Tal día como hoy EEUU lanza bomba nuclear sobre población civil de Nagasaki
El autor es historiador, docente y abogado.
Néstor Rivero Pérez
El 9 de agosto de 1945, en horas de la mañana, apenas tres días después de la detonación en Hiroshima, de la ‘Little Boy’, la primera bomba atómica de la historia utilizada en guerra, EEUU hizo estallar sobre la población de Nagasaki (Japón), la ‘Fat Man’, segunda arma atómica empleada contra civiles.
Costa de Kyüshü
Nagasaki está situada en la costa suroccidental de la isla Kyüshü, la tercera en tamaño del archipiélago japonés, y donde se presume nació la civilización de los arqueros y espadachines conocidos como samuráis. En los últimos 500 años Nagasaki operó como puerta de comercio entre Japón y el mundo, convirtiéndose con la restauración Meiji de 1868, en centro para la fabricación de embarcaciones. La bahía de Nagasaki siempre tuvo función estelar en la economía del archipiélago al que Marco Polo identificó como “Cipango”.
Expansión y II Guerra
La urgencia de la élite nipona que dominaba la Corte del joven emperador Hirohito, y que aspiraba abrir mercado para su naciente aparato industrial -así como abastecerse de materia prima, especialmente combustibles-, indujo al monarca a autorizar a su premier Hideki Tojö, a invadir China en 1937 e iniciar en 1941, con el ataque a Pearl Harbor, hostilidades con EEUU. Los militares japoneses cometieron en China atrocidades como “el empleo de gas tóxico en 375 ocasiones distintas”, según se indica en Yoshimi y Matsuno.
Primero fue Hiroshima
Y sin embargo, los crímenes de guerra del generalato nipón, quedaron como juego de chicos, delante del horror en que derivó el empleo de un arma desconocida hasta entonces por el mundo: La bomba atómica de uranio, construida en Los Álamos entre 1941 y 1945. Un solo artefacto podía quitar la vida a decenas o centenas de miles de personas, como se vio en Hiroshima tres días antes.
9 de agosto
En la mañana del 9 de agosto de 1945, mientras en Tokio el gabinete de Hirohito consideraba términos de rendición, y cuando el ejército japonés se encontraba virtualmente destruido, es lanzada la segunda bomba, esta vez de plutonio. El objetivo fue la ciudad puerto de Nagasaki.
“Fat Man”
Esta segunda bomba, arrojada a las once de la mañana -tras visibilizar el piloto del bombardero a la ciudad-, estalló a quinientos metros del suelo. “Unas 74.000 personas en su mayoría civiles, murieron como resultado del acto. Era el segundo ataque nuclear de la historia. El primero con una bomba de plutonio (…) Y desde entonces la «Fat Man» –como quedó bautizada la bomba de Nagasaki– ha estado un poco a cla sombra de lo que hizo su antecesora, la «Little Boy» en Hiroshima (https://www.bbc.com).
Efectos
Inicialmente la Fat Man debía ser accionada contra Nigata; empero el mal tiempo por lluvia decidió al piloto del bombardero Bockscfar, a escoger el blanco alternativo, Nagasaki. Habiendo caído a uno de sus costados, el artefacto destruyó la mitad de la ciudad, ocasionando la muerte de 70 mil de sus 240 mil habitantes. Debido a la radiactividad, “personas tuvieron quemaduras en todo el cuerpo, otros perdieron la vista, pero lo que causó impacto, fueron las progresivas deformaciones que afectaron a la población; estas no se manifestaban en el acto, sino que podían presentarse semanas, meses, e incluso años
después de la detonación”.
Lecciones
En la página ‘RT’ se lee lo siguiente: “Cáncer, mutaciones genéticas y mortalidad infantil: Estos días, el 6 y 9 de agosto, la humanidad conmemora el único caso de uso bélico de armas nucleares en su historia: El bombardeo de las ciudades de Hiroshima y Nagasaki por parte de EEUU (…) Estos ataques deben reconocerse como crimen de lesa humanidad, postulan políticos rusos”.
Sinóptico
1987
Crisis del “Caldas”
Este día, el buque neogranadino Caldas, en actitud de provocación antivenezolana, penetró en aguas territoriales del Golfo de Venezuela. Dicha acción -que concitó el repudio de toda la opinión pública venezolana, así como de un grueso sector de la hermana República de Colombia -que estimaba contraproducente la postura del su presidente Virgilio Barco, en cuanto al diferendo limítrofe con Venezuela-, se dilucidaría nueve días después cuando, vista la inutilidad de la disuasión y exhortaciones venezolanas para que la nave colombiana abandonase las aguas venezolanas, desde Caracas el presidente Jaime Lusinchi instruyó el bombardeo del “Caldas” si este no se retiraba. El 18 de agosto, ante la inminente ejecución de dicha orden, dada directamente desde el Palacio de Miraflores, el Caldas, se vio compelido a retirarse de las aguas que había usurpado en el curso de los nueve días previos. Por ese tiempo el titular del Palacio de Nariño confrontaba en el orden interno agudos problemas, como el generado por el Cartel de Cali y el narcotráfico, el cual ejecutaría en los años siguientes una larga cadena de atentados y actos terroristas. También afrontaba el Presidente Barco, la violencia rural.