¡Repiten la fórmula! EEUU presiona a países de la OEA para que se pronuncien contra Cuba
El método fue aplicado para conformar el Grupo de Lima, desde el que se agredió a Venezuela, dijo el canciller Arreaza. Imagen Internet.
VEA/ Yonaski Moreno
El Departamento de Estado de Estados Unidos (EEUU) ejerce presión sobre gobiernos de un grupo de países de la Organización de Estados Americanos (OEA), para que se sumen a una declaración conjunta sobre Cuba, respecto a los disturbios que tuvieron lugar en la Mayor de las Antillas el pasado 11 de julio, a pesar de que la isla caribeña no forma parte de la mencionada organización.
La situación fue denunciada por el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, quien publicó en su cuenta Twitter el texto redactado por el Departamento de Estado. En su mensaje, Rodríguez llamó al secretario de Estado de la nación norteamericana, Antony Blinken, a que reconozca o desmienta la autenticidad del documento.
El texto, redactado en los idiomas español e inglés, señala que los ministros de Relaciones Exteriores condenan “los arrestos y detenciones masivas de los manifestantes en Cuba y llamamos al gobierno a respetar los derechos y libertades del pueblo cubano y la libertad de información de todos los cubanos”.
Al respecto, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, destacó que el método que pretende ejecutar el gobierno estadounidense contra el pueblo cubano desde la OEA, es conocido en Venezuela, pues asegura, que de este mismo modo fue conformándose el autodenominado Grupo de Lima, desde el cual se agredía a la nación bolivariana.
El pasado 13 de julio, el canciller cubano acusó a Washington de implementar una «operación comunicacional de alta envergadura» para movilizar a los ciudadanos, aprovechándose de la situación actual del coronavirus.
Añadió que el gobierno de EEUU hizo «uso impúdico, obsceno, de la mentira, la calumnia, la manipulación de datos» con el objetivo «de movilizar, convocar, incitar y manipular a las personas» para que realizaran disturbios.
Añadió que las manifestaciones llevadas a cabo el pasado 11 de julio en Cuba, se trataron de «desórdenes en una escala muy limitada», en la que estuvo «implicado directamente» el gobierno de EEUU, a través de una campaña mediática en Twitter, que contó con recursos multimillonarios, laboratorios y plataformas tecnológicas instaladas en la nación norteamericana.
