Ildegar Gil

Estoy convencido, y nada ni nadie modificará mi posición, que el inclemente e ilegal ataque económico (a través de las medidas coercitivas y la persecución) del imperialismo contra la República Bolivariana de Venezuela, y claro está, contra la Revolución Bolivariana, ha surtido efectos que van más allá de lo estrictamente monetario o financiero, en lo macro. Toca o roza también, en lo que llaman aguas abajo (entiéndase, nosotros, el pueblo), valores o desvalores que muestran su rostro de una u otra forma según su solidez.

La solidaridad entre quienes creemos en este valor, se planta como tesoro en el baúl, pero, altamente preocupante, también la mezquindad, el egoísmo, el ventajismo y, en fin, todo lo que se pueda resumir en individualismo afila sus garras y -muy obviamente-, se alimenta del sufrimiento ajeno que en ocasiones no es tan ajeno, porque lacera hasta a la propia familia de quienes practican tal aberración.

Nada de ello es de extrañar. El imperialismo, sí: ese que ya mencionamos, sabe que funciona así. Lo ha aplicado contra otros pueblos. Sus diabólicos y experimentados cálculos, como lo demuestra la historia y su deshumanizado proceder (el del imperialismo), están concebidos para que tal resultado cumpla con las «exigencias» mínimas. En fin, quien siempre ha justificado su permanencia en esta dimensión sobre la base de la estafa, en cualquiera de sus órdenes, duplicará y triplicará su accionar a costa de quienes -también por formación- harán igual con la honestidad, entre otras cosas porque es lo que saben hacer. ¡He allí donde se presenta el calvario! porque como es fácilmente observable, la lucha tiende a ser desigual. Muy desigual.

Sería neciamente ingenuo y, hasta casi imperdonable, vendarse la conciencia para no percatarse de que la Patria, nuestra Patria, atraviesa ese putrefacto vendaval. El propio presidente, Nicolás Maduro, fustiga constantemente esta perversa conducta, al tiempo que convoca al rescate de una civilidad que por la misma causa está cada vez más agujereada.

En la parroquia Caricuao, Caracas, está pasando «algo». Por norma, no me hago eco de hechos de dudoso origen. En este caso, ese «algo» está muy bien sustentado. Lo tengo de primera mano. Me abstendré, por ahora, de revelar identidades, pues, lo menos que deseo es alertar a los y a las protagonistas del espantoso entuerto y menos aún de entorpecer las investigaciones que acometan (deben hacerlo) las instancias correspondientes. Pero en Caricuao y en el rincón que sea, hay que drenar de fondo el lodazal erigido a partir del «fenómeno» descrito al inicio.

Extirpar de raíz grupúsculos que se nutren del poder mal ejercido, es una necesidad imperante. Ese poder, como lo demostró el Comandante Hugo Chávez, como lo hizo Simón Bolívar en su oportunidad y como lo han ejercido mujeres y hombres en diferentes latitudes, debe ser administrado al servicio de quien lo facilitó y no en su contra porque, téngase muy claro, quienes ostentan algún nivel de dirección o coordinación, están allí es para servir y no para oprimir. Hay que recordárselo cada día y cada segundo.

Ser familia de fulano, tener el apellido de fulano, amigo de fulano y hasta echarse los palos con fulano, no es patente para chantajear la entrega de la bolsa CLAP u otros servicios públicos, alardear con guardaespaldas y vehículos, que en Caricuao o cualquier otra zona popular del país, sirva para ser peor que quienes en la Cuarta República convirtieron en añicos las esperanzas de toda la nación. Es mucho lo que está en juego con podredumbres como estas. Cada quien que asuma su responsabilidad.

¡Chávez vive… la lucha sigue!

4 pensamientos sobre “¡Peligro! Sucede en Caricuao: hay que combatirlo

  1. 100% de acuerdo. Lo que está ocurriendo en Caricuao se repite en otras parroquias de Ccs. El nepotismo y el amiguismo deben se erradicados. La corrupción que muchas veces es obvia porque la ostentación la visibiliza hay que investigarla. El Partido debe ser más diligente, el «dejar hacer, dejar pasar», está coadyuvando a que nuestra militancia pierda la confianza, tanto en el Partido como en el gobierno.

  2. Hola es muy lamentable que utilices este medio sino vives en Caricuao y la verdad a medias es también un delito, yo viví en Caricuao desde hace 52 años llegue aquí a la edad de 3 años y que no he visto y vivido en mi parroquia y es muy lamentable que grupos que se digan ser revolucionario lo que son es ladrones esa señora que se llama Zenaida con su grupo siempre han tenido actitudes y aptitudes contra revolucionarias si es periodista usted investigue pues ayuda a dos y tres personas para tapar todo las cosas deshonestas que hacho critica y tiene a su familia en diferentes cargos y donde hay pues ella esta me parece que usted la verdad no la muestra tal y como es aquí existen grupos amponiles que precisamente no es el Ema de Caricuao a mi jucio y el de mi comunidad ha hecho un buen trabajo y esas señora siempre se comporta así lo es mas investigue usted periodismo de investigación haga sino no sirve para escribir

    1. Saludos. Dejo constancia de que es usted quien está mostrando nombres de personas y organizaciones. En mi escrito, no lo hago. Por lo tanto, no puede usted saber cuál es el caso específico al que me refiero y, en consecuencia, mucho menos evaluar mi planteamiento. Espero que nos una el ánimo de que las cosas se hagan como debe ser a favor de todas y todos.

  3. Con respecto al tema explicado por la Sra Belkis hay que acotar que lo ocurrido en esa comunidad es algo que ocurre en toda la parroquia y el pueblo es maltratado por exigir sus derechos económicos, porque hay que también dejar en claro que el pueblo le paga al EMA por el servicio que ofrece porque en el costo a pagar se le agrega pago de los caleteros, pago del transporte y los gastos administrativos, el pueblo está pagando Sres! no es para nada un acto de voluntariado y por cierto muy mal servicio el que ofrece el EMA, hay comunidades que no ha llegado nada desde Diciembre y pagaron, dónde está el dinero? Multipliquen 8.30 por 50mil y entenderán quien le compro la camioneta que tiene y quién le paga a esos menores de edad que usan para ir y amenazar a una comunidad sometiendo a maltrato psicológico a niños, niñas, adolescentes y cometiendo delito de alteración al orden público en presencia, acompañamiento e instigación por parte de un funcionario público, quien perjudica a quien? ¿La Sra Zenaida y Jefa de comunidad que sólo exigían los derechos económicos de su comunidad? o ¿la actitud de la Jefa del EMA llevando más de 15 personas de dudosa procedencia, pegando gritos en plena calle, dónde ella ni siquiera vive en esa comunidad?, ese pueblo merece un aplauso y respeto porque se comportaron de una manera ejemplar y ahora hasta de mona tildan a la Sra Zenaida en un claro acto de discriminación y los revolucionarios estamos claro de dónde siempre han venido esos tratos despectivos hacia nuestros hermanos afrodescendientes porque así le decían a nuestro Comandante, a nuestro querido Aristóbulo y hasta la misma Vicepresidenta ha recibido este mismo trato, sólo esperamos haya justicia

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