Tal día como hoy instalan la Sociedad Económica “Amigos del País”, promotora del progreso en la Venezuela del siglo XIX

Néstor Rivero Pérez

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El 6 de noviembre de 1829 se reunió por primera vez en Caracas la Sociedad Económica de Amigos del País, institución creada mediante decreto del general José Antonio Páez, dado el mes anterior. Dicho acto administrativo atendía a otro dictado con anterioridad por el Libertador Simón Bolívar desde Quito, a través del cual este último, en su condición de Presidente de la Gran Colombia, instruía que se estableciesen dichas entidades en las distintas secciones departamentales de la República.

Algo de historia

El siglo XVIII, a tenor de las nuevas corrientes de ideas derivadas del racionalismo, la ciencia newtoniana y el iluminismo, así como la emergente concentración de fuerzas económicas que antecedió a la Revolución Industrial, vio florecer instituciones cuyo propósito era el estudio y la elaboración de propuestas para que promovieran el adelanto material y la generación de riquezas, sin tocar la cuestión social de fondo de la desigualdad, en lo referente a la distribución y disfrute de los bienes. En todo caso, ello se correspondía con el nivel de las ideas políticas, que solo sentirán un profundo impacto cuando el proceso industrialista en urbes europeas concite la atención de reformadores sociales frente al dramático crecimiento de la miseria que acompañó el surgimiento de las grandes factorías industriales y el capitalismo, en las postrimerías del siglo XVIII y tránsito al siglo XIX.

Economía Agraria

Así, la primera Sociedad Económica que se reporta en la historia moderna, se constituyó en Zurich (Alemania) y la segunda, la de París en 1761. Por esos mismos años se constituye, en el marco del despotismo ilustrado de la emperatriz Catalina II, la Sociedad Económica de San Petersburgo (Rusia). Este modelo de instituciones promotoras del progreso, llegan a la Península Ibérica durante el reinado de Carlos III, fundándose en 1775 la de Madrid. Pocos años después, la iniciativa salta el Atlántico para establecerse en los virreinatos de Lima, México y Río de la Plata. Respecto a Caracas, vanguardia de los movimientos emancipadores del continente, cabe decir que los proyectos de adelantamiento material sufrieron retardo para su penetración. Se debió aguardar a la terminación de la Guerra de Independencia para que propósitos que ya había asomado Juan Germán Roscio durante la I República, adquiriesen rango de Estado. En la antigua capitanía general de Venezuela imperaba una economía agrario-pastoril, donde las clases poseyentes -terratenientes que explotaban mano de obra esclava y servidumbre, así como el comercio importador y el generalato vencedor en la contienda-, manifestaba escaso empeño en la introducción de nuevas técnicas y búsqueda de otras formas de producir la riqueza. Y ello respondía a que la estructura productiva de Venezuela estaba atada al cultivo de plantación del café, cuya colocación en mercados internacionales brindaba relativa tranquilidad a sus beneficiarios.

Progreso frustrado

La Sociedad Económica de Amigos del País congregó las mentes más cultivadas de la Venezuela de la época, entre quienes descollaron Juan Manuel Cagigal, José Hernández Sanabria y José María Vargas, entre otros. Y si de su seno surgieron proyectos que enfocaban varios de los asuntos centrales de cuya solución dependía el atraso general del país, tales como analfabetismo y estudios en ramas especializadas, necesidad de unificación de la moneda, construcción de caminos, iniciativas sobre actividad artesanal y la “ausencia de instituciones bancarias y de financiamiento”, la aplicación de dichos proyectos chocaba con una realidad histórica dominada por el personalismo político, la sujeción feudal-esclavista de un elevado porcentaje de la mano de obra y la abulia de muchos al momento de asumir la Presidencia de la República o algún Ministerio del gabinete Ejecutivo, quienes como miembros de la Sociedad, carecieron de voluntad para impulsar sus propuestas o para controvertir con los intereses oligárquicos imperantes. La Sociedad mantuvo su actividad hasta 1847.

Sinóptico

1520

Hernando de Magallanes y el comercio mundial

Este día comenzó el acceso de la expedición encabezada por Hernando de Magallanes -marinero lusitano a las órdenes de Carlos I de España-, dentro del estrecho que conecta los océanos Atlántico y Pacífico, al sur del continente americano, y que la historia conoce como Estrecho de Magallanes; el recorrido tardó varios días. La travesía tuvo un significado especialmente comercial: Determinar la Ruta de las Especias, que debía conducir a la isla de las Molucas, para la obtención de la nuez, canela y clavo de olor, artículos fundamentales del consumo europeo, que por entonces escaseaban, y su altísima demanda respondía a su empleo como aderezo y saborizante culinario en una época en que las poblaciones europeas en su mayoría ignoraban el uso del azúcar, el limón, el té y el café.