VEA / Yuleidys Hernández Toledo

Sobre el Libertador Simón Bolívar seguramente quedan muchas historias por contar, hechos que descubrir sobre su vida, sus luchas. Lo más probable es que en el transcurso de los años, estos se vayan develando. Por ahora haremos mención a una historia que gentilmente nos hicieron llegar vecinos de Bello Monte Norte en Caracas, según la cual el Padre de la Patria habría estado en lo que hasta hace tiempo se conoció como el Mercado de los Buhoneros, entre las calles Humboldt y Baruta, a ras de la avenida Casanova. Ahí estaba la casa de un amigo de Bolívar: John Alderson, un inglés que apoyó la causa independentista.

«En 1827 llegó Bolívar a Caracas y fue a visitar a su amigo John Alderson, quien tenía su casa un poco hacia el sur-oeste de Chacaíto. Esta casa, que estaba ubicada en un promontorio (y a la cual la gente llamaba un ‘castillete’), solía ser visitada por los principales de la ciudad los Ibarra, las Aristiguieta, el Marqués del Toro, José Félix Ribas, Martín Tovar y Tovar (…)», relata la tesis de grado: «Planificación del censo comunal para detectar necesidades de la parroquia El Recreo-Bello Monte», presentada en enero de 2008 en el Instituto Universitario de Tecnología Industrial Rodolfo Loero Arismendi, y quen fue facilitada por la señora Cristina Ross, luchadora social y vecina del sector desde hace más de 50 años.

En la época del Libertador, la casa de John Alderson, quien también fue un amigo personal del geógrafo, astrónomo, humanista y naturalista, Alejandro (Alexander von) Humboldt, se conocía como Belmount, en honor a Isabella, la hija mayor del inglés, luego se transformó en Bello Monte, nombre que con el tiempo llegó a identificar toda La Hacienda, agrega la tesis.

«…Mucho después, ya muy entrado el siglo veinte, sobre las ruinas del ‘Castillete’ fue construida la residencia de la familia Zuloaga, hasta que esta fue vendida y la loma rebajada a terreno plano. Esta parcela alberga desde el año 2007, un mercado de 556 trabajadores de la economía informal», indicaba la tesis publicada en 2008. Hace varios años este mercado dejó de existir y gran parte de los vendedores de la economía informal, fueron ubicados en el Centro de Economía Comunal Manuelita Sáenz, inaugurado en 2012, acota la señora Cristina Ross de Ponce.

Fotocaptura de parte del contenido de la citada tesis de grado. Foto Cortesía

La propiedad de Alderson delimitaba al Norte con lo que hoy se conoce como la urbanización Las Delicias y la urbanización Sabana Grande, teniendo entre ellas el bulevar homónimo, por el Sur por la urbanización Colinas de Bello Monte (río Guaire y autopista Gran Cacique Guaicaipuro), por el Este por la urbanización Chacaíto del municipio Libertador (Quebrada Chacaíto) y por el Oeste por la urbanización Los Caobos y Plaza Venezuela, indica la web de la Red de Patrimonio.

Esta última fuente indica que los dominios se unían con la Hacienda San Diego, después conocida como Hacienda Ibarra, donde se erige la Ciudad Universitaria de Caracas, sede la Universidad Central de Venezuela, UCV.

El cuadro de Bolívar del «Pintor de Los Próceres» en la casa de Alderson

En esta casa de Alderson el pintor venezolano, Juan Lovera, nacido en Caracas en 1776 y quien se dedicó a retratar pinturas sobre hechos históricos de la Independencia venezolana, habría elaborado uno de los retratos del Libertador Simón Bolívar en el año 1827, aprovechando una visita que realizó el Gigante de América ese año a la propiedad. La obra habría sido enviada a Filadelfia al pintor estadounidense John Neagle, de acuerdo con una reseña publicada en la casa de subasta de Inglaterra, Christie’s, fundada en 1766 en Londres. Según el portal web de la compañía esta empresa llevó a cabo las mayores subastas de los siglos XVIII, XIX y XX.

«Neagle era un conocido pintor de Filadelfia, que también había retratado al Libertador (Cuna de Bolívar, Caracas), aparentemente a partir de un grabado para John Alderson, inglés radicado en Filadelfia en 1817, Alderson tenía tratos comerciales en Venezuela con estrechos vínculos con Bolívar. Por lo tanto es un vínculo lógico entre Neagle y Lovera, quien podría haber pintado esta obra en la finca de Alderson en las afueras de Caracas, donde se cree que Bolívar se retiró brevemente de sus campañas en la primavera de 1827. La posterior aparición del retrato en 1835 en el estudio de Neagle en Filadelfia se basó en los fuertes vínculos de la ciudad con América Latina. Alexander von Humboldt se detuvo allí al final de su expedición de cinco años a América (1799-1804), donde el artista Charles Willson Peale lo guió por la ciudad. De 1826 a 1830, otro pintor de Filadelfia, Francis Drexel, viajó a Suramérica para retratar a Bolívar. Y Alderson, amigo de Neagle y Lovera, formaba parte de la red de revolucionarios latinoamericanos de la ciudad. Este hermoso Retrato de Bolívar fue legado por Neagle a la Sociedad Histórica de Pensilvania, donde permanece hasta ahora como un importante documento visual de las relaciones artísticas y políticas panamericanas», reza la historia «Atribuido a Juan Lovera (venezolano 1778-1841)», que puede ser leída en el citado portal Christie’s.

Un poco más sobre Alderson

Diario VEA consultó dos (2) historiadores, quienes expresaron que no sabían con exactitud si el Libertador había estado en ese terreno, pero sí destacaron que Bolívar y Alderson eran amigos.

Este personaje nació en Inglaterra en 1785, llegó a Caracas en 1811 y simpatizó con la causa independentista. En 1824 traslada a su familia desde la isla de Trinidad a Caracas, donde establece una casa comercial que importaba harina desde Baltimore. Fue amigo personal del Libertador, refiere el texto: La pintura venezolana de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Lenguajes en tránsito de la profesora de arte latinoamericano Janeth Rodríguez Nóbrega, y que puede ser leído en el siguiente enlace.

Varios libros, y reseñas en internet hacen alusión a Alderson como uno de los primeros empresarios extranjeros que tuvo Venezuela. En un artículo difundido en el Instituto de Estudios Superiores de Administración, IESA, destacan que el inglés «además de importar harina, el gran negocio del momento, y otros enseres, comenzó a destilar ron en la hacienda Bello Monte».

En los Archivos del Libertador Simón Bolívar figuran correspondencias referentes a Alderson, por ejemplo, en el oficio 3309, fechado el 30 de septiembre de 1818, queda registrado un pedido que el Libertador le hace de algunos artículos que debe entregar al capítan de fragata Antonio Rosales. «SIMÓN BOLÍVAR Jefe Supremo de la República, Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y de la Nueva Granada, &., &., &. Al señor Juan Alderson negociante. Sírvase usted franquear a Capitán de Fragata ciudadano An­tonio Rosales la lanilla que necesite, y con su recibo ocurrir al señor Director General de Rentas para que se le satisfaga su valor. También se servirá usted franquear un poco de bar­niz negro, percibir e recibo, y ocurrir a señor Director. Dios guarde a V.S. muchos años».

Amistad y cuadros

La amistad entre Bolívar y Alderson también quedó reflejada en el libro titulado Siete estudios de Arístides Rojas de José Eustaquio Machado, publicado en 1924. El autor también informa ahí sobre los retratos del Padre de la Patria mandados a hacer por el inglés.

«Bello Monte está lleno de reminiscencias patrióticas. Es la historia de esa hermosa heredad, aledaña a Caracas, adquirida en 1824 por un opulento comerciante inglés, admirador y grande amigo de Bolívar. Nos referimos a don Juan Alderson, de quien conserva la familia Ibarra un excelente retrato al óleo, junto con otro muy interesante del Libertador, hecho en vida del Héroe, por encargo de Alderson. A su hija Isabel, muerta en edad octogenaria, espíritu selecto, escritora a quien se debe la publicación en 1872 y año siguiente, de la revista Ensayo Literario, dedicó don Aristides el citado escrito», reza la obra que puede ser leída en el portal del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología.

“Isabel contribuyó también con pequeño contingente, durante los primeros años de Venezuela, al conocimiento y ensanche de la más espléndida familia de nuestra flora: la de las orquídeas. Es curioso saber cómo la colonia inglesa, tanto en La Guaira como en Caracas, hizo más por la ciencia y la industria, en los primeros años de Colombia y de Venezuela, que los españoles durante tres siglos de no interrumpida posesión. Si estos despreciaron por completo la flora del Ávila, aquéllos se llenaron de entusiasmo ante flores que simulan pájaros e insectos, enteramente desconocidas hasta entonces del mundo europeo. Así, Lindley, notable botánico inglés, bautizó en los días de Colombia, el género al cual pertenece nuestra flor de mayo, con el nombre de Cattleya. El capitán Cattleya, según informes, después de haber visitado el Brasil y recogido variados objetos americanos, abrió en Londres una exposición e
hizo conocer una de las más hermosas y espléndidas flores: la Cattleya labiata. (1) Veamos ahora cómo otro botánico también célebre, Hooker, bautizó con el nombre de Cattleya mossise, la especie más conocida de nuestra celebrada Flor de Mayo, dada a conocer por Isabel Alderson», agrega el libro.

En el libro Apuntes para la Iconografía del Libertador, autoría de Manuel Segundo Sánchez, hacen también alusión a Alderson y los retratos de Simón Bolívar, que habría mandado a hacer. El nombre de John figura como Juan. En su escrito también aparece el nombre del pintor estadounidense John Neagle. Este último escrito como Eneagle.

«Caracas cuenta con los siguientes retratos originales del Libertador: El que pertenece al genera! Alejandro Ybarra, hecho en esta ciudad, según tradición de familia, en 1821, después de Carabobo, por
un pintor norteamericano de apellido Eneagle, y por encargo del señor Juan Alderson, gran amigo de Bolívar (…) Dos hipótesis se nos ocurren para explicar el origen de esta pintura o ella está tomada del natural, y en este caso tendríamos que fijar su ejecución para 1817 o 1818, probablemente en Angostura, dado que parece ser semejante al retrato que poseía Walton y que dio vida a las litografías hechas en Londres y París en 1819; o es el lienzo reproducción al óleo de una de estas, y entonces bien puede ser de 1821, pintado en esta capital o en cualquier otro lugar. Debe tenerse presente que el acaudalado Alderson se encontraba en Angostura cuando llegaron los primeros ejemplares de las litografías; y es probable que valiéndose de una de ellas, encargara a Eneagle el cuadro que se conserva en el hogar del general Ybarra. En conclusión: o el retrato de Alderson es contemporáneo del de Walton o la reproducción del de este fue la que Eneagle tuvo a la vista para su obra», reza el texto.

Darle el valor histórico que se merece el espacio

De acuerdo con la señora Cristina Ross Ponce son muy pocos los vecinos de la comunidad que conocen esta historia sobre la presencia del Libertador de Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador, en esta hacienda de Alderson. Relata para Diario VEA que desde hace varios años, cuando lideraba los trabajos comunitarios y vecinal en la zona, trató de que se le diera el valor histórico que merece, pero no se pudo concretar.

En los espacios donde habría estado la Casa de Alderson hoy está una iglesia cristiana improvisada, una venta de verduras; además se utiliza para guardar carros. Hace casi un mes, en los espacios se encuentra un cartel de la Asamblea Viviendo Venezolano, AVV. Vecinos narran en los grupos de la comunidad que ahí está previsto construir edificaciones de la Gran Misión Vivienda Venezuela, GMVV.

Los vecinos no se oponen al plan de vivienda, solamente piden que no sean solo urbanismos sino que se amplíen los espacios de la Unidades Educativas Nacionales colegio Padre Sojo y liceo Julio Bustamante, que colinda con el terreno. «Son instituciones que se quedaron pequeñas porque la matrícula estudiantil aumentó debido a los urbanismos de la Gran Misión Vivienda que se construyeron a lo largo de la avenida Casanova y en las calles Cerritos y Chacaito». También sugieren la construcción de un módulo de salud, pues no hay uno que sea gratuito en el sector. El más cercano es Salud Chacao-Municipio Chacao.

Y, especialmente, la vecina Cristina Ross plantea que se le dé el valor histórico al terreno, denotando que ahí estuvieron personajes como Bolívar y Humboldt, para ello propone la construcción de una Casa de la Cultura, que hace falta en la zona. Agrega en su relato que según las historias Humboldt contemplaba el Waraira Repano cuando se quedaba en la casa de su amigo Alderson.

Así se ve hoy parte de la Hacienda que fue propiedad de Alderson. Foto Cortesía

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