Pedro Estacio

@Urgentess

Aunque es sabido desde mucho antes, cientos de años, por decir algo, es ahora, en medio de esta terrible pandemia y tiempo de guerra cuando se ha puesto muy visible ante los más diversos seres humanos de este planeta, lo que el genio Libertador Simón Bolívar, había dicho de los Estados Unidos, es decir, que parecía destinado a sembrar muchos males en este mundo en nombre de la libertad.

Tener una visión sobre lo que haría al mundo una nación hace un par de siglos atrás, no es lo que podemos llamar un juego de carritos. No sabemos qué anidaba en la mente el Libertador, pero un asunto es cierto: es mucho el daño que Estados Unidos ha hecho en este planeta y es gigantesca la visión del caraqueño, inigualable hasta ahora.

Lo más sencillo habla de más de 30 bombardeos en diversas regiones, el lanzamiento de un par de bombas atómicas en un momento que no era necesario y el haber ultimado millones de personas en nombre de la libertad, asunto completamente falso que ha estado adornado por el andamiaje de una industria cinematográfica que ha lanzado sobre las personas una larguísima sábana con miles de historietas sobre la vida en libertad, la democracia ideal, la mejor vida, los héroes, el bien sobre el mal, los igualdad y una amplísima variedad de tópicos que hacen ver ese modelo de país como la auténtica democracia del mundo, cuando no es secreto que su empresariado negociaba con Adolfo Hitler, a quien le vendían muchas cosas, incluso los camiones donde cargaban no solo los bienes adecuados para la guerra, sino a los judíos que llevaban a la muerte.

Es inexplicable cómo nadie se dio cuenta antes, de que el gran descubrimiento estadounidense había sido el adormecer la mente de las personas e influir en ellas, comenzando con su propio pueblo, muy adormilado hoy día, con deudas hasta por más de 30 años, casas hipotecadas y hasta durmiendo en las aceras por carecer de apoyo social.  Parece mentira que el único que mantiene en pie sus palabras es el propio Libertador Simón Bolívar, quien hace un par de siglos, ya sabía lo que se nos venía encima si no alcanzábamos la unidad que él pedía.

El sensato guerrero siempre estuvo claro y sabía por dónde venían los Estados Unidos y por ello siempre mantuvo sus ideas muy precisas y enaltecedoras. En el libro El joven Bolívar, escrito por Gustavo Pereira, Premio Nacional de Literatura y autor del preámbulo de la Constitución Bolivariana de Venezuela, encontramos un poco esa sensibilidad que lo caracterizó:

En carta a Santiago Mariño (1816), le dice que “El poder sin la virtud es un abuso y no una facultad legítima”, o como lo que dijo en su discurso al Congreso de Angostura en 1819 al expresar que “A veces son los hombres, no los principios los que forman los gobiernos. Los códigos, los sistemas, los estatutos por sabios que sean, son obras muertas que poco influyen sobre las sociedades: ¡hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados constituyen las repúblicas!”. Y a Santander le escribe en 1820 y le dice que “La mejor política es la honradez”, y dos años después, como para que no le queden dudas, le reitera que “La mejor política es la rectitud” y a Tomás de Heres, desde Pativilca, algo cercano a lo que estamos viviendo hoy día:Somos hombres, y debemos emplear la razón antes que la fuerza”.

Parece mentira que más de 7 mil millones de seres en este planeta no hayan podido ver, todavía, lo que el Libertador Simón Bolívar vio hace un par de siglos: que los Estados Unidos parecían predestinados por la Providencia a generar mucho daño a la humanidad en nombre de la libertad que pregonan, lo que a todas luces es cierto, pues es el mayor productor de armamento militar en el planeta  y con el cual suele endeudar a muchos gobernantes de naciones que creen en que ciertamente es un luchador por la libertad, cuando en esencia, son las corporaciones quienes generan esa gigantesca farsa para controlar el mundo.

¡¡Bolívar no se equivocó, y por eso le hicieron la vida imposible!!