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Néstor Rivero Pérez

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El 6 de junio de 1884 nació en Villa de Cura (Aragua), el escritor Rafael Bolívar Coronado, cuyo nombre ha adquirido ribetes de leyenda como autor del texto de la zarzuela Alma Llanera, musicalizada por el arreglista y director Pedro Elías Gutiérrez, y estrenada en 1914 en Caracas.

Esta sola obra, Alma Llanera, ha elevado los nombres de Bolívar Coronado y de Gutiérrez a una especie de panteón nacional de la música, debido a la gracia de la letra y su caudal melódico, consagrándose ciertamente como segundo Himno Nacional, en la patria de Simón Bolívar.

Datos de una vida

En todo caso, si se pondera la circunstancia de que Rafael Bolívar Coronado murió a la edad de 42 años, debe tenérsele como uno de los autores más prolíficos de la literatura venezolana, indistintamente de la calidad u originalidad de su producción.

Su vocación por la escritura comenzó a conocerse nacionalmente a partir de 1912, al iniciarse como colaborador de la revista El Cojo Ilustrado, y articulista de los periódicos El Universal y El Nuevo Diario, de Caracas, y El Luchador, de Ciudad Bolívar, así como en varias revistas en la capital y otras ciudades del país.

Seudónimos y heterónimos

La utilización de seudónimos y heterónimos constituye opción que emplean diferentes personas que con alguna regularidad transmiten sus ideas al público por redes o medios de comunicación social. En la Venezuela del siglo XX se conoció el caso de Aníbal Nazoa, cuya columna Aquí hace calor, publicada en prestigioso diario de la capital, le permitió, escudado en el seudónimo Matías Carrasco hurgar en sucesos y circunstancias de la cotidianidad, siempre en lenguaje de mesura y formando una legión de seguidores con su fina prosa. Otro caso fue el de José Vicente Rangel, de quien se supo empleó el seudónimo Víctor Vidal en la crónica política dentro de un diario de Caracas, al tiempo que en otro diario capitalino calzaba con su nombre artículos de opinión.

El caso del heterónimo, que se distingue del seudónimo por crearse la ficción de que su autor tiene una fecha y lugar de nacimiento, que al lado del oficio a que se dedica y que el autor da a conocer, da rasgos de verosimilitud a lo que expone, suponiendo muchos lectores, que se trata de una persona real. Y en el idioma castellano quizás los dos de mayor celebridad están representados por Juan de Mairena y Abel Martín, par de ficciones surgidas de la pluma de Antonio Machado en la España de los años ‘30 del siglo XX.

600 seudónimos

Por su parte, Rafael Bolívar Coronado utilizó de modo sorprendente ambos recursos autorales, seudónimo y heterónimo. En algunos casos llegó a sentir la animadversión de algunas personalidades bajo señalamiento de utilizar nombres de otros, difuntos o vivos, sin autorización. Uno de quienes se distanció del creador villacurano fue Rufino Blanco Fombona y según algunas versiones, el disgusto de este último alcanzó el extremo de ponerse en búsqueda de Bolívar, para retarlo a duelo, hecho que finalmente no se dio. 

En todo caso, en 1916, y distanciándose del gobierno de Juan Vicente Gómez, Bolívar Coronado marchó a España, para establecerse como secretario del reconocido bardo Francisco Villaespesa, “gracias a la falsificación de cartas de recomendación de otros intelectuales” [http://www.elperroylarana.gob.ve]. Se sabe que este creador villacurano escribió el ensayo de costumbres regionales titulado El Llanero, colocando Bolívar, como nombre de autor, a Daniel Mendoza.

Extracto

“A cualquier apureño… habría de parecerle extraño escuchar… aquellos dos versos iniciales de ese joropo conocido popularmente como el segundo himno nacional, el Alma llanera (1914): “Yo nací en esta ribera del Arauca vibrador”. El río Arauca es más bien uno macilento, de aguas terrosas, que no vibra como lo sugiere el adjetivo, ni mucho menos espumea junto a garzas y rosas, sino hasta completar su cauce con el río Orinoco. Sin embargo, quedó en el cancionero social que ese río vibraba al son del sentimiento nacional, un ardid que solo Rafael Bolívar Coronado podía haber logrado, puesto que caló hondo en el imaginario colectivo venezolano” [Rafael Ramón Castellanos, Un hombre con más de seiscientos nombres. Rafael Bolívar Coronado, Caracas. Fundación Editorial El perro y la rana -Edición digital-, 2021, 328 págs / Fuente: http://www.elperroylarana.gob.ve].

Sinóptico

1968

Asesinato de Robert Kennedy

El día anterior, 5 de junio, este hermano del asesinado presidente JFK, atendía un acto por su nominación presidencial en el hotel Ambassador, de Los Ángeles. Tras cerrar el mitin, es interceptado por Sirhan Sirhan, quien disparó sobre Bob Kennedy. El aspirante a la Presidencia exponía ideas como el retiro de EEUU de la Guerra de Viet Nam. Ello dio pie a teorías conspirativas sobre el asesinato. Se ha dicho que tras la muerte de JFK en Dallas, Bob nunca hizo buenas migas con el sucesor de este, Lyndon B. Johnson.

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