¡Cuando superó a Babe Ruth! 49 años del jonrón 715 de Hank Aaron
En su camino hacia el récord del «Bambino», recibió centenares de cartas amenazándolo de muerte, teñidas por el implacable racismo existente en Estados Unidos.
VEA/ Jimmy López Morillo
Tras ser sometido a intensas presiones, que incluyeron hasta amenazas de muerte, el 8 de abril de 1974, un día como hoy, Hank Aaron, probablemente el bateador más consistente en la historia del beisbol, consiguió lo que durante décadas parecía imposible: romper el mítico récord de jonrones de por vida impuesto por Babe Ruth, a su vez la más grande leyenda que ha dado este deporte.
«No vas a romper este récord establecido por el gran Babe Ruth si puedo evitarlo. Los blancos son mucho más superiores que los conejitos de la jungla. Mi pistola está observando todos tus movimientos, negro”, fue una de las tantas amenazas que le hicieron en innumerables cartas recibidas en su largo recorrido hacia el máximo registro del poder de todos los tiempos.
El gentil Hank, como antes Jackie Robinson cuando quebró la barrera racial en las Grandes Ligas, debió soportar vejámenes de todo tipo en su carrera hacia Ruth, con todo lo que representaba y lo hizo, como su ilustre predecesor, con su dignidad incólume.
Desde finales de 1973 y hasta el momento de su histórica conexión, se multiplicaban por centenares las epístolas plagadas de odio en contra de un pelotero cuya vida, que culminó el 22 de enero de 2021 a los 86 años, se caracterizó por un ejemplar comportamiento tanto dentro como fuera del campo. En ese período, debía ser escoltado por personal de seguridad y hasta se vio obligado a registrarse con nombres falsos en los hoteles donde se alojaba. El racismo (hoy en día todavía latente en Estados Unidos), lo asediaba.
La temporada de ese año la culminó con 713 batazos más allá de las bardas y era inminente que en los primeros días del siguiente abril quebraría la marca en manos del “Bambino” hasta ese momento. La primera serie del torneo de 1974, estaba pautada para los Bravos en el Riverfront Stadium de Cincinati, juegos para los cuales decidieron dejar fuera de la alineación al “Martillo” (“Hammer”, en inglés), con el fin de que el registro de todos los tiempos lo rompiera en casa. Sin embargo, el comisionado de entonces, Bowie Kuhn, intervino y obligó a que Aaron fuera incluido en al menos dos desafíos de esa serie.
Por ello, el vuelacercas 714, con el cual se colocaba al lado de Ruth, lo conectó el día inaugural, 4 de abril, frente al equipo escarlata, que en ese momento tenía en el campo corto al venezolano David Concepción (quien injustamente no lo acompaña en el Salón de la Fama, para el cual cuenta con sobrados méritos).
Ya en el Atlanta County Stadium, donde lo esperaban 53.775 rugientes aficionados, se produjo el batazo esperado, el 715: en el cuarto episodio, frente a los Dodgers de Los Ángeles, cuyo lanzador, el zurdo Al Downing, curiosamente llevaba en la espalda el mismo número que Aaron, el 44, despachó el maderazo más allá de la barda del jardín izquierdo, con el cual se convertiría desde entonces en emblemático entre los toleteros de poder.
También como hecho curioso, la pelota fue a caer al bullpen de su club, donde fue atrapada por Tom House, uno de los relevistas del elenco georgiano.
“Si yo fuese blanco, Estados Unidos estaría orgulloso de mi”, dijo en una ocasión. “Me decían ‘maldito negro’ y todo tipo de insultos. Esas cosas no se pueden ignorar, están allí. Pero así son las cosas para los negros en Estados Unidos. Es algo con lo que uno tiene que batallar toda la vida”.
Aaron, cerró su carrera con 755 jonrones, solo superados por los 762 de Barry Bonds, severamente cuestionado por el uso de esteroides. Desde el año pasado, nuestro Miguel Cabrera le hace compañía en el exclusivo club de los que coleccionan 3 mil incogibles y al menos 500 cuadrangulares y el de los 3.000, 500 y promedio de bateo de por vida de .300.
Es el líder de la historia en carreras impulsadas, con 2.297 y en extrabases, con 1.477, tercero en hits, con 3.777 y cuarto en anotadas, con 2.174. Además, es el único en conectar al menos 20 cuadrangulares en 20 o más temporadas, entre muchísimos logros que hablan de su consistencia y de su grandeza.
