FOTOLEYNDA 13 MYO 8M24a7q

Néstor Rivero Pérez

[email protected]

El 13 de mayo de 1699 nació en Lisboa (Portugal) Sebastião José de Carvalho e Mello, Marqués de Pombal, y quien ha pasado a la historia como reformador de las instituciones de su país, conducentes al impulso de hábitos y usos económicos, sociales y políticos, que acortasen la distancia entre el sistema feudal imperante y la modernidad que ya despegaba en el norte de Europa.

Medievalismo y ventajas absolutas

En medio de los usos absolutistas que se practicaban en Portugal, al igual que en el resto del Viejo Mundo -desde que en las postrimerías del siglo XV Juan II desoía la petición de recursos que le formulare Cristóbal Colón para financiar su empresa transoceánica y dotarle de un imperio, hasta el momento en que en 1738, Juan V nombró a Pombal, su embajador en Inglaterra-, la patria de Enrique el Navegante manifestaba escasos signos de progreso económico, salvo los proventos que. además de la actividad agrícola tradicional, se derivaban de sus colonias ultramarinas, Portugal parecía conformarse con tesis como las de las ventajas absolutas que en 1792 habría de caracterizar en su obra el filósofo y economista Adam Smith, cuando recomendaba que este último país debía concentrar sus esfuerzos productivos en el cultivo de la vid, procesando y exportando vino, dado que allí obtendría por su suelo y comercio, mayores beneficios, dejando a Inglaterra la industria de la lana, dado que esta última nación poseía mejores condiciones, confirmando Smith el postulado de la división internacional del trabajo.

Despotismo Ilustrado

Y contra esta tesis, luego de un detenido examen de la economía inglesa y demás países del norte de Europa, insurgió el Marqués de Pombal, quien quiso convertir a Portugal en una potencia manufacturera, susceptible de colocarlo a la altura de    las grandes potencias de la época. La capacidad de Pombal como negociador se había puesto de manifiesto durante su gestión en Relaciones Exteriores, cuando acordó con el gobierno de Londres que mejorase el acceso de barcos lusos a puertos ingleses, así como la no hostilización bélica contra España en aguas portuguesas, al tiempo que Portugal daba a los británicos derechos especiales en el océano Índico, en Slgate, puerto bajo control lusitano en India, e igualmente acuerdos sobre la exportación del trigo inglés a la patria de Enrique el Navegante.

Centralismo y reformas

En 1755 José I, quien sucedió a Juan V como monarca, designó a Pombal como su primer ministro, impulsando con un alto centralismo, importantes reformas, como la de hacer cumplir a todas las clases sociales los dictámenes de la Corona, asimismo suprimiendo los “autos de fe”; empero ello acompañado de medidas  contradictorias, como la de abolir la esclavitud en India, al tiempo que la reforzaba en Brasil, pujante economía de plantación. En materia tributaria, Pombal eliminó privilegios de la nobleza y creó empresas que aseguraron mayor ingreso a la Corona, reduciendo la evasión. Ello le acarreó fuerte animadversión, especialmente en sectores pudientes. Y al incrementar el pechaje respecto a manufacturas importadas, fortaleció la incipiente producción industrial interna.

El sismo y Pombal

El 1° de noviembre de 1755, ya en ejercicio Pombal como premier, Lisboa se vio sacudida por el más terrible sismo de su historia, que alcanzó los 9 grados Ritcher. Así, casi no quedó inmueble en pie. Procediendo Pombal con presteza exclamó: “Ahora, a enterrar a los muertos y dar de comer a los vivos” (Wikipedia). De inmediato reunió a un equipo de arquitectos para concebir la reconstrucción, que culminaría en 1806, con diseños susceptibles de resistir nuevos temblores. La gestión de Pombal en este asunto acreditó su nombre como uno de los precursores de la moderna sismología.

Lejos del poder

A la muerte de José I en 1777, cesó el poder de Pombal: La hija de aquel, María I, convertida en nueva monarca, sentía rencor hacia Pombal, ordenando que permaneciese distante de ella al menos a veinte millas. Pombal falleció en Leiría, en  1782.

Sinóptico

1968

Mayo Francés

Este día en Francia, en el marco de un creciente malestar por el incremento de desempleo, y en un ambiente juvenil y universitario contestatario, cristalizó un llamado a huelga general que estremeció al país y sacudió la opinión pública mundial, por la magnitud de la alianza obrero-estudiantil que lo impulsaba. Con apoyo de letrados como Jean Paul Sartre, comienzan en las universidades marchas hacia las fábricas tomadas por obreros; y se incorporan los controladores aéreos y sectores del “carbón, transporte, gas y electricidad” (…) obreros y los agricultores cortaron los accesos a la ciudad y controlaron el precio de los productos ofrecidos en las tiendas, las cuales solo podían abrir con autorización del Comité de Huelga”. El 25 de mayo el premier George Pompidou, inició negociaciones con los líderes obreros.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Este contenido está protegido !!