Tal día como hoy Bulgaria registra el día más caluroso de su historia
El autor es historiador, docente y abogado.
Néstor Rivero Pérez
El 5 de agosto de 1916, hace 108 años, meteorólogos de Rumania -país del este de Europa- registraron en la localidad de Sadovo, el día más caluroso de su historia, al alcanzar la temperatura los 45.2° C, en un tiempo en que los efectos de los gases fluorocarbonados y chimeneas de la Revolución Industrial, todavía no impactaban en los términos que obligaron a tomar medidas tendentes a aminorar el calentamiento global, como se decidió en las Cumbres de Río de 1992, Kyoto de 1997 y París de 2015.
Calentamiento en la agenda
En el curso de la historia, los procesos de contaminación de corrientes fluviales, mares y de la propia atmósfera, así como las prácticas de deforestación intensiva y continua para el aprovechamiento de la madera, o para extender la frontera agrícola, y el ciclo de desertificación, lo cual configura un cuadro que dio su primer brinco -en cuanto a los niveles de impacto sobre el ambiente- a partir de la revolución industrial de 1785, escalando dramáticamente en el siglo XX, con el derrame en los océanos de grandes cantidades de sustancias tóxicas, derrame de hidrocarburos, descargas de desechos plásticos en proporciones que superan la capacidad de absorción y metabolismo de estas gigantescas masas de agua salada. Y en lo que va de la Cumbre de París a la actualidad, la gestión tendente a controlar dicha alteración climática no ofrece todas las expectativas trazadas en 2015.
¿Calentamiento indetenible?
La cuestión central radica en el hecho de que en los diez mil años de economías agrarias que antecedieron a la revolución industrial, la temperatura del planeta aumentó en dos grados centígrados (2° C), al tanto que en los últimos doscientos cincuenta años, vale decir desde el inicio de la maquinización de las economías hasta hoy, el pico término se ha incrementado en 1.1° C, generándose una circunstancia que pone en riesgo los equilibrios térmicos que hacen posible las condiciones de sobrevivencia para las especies vegetales, animales y la humanidad. Exigiéndose para el resguardo de la vida sobre el planeta, que en adelante, el alza de la temperatura de la Tierra, en ningún caso supere las cuatro décimas de grado centígrado, que separan a 1.1° C, de 1.5° C. Y los reajustes que al respecto deben darse, parten de realidades constatables, como es el hecho de que la media de temperatura global sintió un incremento entre 2016 y 2023, resultando que para este último año, “La temperatura global promedio alcanzó los 17.01 grados Celsius, superando el récord de agosto de 2016 de 16.92 grados, mientras las olas de calor afectaban a diversas zonas del mundo” [https://www.eleconomista.com]. He allí el significado de adelantar el seguimiento térmico en distintas regiones del globo.
Acuerdo de París
De allí que la Secretaría de la ONU para el Cambio Climático (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), se mantenga alerta al desenvolvimiento de la problemática, y haga seguimiento al compromiso establecido en la Cumbre de París de 2015, que contempla la reorientación de usos y prácticas de la población mundial, empresas y gobiernos, con el propósito de impedir que las temperaturas se incrementen en lo que queda del siglo XXI, a un punto que alcance los dos grados centígrados (2° C). Así, el referido Acuerdo a la letra consagra como su objetivo central “reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, manteniendo el aumento de la temperatura mundial en este siglo muy por debajo de los 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura a 1,5 grados centígrados.” [https://unfccc.int/es].
Objetivos ingentes
Y si bien algunas voces asoman la tesis según la cual ya es demasiado tarde para detener o revertir la tendencia a un mayor calentamiento del clima -y sus subsecuentes efectos de derretimiento de casquetes polares e incremento de la penetración y avance de los mares en las costas de islas y continentes-, es indudable que se debe cumplir con marcos tecnológicos, estilos de consumo y líneas de financiamiento conducentes a contrarrestar el calentamiento global.
Sinóptico
1895
Federico Engels
Este día murió en Londres (Reino Unido) Federico Engels, pensador y organizador revolucionario del siglo XIX y teórico, junto a Carlos Marx, del socialismo científico. Ambos elaboraron con rigor histórico textos fundamentales de la ciencia social. Engels además legó una importante obra propia. En 1883, Engels, con la suma de honestidad que siempre le distinguió, dirá en el acto de inhumación de los restos de Marx: “Yo no hubiera conseguido jamás lo que Marx alcanzó. Marx tenía más talla, veía más lejos, atalayaba más y con mayor rapidez que todos nosotros juntos. Entre sus libros destacan Del Socialismo Utópico al Socialismo Científico y Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado.