¡Sicarios del imperio! Confirman que Trump dirigió junto con Guaidó y Borges plan de magnicidio contra Maduro

En una reunión que tuvo lugar el 5 de febrero de 2020 en la Casa Blanca, reveló el exsecretario de Defensa, Mark Esper. Foto Internet

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

Los golpistas Juan Guaidó, Julio Borges y Carlos Vecchio, discutieron en la Casa Blanca, junto con el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump; su exsecretario de Defensa, Mark Esper, y el ex asesor de Seguridad Nacional, Robert C. O’Brien, la invasión militar a Venezuela y el asesinato del jefe de Estado, Nicolás Maduro. La reunión tuvo lugar el 5 de febrero de 2020.

La revelación la hizo el propio Esper en su libro Un juramento sagrado: memorias de un secretario de Defensa en momentos extraordinarios; fragmentos del texto que difundió en su cuenta en la red social Twitter el embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada. 

Haciendo referencia al texto, Moncada señaló que hubo dos reuniones. «En la primera Trump preguntó directamente a Guaidó: ‘¿Qué opinas si los militares de EEUU se deshacen de Maduro?’ Guaidó respondió: ‘Por supuesto nosotros siempre daremos la bienvenida a la ayuda de EEUU'».

El tuit de Moncada estuvo acompañado de fragmentos del texto de Esper en donde se lee: «En un momento dado de la conversación Trump planteó la posibilidad de utilizar la fuerza militar para derrocar a Maduro, diciendo algo así como ‘¿Qué pasaría si los militares estadounidenses fueran allí y sacaran a Maduro'». Según el exfuncionario gringo, esa propuesta lo hizo estremecer.

Narra Esper que Guaidó respondió: «Por supuesto que siempre agradeceremos la ayuda de Estados Unidos». Agrega el exsecretario de Defensa que el golpista venezolano agregó que supuestamente «el pueblo venezolano -sobre todo el que ahora vive al lado, en Colombia, ‘quiere recuperar su país por sí mismo'». Así se lee en la traducción del texto compartida por Moncada.

«Esper preguntó a Guaidó: ‘¿Su gente está dispuesta a organizarse, entrenarse y combatir?’. Luego de rodeos, la repuesta de Guaidó fue débil y «no sonó muy seguro». «Con esta duda pasaron a una segunda reunión», agrega Moncada, citando el libro.

Segunda reunión

Describe Esper en el libro, que esa reunión comenzó a prolongarse y Trump invitó a los presentes a pasar a «la Sala de Gabinete y continuar la discusión. «El Presidente seguía interesado en las opciones militares, y el equipo del Consejo de Seguridad Nacional estaba aún más entusiasmado con ellas (…). Y ahora Guaidó no se oponía a la idea», agrega.

En el encuentro Esper vio que Robert O’Brien siguió evaluando acciones militares directas de EEUU y que Guaidó, Borges y Vecchio aceptaban las ideas. Narra que volvió a presionar a Guaidó con la idea de la invasión desde Colombia, resume parte del texto Moncada.

«Esper preguntó otra vez: ‘¿Si algunos de esos venezolanos pueden ser entrenados y equipados por EEUU, ellos estarían dispuestos a combatir?’ Nunca tuvo una respuesta clara: ‘ellos me dijeron que era muy complicado y tardaría mucho tiempo'», describe Moncada, citando el texto.

«Esper ahora sí entendió lo que Guaidó, Borges y Vecchio estaban diciendo: “sería más fácil y rápido si EEUU lo hiciera por nosotros”. Estaban pidiendo la invasión militar de EEUU a Venezuela», agregó el embajador.

En su Twitter, Moncada agrega «Guaidó, Borges y Vecchio discutieron la invasión militar directa de EEUU (preferible), la invasión mercenaria desde Colombia (complicada) y pasaron de la gran escala a una operación especial contra el presidente Maduro. Discutieron el asesinato del Presidente de Venezuela». Inmediatamente el embajador comparte otro fragmento del libro de Esper donde se leen los siguientes detalles de la conspiración.

«La conversación pasó de una discusión sobre algún tipo de operación a gran escala a algo más parecido a una operación especial más pequeña dirigida directamente a Maduro. Entonces, de la nada, uno de los colaboradores de Guaidó me miró desde el otro lado de la mesa y dijo algo así como ‘Tenemos algunos planes que ustedes (el Gobierno de Estados Unidos) saben que estamos trabajando, solo que no están listos todavía. También hubo alguna referencia rápida a Florida. Al terminar la frase, sonrió, apartó la mirada de mí y estableció contacto visual con Claver Carone, el director principal del Consejo de Seguridad Nacional que más presionaba para la acción militar», confiesa Esper en el texto.

Más adelante Esper afirma desconocer lo que Guaidó y Claver Carone preparaban. Preguntó a la directora de la CIA, Gina Haspel, quien respondió que no sabía pero iba a averiguar de qué se trataba. «Si ella y yo no estábamos al tanto de ninguna operación especial de la oposición, entonces ¿Quién lo estaba?», se pregunta.

Relató que él se marchó de la reunión antes que los otros, quienes se quedaron en la sala «por un buen rato».

«La repuesta la da el propio Esper, tres meses luego de la reunión de Guaidó ocurrió la operación “Gedeón” para asesinar al presidente Maduro con un grupo de mercenarios entrenados y equipados en Colombia», recuerda Moncada acompañando la publicación con un fragmento el libro de Esper.

«Apróximadamente tres meses después de la visita de Guaidó a la Casa Blanca, dos exsoldados de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos lideraron un grupo de casi 60 disidentes venezolanos en un intento fallido de infiltrarse en el país en pequeñas embarcaciones, trasladarse a la capital Caracas, apoderarse de Maduro y derrocar al Gobierno. Al parecer, Guaidó aprobó la operación», relata Esper.

Los gringos presentes en la reunión

En abril de 2020, esta servidora elaboró un seriado, para Diario VEA, en el que se da a conocer quienes eran los funcionarios gringos que mantenían o mantienen un asedio contra Venezuela. Entre ellos se encontraban Mark Esper, Mauricio Claver Carone y Robert C. O’Brien. Aquí recordamos parte de ese trabajo e hipervinculamos los enlaces para leerlo completo.

Esper y los buques cercanos a Venezuela

Esper es el mismo que el 1° de abril de 2020, tras acusar al Gobierno constitucional de Nicolás Maduro de tener supuestos vínculos con el narcotráfico, junto con el exmandatario estadounidense Donald Trump avaló el envío de buques de la Armada gringa cerca de las costas venezolanas para realizar tareas de «vigilancia» en la supuesta lucha de su país contra la droga, que se le olvidó mencionar viene de Colombia.

Esper es un militar estadounidense graduado en la Academia West Point, que participó en la Primera Guerra  del Golfo (1990-1991) como oficial de Infantería.  Fue uno de los que apoyó las mentiras construidas por el gobierno estadounidense para invadir Irak.

Trabajó para la Heritage Foundation, una organización que se encuentra entre los 10 “think-tanks”, tanques de pensamientos gringos, organización conservadora que “comercializa” sus “investigaciones”  sobre cuestiones políticas claves a congresistas estadounidenses, reseña la propia instancia en su web, en donde se agrega que promueven “la libre empresa, los valores tradicionales de Estados Unidos y una fuerte defensa nacional”.

Robert O’Brien tras las sanciones a socios petroleros de Venezuela

Robert C. O’Brien, el ex asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos (EEUU) anda pendiente de los socios petroleros de Venezuela para promover medidas coercitivas unilaterales y afectar a la economía venezolana. Asumió el cargo en septiembre de 2019 en sustitución del halcón guerrerista John Bolton.

Es un férreo admirador de Ronald Reagan y su doctrina de “paz a través de la fuerza”.

Nacido en Los Ángeles, el 18 de junio de 1966, y graduado en Derecho, por la Universidad de California en Berkeley, O’Brien fundó su bufete boutique Larson & O’Brien LLP”. En septiembre, de 2019, el portal de investigación La Tabla destacó que el asesor de Seguridad Nacional “es un costoso abogado de Los Ángeles, California, que ha defendido exitosamente a corruptos y delincuentes de «cuello blanco”.

Mauricio Claver-Carone, un halcón de la guerra

Claver-Carone nació en Miami, y está muy vinculado a los grupos de la ultraderecha cubanoamericana. Fue director ejecutivo del US-Cuba Democracy PAC, un grupo de presión que hace lobby en el Congreso gringo, y en la Casa Blanca, pidiendo más medidas contra Cuba para derrocar la Revolución Cubana.

Este abogado de profesión, en 2016 comenzó a formar parte del gobierno de Trump, como también de un equipo enviado para organizar la transición en el Departamento del Tesoro, órgano del que forma parte la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), instancia que usa la presidencia gringa para sancionar a gobiernos que no le gustan, como los de Cuba, Venezuela, Rusia e Irán.

Mauricio Claver-Carone, quien trabajó codo a codo con el halcón de la guerra y despedido exconsejero de Seguridad Nacional de EEUU, John Bolton, ha sido promotor de las medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela, además de las acciones violentas contra el país.

Este halcón imperial, luego de que en enero de 2019 el golpista Juan Guaidó se autoproclamara presidente del país, declaró que evaluaba la alternativa de la apertura de un supuesto corredor humanitario en Venezuela, apunte que remató con la posibilidad de que dicha misión requerirá de la participación de algunas tropas, abriendo así el margen a una intervención militar, reflejó, en febrero de 2019, France 24 en su página web.

Otras confesiones

En los últimos días han salido fragmentos del libro de Mark Esper en los que confiesa las acciones de Trump contra Venezuela.

El 10 de mayo se hizo viral una de sus confesiones, ese día aseguró que durante el régimen de Donald Trump previno una acción militar contra Venezuela. «Ciertamente el año pasado la administración que tenía a unos individuos en la Casa Blanca propuso una acción militar contra Venezuela. Atacar Irán. En un punto alguien propuso que bloqueáramos a Cuba”. Así lo afirmó al ser consultado en una entrevista con la presentadora de “60 Minutes”, Norah O’Donnell, sobre las acciones que supuestamente previno.

Entre ellas reveló que, un ataque contra el Complejo Refinador José Antonio Anzoátegui, ubicado en el oriente del país, fue planteado en una reunión del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Se preveía que la operación fuera ejecutada con un ataque aéreo sobre el complejo petrolero o un ataque anfibio con tropas especiales de la armada de EE.UU., difundió el 12 de mayo Moncada en su cuenta Twitter.

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