes y actuar conforme al derecho, lo que implica permitir que los jóvenes tengan acceso al debido proceso, a la defensa, a hablar con sus abogados.

Denuncia que la primera injusticia y el primer delito lo cometió el estado de Texas, Estados Unidos, «porque ahí fue donde le privaron sus derechos de migrantes, constitucionales, civiles, humanos».

Ante ello, a su juicio se debe introducir un habeas corpus en Texas, porque reitera, «ahí es donde se le violaron» los derechos a los migrantes venezolanos. Agrega que la mayoría de los deportados de manera ilegal a El Salvador estuvieron recluidos en prisiones ubicadas en ese estado gringo.

«Ahí se le violaron los derechos a los muchachos. Le violaron el derecho al migrante, los derechos civiles, humanos», remarca.

Preocupado por su hijo

Nelson Mendoza manifiesta la preocupación adicional que siente por el estado de salud que pueda presentar su hijo Jean Claude, pues explica que el joven «es asmático, tiene una hernia discal, una hernia hiatal».

Hablando como padre; pero también como abogado relata que en la prisión de El Salvador a sus hijos y a los otros venezolanos les están violando el debido proceso, los derechos humanos, civiles, y también «el reglamento Mandela». Argumenta sobre esto último: «Ellos tienen derechos independientemente que estén privados de libertad a no estar en esa cárcel, en esas mazmorras. Esos muchachos están 24 horas donde no ven la luz de sol, no tienen recreación no comen proteína, no sabemos si son atendidos en su salud».

Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, conocido como Reglamento Mandela,  son una serie de lineamientos conformados por la Organización de las Naciones Unidas, y que tiene como objetivo que se aplique en los establecimientos penitenciarios y a todas las personas privadas de libertad. Estas reglas establecen los estándares mínimos para el tratamiento de los reclusos y la gestión de los centros penitenciarios. 

En su regla 1, que puede ser leído en la web de la ONU, dice: «Todos los reclusos serán tratados con el respeto que merecen su dignidad y valor intrínsecos en cuanto seres humanos. Ningún recluso será sometido a tortura ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, contra los cuales se habrá de proteger a todos los reclusos, y no podrá invocarse ninguna circunstancia como justificación en contrario. Se velará en todo momento por la seguridad de los reclusos, el personal, los proveedores de servicios y los visitantes».

Mi hijo donde está sabe que estoy luchando por él

Nelson Mendoza comenta que su hijo, allá en El Salvador, donde está retenido de manera ilegal sabe que él está luchando por él, porque sus hijos siempre han contado con su apoyo.

«Él me conoce, él sabe que sus familiares: Su hermano, su madre, y yo como padre, que soy abogado, él sabe que yo estoy luchando», manifiesta.

De manera directa dirigiéndose a su hijo exclama como amor de padre: «Estamos luchando papa».

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