FOTOLEYNDA 6 JUL 9P25m2h

Néstor Rivero Pérez

[email protected]

El 6 de julio de 1997, tras la identificación preliminar de los restos mortales de Ernesto Guevara de la Serna -el Che- en Valle grande (Bolivia), y que concluyó el día anterior, el equipo de forenses que adelantó el trabajo se aprestaba a trasladar la osamenta, junto con la de otros seis guerrilleros-sepultados veinte años antes al lado del Che- al Hospital Japonés de Santa Cruz de la Sierra, en cuyos equipos computarizados se realizaría los exámenes finales, previo al envío de los despojos a Cuba, donde el mausoleo Memorial de Santa Clara, de la ciudad homónima, honraría a perpetuidad las siete osamentas.

Ribetes de mito

Luego de dos años el equipo forense localizó en la pista de un aeropuerto de Valle grande (Bolivia) los despojos mortales del comandante guerrillero Ernesto Guevara, quien habiendo sido capturado el 8 de octubre de 1967 en la quebrada el Yurro, zona montañosa del Ñancahuazu (sudeste de Bolivia), para terminar fusilado al día siguiente, en una escuela de La Higueras, por instrucciones del presidente René Barriento.

En vida el Che, quien -además de hombre de acción e ideas muy sostenidas, como su propuesta sobre el Hombre Nuevo-, manejaba la pluma con destreza, alcanzando a los ojos de intelectuales de continente -e incluso de Europa, rasgos de heroísmo y emulación con su prédica antiimperialista y cambios revolucionarios. Sostuvo amistad con el Nobel Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir, entre muchos escritores identificados con el pensamiento progresista y socialista.

Bolivia, Salta y Masetti

Y de otra parte su prédica antiimperialista penetró en sectores juveniles con rasgos de heroísmo y, en algunos casos, su influjo alcanzó el punto de que en países como Perú, Colombia, Brasil, Chile, Argentina y la propia nación del Altiplano, Bolivia, entre otros, surgirían movimientos armados que inspirados en las ideas plasmadas por el Che Guevara, adelantaron la estrategia de la insurgencia militar a partir de los denominados “focos” guerrilleros: imbuidos del ejemplo de la Revolución Cubana, supusieron que era posible suplantar el modelo político y de economía dependiente de los países suramericanos y caribeños, a partir de la emulación que debía generar el núcleo armado que operaba en el campo, soslayando los contextos socioculturales en territorios cuya población cada día más se desplazaba del medio agrícola a la ciudad en pos del sueño de mejorar las condiciones de vida que ofrecía el horizonte de la modernidad y el cosmopolitismo.

La CIA tras el Che

A la luz del contraste de documentos y circunstancias que envolvieron la turbulencia política en la América de los años sesenta, debe recogerse otros dos hechos con incidencia en el fracaso de la experiencia del Che en la Bolivia de 1967: uno, el motivo para crear un foco armado precisamente en una región, el Ñancahuazu de Bolivia, con miras a su aproximación a la región de Salta, en Argentina, retándose a sí mismo el Che al abrir el frente de guerra en el sur del continente, en el contexto de su consigna entonces “Crear dos, tres, muchos Vietnams” y ello le resarciría moralmente del compromiso que le embargaba, tras haber entusiasmado al periodista J Ricardo Masetti en la fundación del primer frente guevarista armado del continente, precisamente en Salta, y que terminó en la muerte de Masetti en 1964.

Esta afirmación se sustenta en reflexiones ofrecidas por el líder cubano Fidel Castro a Ignacio Ramonet en libro-reportaje titulado Cien horas con Fidel. Y en segundo lugar, el rastreo de la CIA sobre el Che, hasta su ubicación en Bolivia.

El hallazgo

“(…) fueron hallados los cadáveres del Che y otros seis compañeros de lucha en la pista de un aeropuerto de la localidad de Vallegrande, Bolivia, en el sitio donde 30 años antes fuera asesinado por efectivos militares de ese país. La búsqueda se activó en noviembre de 1995, luego de las declaraciones del militar Mario Vargas Salinas, un exalto oficial de las Fuerzas Armadas bolivianas, que confesó saber la ubicación de los restos del Che” [https://www.prensa-latina.cu].

Sinóptico

1897

Isaías Medina Angarita

Este día nació en San Cristóbal (Táchira) Isaías Medina Angarita, Presidente de la República entre 1941 y 1945. Su administración se caracterizó por una gran amplitud y tolerancia política, y por adelantar la gran Reforma Petrolera de 1943, mediante la cual se ordenó y unificó la relación del Estado Venezolano con las compañías extranjeras que extraían el hidrocarburo del subsuelo patrio. Y se fijó de la obligación de cancelar los impuestos consagrados, como el impuesto fijo sobre la renta, más pechaje otro anualmente incrementable, hasta llegar a 100%. En su visión Medina creó su base política, el PDV, entablando alianza con el PCV. Su progresismo gradualista se truncó con el golpe de Estado del 18 de octubre de 1945.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *