Néstor Rivero Pérez

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El 21 de junio de 1905 nació en París (Francia) el filósofo, polemista, novelista y dramaturgo Jean Paul Sartre, quien postuló las tesis del existencialismo humanista y quien en distintos períodos de su vida acompañó causas como la independencia de Argelia, la Revolución Cubana y juicio contra los criminales de guerra.

En 1964 Sartre rechazó públicamente, como protesta ante el orden mundial, el Premio Nobel de Literatura, acción insólita por entonces.

Existencialismo

Teniendo como punto de partida el significado de la libertad, Sartre produjo una obra que se desparramó casi que con sentido de dispersión en diversas líneas reflexivas: historia, arte, la condición humana, el teatro, la política, guerra, pacifismo, el tema nuclear, justicia internacional, el intelectual y el compromiso, así como la bondad y la perversión del ser humano, entre otras.

Capítulo especial de su trayectoria intelectual lo constituye el existencialismo, cuyo perfil queda retratado en la frase “Lo esencial es la contingencia (…) Existir es estar ahí” inserta en su novela La náusea. Sartre pensaba “Vamos construyendo nuestra identidad en función de nuestros actos” (https://www.alejandradeargos.com).

Romance libre de por vida

Habiendo conocido en 1929 a la escritora y feminista Simone de Beauvoir, ambos mantendrían una intensa relación amorosa que solo terminó con el final de uno y otro, promoviendo y encabezando durante décadas, la edición de periódicos y manifiestos, convocatoria a concentraciones, marchas y conferencias en pro del pacifismo y contra invasiones imperialistas, al tanto que cada uno desgranaba los párrafos de ensayos y libros que les consagraron como sendas celebridades de la irreverencia.

Una amiga de la pareja, Claudine Monteil, sostenía que en los años 70 «Tenían una reputación extraordinaria e iban por el mundo siendo recibidos como cabezas de Estado” (https://www.bbc.com). Sartre trataba a Simone como “mi Castor”, y ella calificaba la mutua relación libre como “amistad íntima”.

Rechazo del Nobel

El 14 de octubre de 1964 y ante sostenidas versiones acerca de que la Academia Sueca le otorgaría el Premio Nobel de Literatura, Jean-Paul Sartre envió una carta a dicha corporación, mediante la cual declinaba “por razones tanto personales como objetivas…tal reconocimiento ni ese año ni posteriormente” (https://www.milenio.com).

Y no obstante la remisión de esta misiva, la Academia anunció el 22 del ese mes el nombre del ganador para ese año, que no era otro sino el de este pensador galo. Consideraba el autor El ser y la nada que algunos sectores podrían ver “la aceptación del Premio…como una rehabilitación de su trayectoria por parte de Occidente” (Ibídem), y queriendo evitar claroscuros Sartre precisaba sus afinidades políticas, así como su “lucha por la coexistencia pacífica de -los- bloques antagónicos de la Guerra Fría” (Ibídem).

En el marco de los movimientos protestatarios de la juventud europea de la época y las movilizaciones que se iniciaban en Norteamérica en contra de la Guerra de Viet Nam y envío de tropas estadounidenses a Indochina, la figura de Sartre adquirió mayor significado como expresión de alterinstitucionalidad cultural. Pocos años después el filósofo, junto con Bertrand Russell, sería fundador del Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra, conocido como “Tribunal Russell”.

Luz o ignominia

“Se nos ha reprochado…que subrayamos la ignominia humana, que mostramos en todas las cosas lo sórdido, lo turbio, lo viscoso, y que desatendemos cierto número de bellezas risueñas, el lado luminoso de la naturaleza humana; por ejemplo, según Mlle Mercier, crítica católica, que hemos olvidado la sonrisa del niño. Los unos y los otros nos reprochaban que hemos faltado a la solidaridad humana, que consideramos que el hombre está aislado, en gran parte, además, porque partimos -dicen los comunistas- de la subjetividad pura, por lo tanto del “yo pienso” cartesiano, y por lo tanto del momento en que el hombre se capta en su soledad, lo que nos haría incapaces, en consecuencia, de volver a la solidaridad con los hombres que están fuera del yo, y que no puedo captar en el cogito” (https://www.ucm.es).

Sinóptico

1966

Fabricio Ojeda

Este día fue asesinado en la sede del Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA) el periodista Fabricio Ojeda, el más grande líder popular del siglo veinte venezolano.

Presidió la Junta Patriótica que entre 1957 y 1958 dirigió el ciclo insurreccional para el derrocamiento del general Marcos Pérez Jiménez. En su obra Hacia el poder revolucionario. La guerra del pueblo indagó en torno a los factores que sustentaron el Pacto de Punto Fijo “(…) abrir caminos al desarrollo implica la toma del poder político por las clases populares y progresistas”.

Y sostiene la necesidad de un frente para la liberación nacional: “La unidad de los sectores proclives…en un frente revolucionario”. Fabricio alertó sobre el riesgo de “puertorriqueñización” del país.

2 pensamientos sobre “Tal día como hoy nació Jean Paul Sartre: existencialismo y humanismo militante

  1. Son las lecturas que ayudan a formar mejores personas a conocer la historia y a cuestionar su posición en el mundo. Saludos…

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