Revista Digital Bimensual

Néstor Rivero Pérez

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El 26 de noviembre de 1922, hace cien años, nació en la localidad de Guadarrama (Barinas), el historiador y docente Virgilio Tosta, autor de una voluminosa obra de investigación en distintos campos del pasado nacional y muy especialmente de su región natal. Entre sus libros destacan Unidad del pensamiento de Cecilio Acosta a través de sus cartas, Ideas educativas de venezolanos eminentesHistoria de Barinas, en cinco volúmenes.

 

Formador de vocaciones

De trato afable hacia sus colegas y discípulos en el curso de su dilatada trayectoria en la cátedra que regentó por décadas dentro del Departamento de Geografía e Historia del Instituto Pedagógico de Caracas, el Dr. Tosta se caracterizaba por recorrer los pasillos de este centro de formación docente, con los ojos acuciosos de quien procura descubrir un dato, gesto o palabra del interlocutor, que permita descubrir la inclinación a la investigación, al desempeño riguroso de la docencia, con el objeto de que quienes se formaban como profesores de Sociales, procediesen con devoción al pasado nacional y a la pequeña historia, nombres y símbolos del terruño.

 

Hábito de bibliófilo

Cada oportunidad que su horario de trabajo le permitía en los días que le correspondía impartir a los estudiantes del IPC sus enseñanzas en la especialidad en que incursionaron, Plinio el Viejo, Herodoto, Arnold Toynbee, Eric Hobsbawn, Rafael María Baralt y José Gil Fortoul, entre otros, se le veía en el centro de Caracas, siempre trajeado con extrema pulcritud, descender de una buseta que le trasladaba desde la avenida Páez, de El Paraíso, frente al IPC, hasta la antigua sede del Instituto Autónomo de la Biblioteca Nacional, en la esquina de San Francisco, o en el edificio adjunto al Palacio de las Academias, para adentrarse por horas en los archivos, rescatando o confirmando algún dato que luego habría de insertar en sus notas, ensayos o libros.

 

Ejemplo de generaciones

El profesor Jesús Mujica Rojas -autor del libro Barinas es otra historia– y quien en los años ochenta, adelantó investigación acerca de las luchas sociales y políticas de la Barinas de los años ’60, sostuvo amistad con el doctor Tosta, recordando que a este catedrático “se le veía todas las tardes, durante sus pasantías en la ciudad de Barinas, en la Plaza Bolívar, rodeado de contertulios de todas las edades, personas de la tercera edad, estudiantes universitarios y liceístas, contestando él las consultas con lenguaje adecuado a cada interlocutor”.

 

El dato y la fuente

Habiendo ingresado en 1963, Virgilio Tosta, a la Academia Nacional de la Historia, como Individuo de Número, el Discurso de Contestación le correspondió ofrecerlo a don Mario Briceño Perozo, quien destacó de Tosta su acuciosidad y respeto en cuanto a fuentes históricas “En las modernas orientaciones pergeñadas a la Historia como disciplina científica, se concibe como historiador cabal a quien como paso previo, ordena congruamente las fuentes (Heurísticas), y quien a la vez describe los hechos (Historiografía) y los interpreta (Historiología). En el caso de Tosta  se cumplen tales exigencias. Incursionador asiduo por archivos grandes y pequeños, de la capital y del interior de la República, le son familiares los viejos infolios del Archivo General de la Nación, los del Archivo de la Academia y los Parroquiales de Barinas y otras ciudades y pueblos encuadrados en el campo de sus investigaciones” [https://datospdf.com].

Historia de Barinas

A poco de ser designado por la Junta de Gobierno que presidía Wolfgang Larrazábal como gobernador de su natal estado Barinas, el Dr. Tosta emitió con fecha 24 de julio de 1958, un decreto mediante el cual se creó el Servicio de Ediciones y Publicaciones, adscrito a la Dirección de Política y Educación, adelantando al mismo tiempo laboriosa investigación regional que, con los años, le permitirá configurar “una amplia visión de la grande y pequeña historia, que imprime jerarquía y enaltece a nuestra querida ciudad de Barinas” [Ibídem]. Don Virgilio Tosta murió en Caracas en 2009.

Sinóptico

1820

Ratificación del Armisticio

Este día, tras proceso de negociaciones entre los comisionados de ambos bandos, patriotas y realistas, el jefe expedicionario Pablo Morillo y el Libertador Simón Bolívar, confirman con su rúbrica  los Tratados de Armisticio y Regularización de la Guerra, acordados el día anterior por los representantes de ambas partes, que constituyen el monumento sobre el cual descansa la moderna doctrina del derecho humanitario de guerra, al consagrar que a ningún rendido se le podía alancear ni quitar la vida, como era usual en la magna contienda. Como puntos relevantes del Tratado de Regularización, destaca el Artículo 1: “La guerra entre España y Colombia se hará como la hacen los pueblos civilizados”; he allí la raíz del derecho humanitario que desde entonces ha inspirado convenciones internacionales en materia de conflictos.

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