VEA

El prestigio que hoy goza el Partido del Trabajo de Corea (PTC) no se puede concebir al margen de intensas actividades ideo-teóricas del compañero Kim Jong Il, eterno Secretario General del partido quien las ha desplegado desde su incorporación en el Comité Central del Partido del Partido, el 19 de junio de 1964.

Para el fortalecimiento del partido se propuso, ante todo, hacer del Partido justamente el de su fundador Kim Il Sung.

Definió la idea revolucionaria de Kim Il Sung, la idea Juche, como la única y rectora del PTC y proclamó identificar a toda la sociedad con aquella idea originaria siendo el programa supremo del partido.

Su orientación hizo posible que el PTC fuera como un cuerpo puro ideológicamente, organizado y unido en acción donde predominan la ideología y dirección de su Líder.

En medio de adversas circunstancias internacionales en que debido a las maquinaciones de los revisionistas contemporáneos el líder del partido se veía desprestigiado en varios países socialistas y el movimiento socialista mundial pasaba vicisitudes y prubas, el PTC logró su monolítica unidad organizativa e ideológica en torno al líder Kim Il Sung, lo cual fue inapreciable fruto del inconmovible criterio del dirigente Kim Jong Il y su extraordinaria perspicacia, determinación política de principio e inclemente y consumada capacidad de dirección.

Kim Jong Il fortaleció al PTC como un solo cuerpo que se compenetra en las masas, se responsabiliza plenamente de su destino y le sirviera con lealtad.

Fortalecer los lazos sanguíneos del partido y las masas populares y consolidar su base popular eran para Kim Jong Il principios primordiales de la construcción del partido y asuntos vitales para la existencia, por cuya razón dispuso a que el PTC verificara al pie de la letra la línea de masas y que todas las organizaciones y funcionarios del partido se confundieran siempre con las masas para ser sus fieles servidores.

Como resultado el PTC ha logrado por primera vez en la historia la monolítica unidad del líder, el partido y las masas y la transformación de toda la sociedad en una gran y armoniosa familia socialista; llegó a poseer la fortaleza invencible para la dirección de la lucha socialista con absoluto apoyo y confianza de las masas populares.

Otro merito sustancial de Kim Jong Il es que ha preparado al PTC como una poderosa fuerza política orientadora para fortalecer la capacidad militar del país.

Logró consolidar plenamente la dirección del partido sobre el Ejército Popular de Corea y armar a todo el ejército con la idea Juche. Sobre todo, en la década de 1990, en vista a los cambios de circunstancias de la época, ha definido la política Songun (política de dar prioridad a asuntos militares) como la política fundamental del Socialismo con la cual el PTC salió más fortalecido para dirigir la revolución Songun.

            Las actividades y dirección de Kim Jong Il para fortalecer el partido dio como resultado que todos los militares y civiles se han preparado poseedores de fuerte espíritu socialista para dar saltos y prodigios seculares en el cumplimiento de la causa del PTC: la defensa del Socialismo y la construcción de un Estado socialista poderoso y prospero.

Los méritos y aportes de Kim Jong Il en la construcción del partido revolucionario e invencible como lo es el PTC perdurarán para siempre junto con la Corea socialista en constante progreso.

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