¿Robar niños venezolanos «legalmente» es el nuevo plan de EEUU? (Ver video)
El régimen de Donald Trump debe aclarar porqué mantiene en su país a la niña, Maikelys Antonella Espinoza Bernal, de apenas 2 años de edad (hija de Yorelis Bernal), no obstante haber expedido un documento de deportación a nombre de la infante. Fotos cortesía familia Espinoza Bernal.

VEA / Yuleidys Hernández Toledo
En las últimas horas fue difundido un documento que deja en evidencia que el régimen de Donald Trump, emitió una orden de deportación, con fecha 23 de abril de 2025, a nombre de Maikelys Antonella Espinoza Bernal, la menor de dos (2) años, hija de Yorelis Bernal, esta última migrante venezolana repatriada el viernes 25 de abril a través del Plan Vuelta a la Patria, luego de estar casi un año en una prisión gringa. A pesar del certificado que le fue entregado a la mamá de la menor, antes de ser enviada a suelo venezolano, la pequeña jamás le fue devuelta.
El documento fue presentado por Yorelis Bernal en un video difundido el sábado 26 de abril por el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, a través de su cuenta en la red digital Instagram.

En dicho certificado se lee el nombre del Departamento de Seguridad Nacional, el del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (U.S. Immigration and Customs Enforcement), conocido por su siglas en inglés, ICE. No está claro si la primera institución se dirige a la segunda; lo que sí queda en evidencia es el nombre de la infante, acompañado del mensaje que indica que la menor será expulsada de suelo yanqui a Venezuela.
«Esta carta es para informarle que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) lo expulsará a Venezuela», reza el texto, en referencia a Maikelys Antonella Espinoza Bernal.
La bebé nunca fue devuelta a su madre, tampoco ha sido enviada a Venezuela.
La noche del sábado 26 de abril, el Departamento de Seguridad Nacional Estadounidense, a través de su cuenta en la red digital X, admitía el robo y que la menor sigue en suelo yanqui.
Después de acusar al padre de la pequeña, Maiker Espinoza Escalona de ser supuestamente miembro del Tren de Aragua, una banda criminal completamente desmantelada en Venezuela, y a su madre, Yorelis Bernal Inciarte de presuntamente «supervisar el reclutamiento de mujeres jóvenes para el narcotráfico y la prostitución», el organismo dirigido por Kristi Noem, asegura que «bajo el liderazgo de la Secretaria Noem, ese niño ahora está a salvo y seguro bajo el cuidado de una familia de acogida».

El hecho que el Gobierno de Donald Trump admita que tiene «bajo el cuidado de una familia de acogida» a la menor, genera la siguiente pregunta: ¿Robar niños «legalmente» es el plan de Estados Unidos?
Una madre y una familia que sufre
«No se como demostrar, como decir este dolor tan grande que yo siento cuando pienso en mi hija y no saber con quién está». Con estas palabras que evidencia el sufrimiento que padece, comenzó Yorelis Bernal, las declaraciones que ofreció al ministerio del Poder Popular para las Relaciones de Interior, Justicia y Paz.
La joven estuvo detenida en un centro de inmigración en Texas, EEUU, por casi un año. En el mismo centro de reclusión estuvo su pareja Maiker Espinoza, contó a Diario VEA, María Escalona Fernández, madre del joven. «Estaban juntos; pero no revuelto como dicen». Agrega en conversación telefónica con este portal que los jóvenes se entregaron a inmigración al llegar a suelo yanqui, dado que alguien les dijo, que por ir con una menor de edad, los podían ayudar.
En la entrevista a la cartera ministerial, Yorelis relató que al momento de ser detenidos, le manifestaron que ella debía ir a la Corte, que debía dejar a la menor. «Yo le digo que yo no voy a dejar a mi hija, porque no sé con quien se va a quedar, me dicen que tengo que dejarla, yo le dijo que no. (…) Mi pareja tenía a la niña, se la quitaron a la fuerza. A mi al instante que le van a quitar la niña, me esposan y a él lo agarran, le quitan la niña, lo esposan también y nos llevan» presos.
Estando en prisión se enteró que su esposo había sido trasladado al Centro de Confinamiento del Terrorismo, Cecot, una prisión de máxima seguridad ubicada en El Salvador. Lo supo porque su madre Raida, en videollamada le mostró el momento en que el cabello del joven está siendo «rapado» y como manifiesta que se siente mal.
«Mi mamá me lo enseñó a través de una videollamada y vi a mi esposo, primero me enseñó uno cuando le estaban cortando el pelo, veo que el estaba agachado, lo veo normal, luego lo veo de blanco arrodillado, y dice que se siente mal, que quiere vomitar, que tiene fatiga y cuando lo veo que se derrumba, que cae, y ahí mi mamá no me quiso mostrar porque me puse mal», indica con angustia al referido ministerio.
Cuando Yorelis Bernal estuvo en prisión, le aseguraban «que yo no iba asalir nunca de Estados Unidos, que iba a estar presa toda la vida (…)».
Además del maltrato psicológico, relató las penurias físicas que tuvo que soportar: «Dormíamos en el piso, un cuarto con ocho personas, el baño todo está junto ahí, la comida te la echan como si fueras un perro (…) Ahí estuve en ese centro casi como diez, once meses, me golpeaban a veces (…) Cualquier cosa querían llevarnos para un hueco oscuro, con frío, sin sabana, si nada».
Relató que la ultima vez que pudo ver a su hija, fue por un espejo, «que volteé así y la vi sentadita, jugando con solamente un añito y tres meses (…) Sentí que iba a tardar mucho para recuperarla. Sentí que ese momento se me vino el mundo encima, fue horrible y darle la noticia a mi mamá fue horrible también».
Agregó en las declaraciones que ofreció al ministerio para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, que el 23 de abril, «me dieron un papel que mi hija se iba conmigo para Venezuela, pregunté a una miss, que iba llegando, una oficial ya vamos a despegar, me dice que ‘sí’. Me desespero porque no viene el oficial y ya vamos a despegar y no me han dado a mi hija, yo me pongo a llorar, me pongo a gritar (…)».

En ese momento, el gobierno gringo le arrebató, le secuestró, por segunda su hija a Yorelis Bernal. La primera fue cuando la separó de ella al ser detenida. En esta última oportunidad al engañarla, diciendo que le iban a entregar la menor, y quedarse la administración Trump con la infante.
María Escalona Fernández, abuela paterna de la menor, y quien reside en el sector Libertad, estado Barinas, indica en conversaciones telefónica con Diario VEA, que la familia está sufriendo mucho, por el hecho que Maiker esté preso injustamente en El Salvador y por el secuestro de la bebé. Relató que la niña estuvo en tres (3) hogares sustitutos distintos. Comenta que una de las familias temporales, estuvo vinculada a una investigación por abuso sexual a menores. En otro lugar donde estuvo la pequeña, la señora con la que estaba le informaba a la mamá de Yorelis cómo se encontraba la niña, mandaba videos.
Con este medio compartió uno de ellos, y por el acento que se escucha en el video, del hombre y la mujer que s fungieron por meses como familia sustituta de Maikelys Antonella, parecieran ser de origen latinos, pues el español es fluido.
Agregó Escalona Fernández, que la mujer que estaba cuidando a su nieta, aseguró que ya no podría hacerse cargo; porque su papá supuestamente sufrió un accidente. Comentó la abuela, entre lágrimas, que desde el lunes 21 de abril no saben, no han visto a la menor.
Exige a Donald Trump que devuelva a la niña a Yorelis Bernal, su madre, a sus familiares. «Estamos angustiados». También le exige que libere a su hijo, Maiker Espinoza Escalona preso injustamente en El Salvador.
Contó que Yorelis ya se encuentra junto a su madre en el estado Zulia, y seguirá luchando para lograr rescatar a su hija. Para ello cuenta con todo el apoyo de la familia de Maiker Espinoza, agregó.
¿Por qué EEUU deporta a una niña estadounidense y no devuelve a una venezolana?
¿Robar niños «legalmente» es el plan de Estados Unidos? La interrogante parece cobrar mayor fuerza, si se toma en consideración que el mismo viernes 25 de abril, el día que Yorelis Bernal llegaba a Venezuela sin su hija, medios estadounidenses daban a conocer que la administración de Donald Trump deportó a una menor de dos (2) años, una ciudadana estadounidense de padres hondureños.
La niña deportada a Honduras, nació en Baton Rouge, Louisiana, el 4 de enero de 2023. La menor había sido detenida por ICE el martes 22 de abril por la mañana con su madre y su hermana de 11 años, mientras la madre “asistía a un control de rutina” con la agencia federal, describía el sábado 26 de abril CNN en su página web.

El juez de distrito de EE.UU., Terry Doughty, dijo que la niña, identificada en los documentos judiciales como V. M. L., fue liberada en Honduras el viernes 25 de abril por la tarde junto a su madre, quien, según el juez, esta última es una inmigrante indocumentada. “Con el fin de disipar nuestra fuerte sospecha de que el Gobierno acaba de deportar a una ciudadana estadounidense sin un proceso formal”, declaró el juez Doughty en la orden, se programó una audiencia para el 16 de mayo en Monroe, Louisiana, agrega el referido portal.
El Gobierno federal, dijo Doughty, “sostiene que todo esto está bien porque la madre desea que la niña sea deportada con ella… Pero el tribunal no lo sabe”, agrega el medio.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro se pronunció tras la deportación de la madre y de la menor estadounidense. A través de su cuenta en la red digital X, les brindó todo el apoyo. «He sido informada de la resolución del juez de Luisiana, Terry Doughty, emitida ayer viernes 25 de abril, ordenando no deportar, junto a su madre hondureña, a una menor de 2 años nacida en Estados Unidos. El juez Doughty ha citado a audiencia a la directora de la Oficina de Reubicación de Refugiados del gobierno de Estados Unidos, Mellissa Harper, para el próximo 16 de mayo. Ofrezco todo nuestro respaldo a la madre de la menor en las decisiones que tome, y he ordenado dar seguimiento a las órdenes del juez».

El caso al parecer generó revuelo en Estados Unidos, pues llevó a que el Departamento de Seguridad Nacional, respondiera en su cuenta en la red digital X, al reportaje titulado: «Juez federal dice tener fuertes sospechas de que un ciudadano estadounidense de dos años fue deportado ‘sin un proceso significativo’«, publicado por ABC News.
Ante el referido trabajo periodístico, el organismo que dirige Kristi Noem indicó: «Se les pregunta a los padres si desean ser deportados con sus hijos o si ICE los colocará con la persona que ellos designen. En este caso, el padre indicó que deseaba ser deportado con sus hijos. Nos tomamos muy en serio nuestra responsabilidad de proteger a los niños y seguiremos trabajando con las fuerzas del orden federales para garantizar que estén seguros y protegidos».
El pronunciamiento del departamento de Seguridad Nacional sobre la deportación a Honduras de la bebé de dos (2) años, identificadas con la sigla V.M.L, que sí es ciudadana estadounidense, hace que cada vez surjan más preguntas sobre el apropiamiento ilegal que está haciendo el Gobierno de Donald Trump, de la pequeña, Maikelys Antonella Espinoza Bernal, una niña de padres venezolanos, que no nació en suelo yanqui.
¿Qué quiere hacer el Gobierno de Donald Trump con la bebé venezolana? ¿Por qué no se cumplió la orden de expulsión de la menor que reza el documento que le fue entregado a Yorelis Bernal? ¿Está el Gobierno de Donald Trump robando niños venezolanos y con qué fin? ¿Piensa el régimen de Donald Trump usar a los menores venezolanos para la trata de personas?
El Departamento de Seguridad Nacional Estadounidense, dice que supuestamente cuando hay niños estadounidense de por medio, le «preguntas a los padres si desean ser deportados con sus hijos o si ICE los colocará con la persona que ellos designen«, ¿por qué no deportan a Maikelys Antonella, qué no es gringa, y que su madre y sus abuelas han manifestado que desean que la menor esté en Venezuela, su tierra, la de sus padres, sus abuelos?
Estados Unidos acusa al papá de Maikelys Antonella Espinoza Bernal de ser presuntamente miembro del Tren de Aragua, a su madre, supuestamente de «reclutar de mujeres jóvenes para el narcotráfico y la prostitución», ¿cuál es entonces la intención del gobierno yanqui de quedarse con la menor?, si partimos del hecho que la administración gringa parece mostrar desprecios por los migrantes, y más por la migración venezolana, como lo ha demostrado en los últimos meses, a la que no se cansan de señalar de criminales.
De hecho, Kristi Noem, la secretaria de Seguridad Nacional de EEUU, se la pasa ufanándose de cada arresto y deportación que ejecuta ICE, y más cuando se trata de venezolanos. El viernes 25 de abril, el mismo día que Yorelis Bernal regresó a Venezuela sin su hija, la funcionaria gringa escribía en su cuenta en la red digital X: «Todos los días recibo un informe en mi escritorio sobre los asesinos, violadores, abusadores de niños y otros enfermos que nuestros agentes de ICE están arrestando en todo el país. Bajo la presidencia de Trump, hemos arrestado a más de 150.000 extranjeros, incluidos más de 600 miembros de la violenta pandilla Tren de Aragua. Si estás aquí ilegalmente y violas la ley, te perseguiremos, te arrestaremos y te encerraremos».
Con una funcionaria que emite este tipo de mensajes amenazantes contra los migrantes, sigue cobrando más fuerza sobre cuáles son las verdaderas intenciones del régimen yanqui de seguir teniendo bajo su poder a Maikelys Antonella Espinoza Bernal.
El viernes 25 de abril, el vicepresidente Sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz, Diosdado Cabello, al denunciar el secuestro de Maikeys, alertaba: «Se están robando niños en Estados Unidos, el gobierno de Estados Unidos se está robando los niños venezolanos y esto tiene que ver con la trata de personas, esto hay que denunciarlo ante el mundo».