Tal día como hoy murió Federico Brito Figueroa: Catedrático de la Historia Económica y Social de Venezuela
El autor es historiador, docente y abogado.

Néstor Rivero Pérez
El 28 de abril de 2000 murió, en Caracas, Federico Brito Figueroa, historiador, antropólogo, docente y escritor, y cuya biografía Tiempo de Ezequiel Zamora se coloca entre las más completas investigaciones acerca del período que enmarcó la rebelión campesina de 1846-1847, así como la Guerra Federal.
Historiador profesional
En el campo de la historia Brito representa en Venezuela lo que el maestro Ramón Tovar en la geografía: la introducción de elementos surgidos de la escuela de los Annales, creada por Marc Bloch, Lucien Fevre y Fernando Braudel, y que postula la integración del espacio con la noción del tiempo histórico, el largo tiempo, historia de las mentalidades y la ubicación de los hombres en el tiempo.
Sin embargo, Brito Figueroa en la cátedra y la pluma, articulaba estos elementos de los Annales, con la definida visión de estructura económica fundada por Carlos Marx.
Estructura económica
Autor de una bibliografía histórica abundante y que legó en artículos, ensayos, folletos y libros, la obra fundamental de Federico Brito Figueroa es sin duda Historia Económica y Social de Venezuela, en seis volúmenes, la cual derivó de las investigaciones con equipos de discípulos en el curso de dos décadas, tanto en la UCV, como en la Universidad Santa María, José María Vargas y otras casas de estudio.
El autor procura desentrañar y explicar el modo en que se produjo la acumulación de riqueza en el país, desde los tiempos de la Colonia y su casta de terratenientes, hasta las modernas fortunas generadas de la actividad extractiva y de renta petrolera que prohijó el surgimiento de un sector opulento de importadores, banqueros y revendedores. Con un sentido muy crítico Brito objeta la ausencia de vocación nacional de dichos grupos económicos en cuanto a industrializar el país.
Ensayista
El también autor de Estructura Económica y Social de Venezuela, se distinguió en el periodismo desde su juventud. Así, en los años cuarenta y cincuenta del siglo XX su nombre calzaba artículos en órganos de circulación nacional y de provincia.
A partir de los sesenta, se hará colaborador habitual del “Suplemento Cultural”, encartado de los fines de semana en el diario Últimas Noticias.
Ezequiel Zamora
Estudiosos del siglo XIX venezolano, y militantes bolivarianos de diversas profesiones u oficios, tienen hoy como fuente usual el libro Tiempo de Ezequiel Zamora. Si bien se trata de una biografía, el rigor en las fuentes, documentos y testimonio de sobrevivientes del siglo XIX a quienes el autor entrevistó en su vejez, y que transmitían vivencias o relatos referenciales acerca del General del Pueblo Soberano, así como la calidad de su prosa, hacen de su lectura actividad grata.
Ubicando a Zamora en el contexto de las luchas campesinas y la controversia política de su época, donde las sociedades liberales representaban a los hacendados a punto de quiebra por la Ley de Libertad de Contratos de 1834 aprobada por el Partido Conservador, el historiador victoriano ofrece una aproximación a la Guerra Federal, aplicando el materialismo histórico a una sociedad agraria y feudal.
En su honor, hoy funciona en La Victoria, la Universidad Politécnica Territorial Federico Brito Figueroa.
Sinóptico
1921
Capablanca campeón
Este día el cubano José Raúl Capablanca obtiene el título de campeón mundial del ajedrez al vencer en el tablero al matemático alemán Emanuel Lasker, quien ostentaba dicha condición desde 1894.
El “Mozart” del juego-ciencia, como se le conocía por su precocidad en el movimiento preciso de las piezas, y quien había nacido en 1887, se mantuvo como campeón mundial hasta 1927, cuando lo perdió a manos de Alexander Alekhine.
Capablanca, quien además del castellano hablaba con fluidez el inglés, publicó obras en ambos idiomas, dando a conocer, en su lengua materna textos que se han reeditado en distintas ocasiones: Fundamentos del ajedrez, Lecciones elementales del ajedrez y Arte y secretos del ajedrez.
Este genio del tablero estimaba que si la tendencia de las grandes figuras relativa a “terminar tablas” sus encuentros se imponía, el ajedrez habría de entrar en decadencia, en razón de lo cual concibió la propuesta de tablero ampliado de “10 por 10” o “10 por 8”, que permitirían al jugador más apto definir al final la jornada con el mayor número de piezas.