Tal día como hoy se decretó el Día Mundial de las Aves Playeras

Néstor Rivero Pérez

[email protected]

El 6 de septiembre de cada año se celebra el Día Mundial de las Aves Playeras, con la finalidad de proyectar actividades de “investigación y monitoreo de estas especies, así como destacar la importancia de su conservación a nivel mundial”.

Aves acuáticas

Las poblaciones de dichas aves, a las que distingue su carácter migratorio, fijan sus hábitats temporales en áreas como los humedales costeros y del interior, mangles “dunas, playas de arena… pastizales” (https://www.diainternacionalde.com).

Reducción demográfica

En los últimos cincuenta años, factores de contaminación ambiental han incidido en la capacidad de reproducción de dichas especies, determinando una disminución paulatina del número de criaturas en cada nueva generación. Entre estos factores destacan el creciente flujo de vehículos automotores y de otros sistemas de tracción, a las zonas en las cuales las aves migratorias construyen sus nidos. Del mismo modo repercute en los procesos de reproducción de dichas especies, el incremento de presencia humana con propósitos de recreación en las zonas de nidificación, e igualmente “el acecho de animales a sus nidos” (Ibídem), así como los efectos de la contaminación ambiental en playas, pastizales y otros lugares naturales, adonde llegan las aves migratiorias.

Hábitats retirados

Y aunque el nombre con el cual los seres humanos identifican a dichas especies, sugiere que se estancan en playas, cabe indicar lo siguiente: De una parte, el ciclo de confección de nidos y la reproducción se da en épocas definidas del año; y de la otra, en medio de la itinerancia que les caracteriza, muchas cubren un lapso mayor de su permanencia cada año, en sitios retirados de “las costas playeras”. Entre las características morfológicas de estas aves migratorias resaltan sus dedos alargados, que facilitan su desplazamiento sobre superficies blandas, poseyendo a su vez patas largas y delgadas, sello este último de sus picos, lo que facilita su captura de alimento en áreas acuíferas y lodosas.

Especies venezolanas

Dentro de la fauna silvestre de Venezuela que conforma este grupo de seres vivientes que hoy celebra su Día Mundial, se ubica el chorlo, frailecito silbador, alcaravancillo y tibi-tibe, así como el playero dorado y el playero gritón. Cada uno de dichos especímenes ha sido identificado y clasificado con su respectivo nombre científico; así, el alcaraván, perteneciente a la familia de los charadridae, recibe la nomenclatura de “Vanellus chilensis”, y el caracolero o pito, el de “Haematopus palliatus”. De acuerdo a la página del Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (Minec), de las 217 especies reconocidas de aves playeras sobre la superficie del planeta, 81 se asientan en el continente americano en el curso de su ciclo de vida, o en parte del mismo. De dicho total, “52 especies se reproducen en Norteamérica y 35 especies se reproducen en Centroamérica, el Caribe y América del Sur. En Venezuela (…) comprenden las siguientes familias taxonómicas; Charadriidae, Haematopodidae, Recurvirostridae, Recurvirostridae, Burhinidae, Scolopacidae, Jacanidae. La mayoría… se encuentra cerca del agua, pero varias especies prefieren hábitats lejos de la costa. Muchas especies… viajan cada año (de ida y regreso) desde las zonas de reproducción en la tundra ártica, hasta las zonas no reproductivas en el sur de Suramérica” [https://avezona.com].

De doce a un millón

Las colonias de dichas aves, se desplazan en grupos, que van desde una docena hasta millones de especímenes. “(…) son conocidas por realizar largas migraciones anuales, que las llevan a cruzar el Ecuador o… rodear la Tierra. Pueden alimentarse en la superficie del océano o en sus profundidades e incluso entre sí. Algunas son pelágicas o costeras, mientras que otras pasan parte del año alejadas completamente del mar” (Wikipedia).

Sinóptico

1815

La Carta de Jamaica

En dicha epístola, el Libertador Simón Bolívar expuso sus ideas sobre los países suramericanos. Al texto -escrito en respuesta a Mr. Cullen, un vecino de Jamaica- se le conoce como “Carta Profética”, al explicar el Libertador las razones de la lucha emprendida por la América hispana en pos de su emancipación, dentro de una visión de conjunto y con originales afirmaciones que para numerosos investigadores, configuran hechos que al paso de los años se cumplirían. En todo caso, el propósito de la Carta era convencer sobre la validez de la gesta independentista. Y Bolívar devela la sujeción espiritual en que España mantuvo por siglos a los pueblos americanos “El velo se ha rasgado: Ya hemos visto la luz, y se nos quiere volver a las tinieblas”. Toda la carta es manojo de profundas elaboraciones, y símil de fina elocuencia que explica la circunstancia, sin que el énfasis ofrezca perífrasis innecesarias. El héroe cincela la contienda “(…) la América combate con despecho; y rara vez la desesperación no ha arrastrado tras de sí a la victoria”,