Tal día como hoy Simón Bolívar se congratuló de contar con amistad de Abate Dominique-Georges De Pradt

Néstor Rivero Pérez

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El 14 de junio de 1823 el Libertador encontrándose próximo a salir de Guayaquil escribe una de las epístolas más elocuentes surgidas de su inspiración, mediante la cual honra la amistad que profesa a Dominique-Georges De Pradt, prelado diplomático y articulista suizo quien desde su abadía de Malinas alcanzó notoriedad en la opinión pública del Viejo Mundo por su sostenida defensa de la causa emancipadora suramericana.

Amigos de excepción

Entre quienes brindaron ayuda de excepción al Libertador, y que le permitieron eslabonar la carrera de gloria que en 1825 le llevó hasta el Potosí, descollan don Francisco Iturbe realista cierto, empero quien en agosto de 1812, al tiempo que desempeñaba el cargo de tesorero de Domingo de Monteverde, profesaba paternal amistad hacia Simón Bolívar desde la ya lejana niñez de este último en su casa del Vínculo la cual visitaba continuamente.

Y como el hombre que llevaba las cuentas y manejos pecuniarios del feroz perseguidor canario, Iturbe obtuvo del gobernante realista, que se le otorgase salvoconducto a Bolívar, colocándose a sí mismo como “fiador” de quien ante Monteverde lucía como uno de los más turbulentos revolucionarios.

Pudo así el futuro Libertador salir del trance con decoro, para iniciar en Cartagena de Indias el periplo de gesta que le ha consagrado en la historia. Otros amigos excepcionales del héroe caraqueño fueron: Alexandre Petión “El Magnánimo”, Luis Brión, Fernando Peñalver, Luis López Méndez, Camilo Torres Tenorio y Diego Ibarra.

En el selecto elenco brilla el nombre de William Ferguson, quien en 1828 dio su vida por defender al Libertador, frustrando con su contención a los complotados, el magnicidio de la Noche Septembrina.

Datos de un abate

Siendo primo de Gérard Duroc, mariscal de palacio -este último- y miembro de la Legión de Honor instaurada por el emperador Napoleón Bonaparte, De Pradt había logrado para 1813, que se soslayase su apoyo al bando realista en tiempos de la Revolución Francesa, viéndose elevado gracias a las recomendaciones de su primo, al arzobispado de Malinas, región belga de Flandes.

De Pradt y la Independencia suramericana

Así escribía De Pradt en 1816: “Parece que la España debería preguntarse a sí misma, (qué) es lo que debe hacer no pudiendo ni conquistar ni conservar, sino -si- será conveniente tratar de hacerse amigos donde no es posible conservar súbditos; si será prudente exponerse a ser y quedar excluida por haber querido excluir; y parece que debería, haciendo de estos principios sencillos la base de su nueva conducta con sus colonias, tenderles una mano amiga en lugar de una mano armada” [Frank B Savage, Tesis Doctoral en Historia, UNAM, 1954, Pág 100 / Tomado de: Repositorio Institucional de la UNAMhttps://repositorio.unam.mx › contenidos.

Será a De Pradt a quien Bolívar dirija una de las más conmovedoras expresiones de su epistolario “mi felicidad es haber nacido cuando De Pratd existía”, mostrando así el regocijo que le embargaba al contestar una carta que el abate le había dirigido meses antes.

“Amistad: honradez y verdad”

“Aristóteles…considera a la amistad como un alma (…) Y la verdad es también para él lo que más se estima. No puede ser más elocuente su sentencia: Amicus Plato, sed magis amica véritas (Platón es mi amigo, pero más lo es la verdad). Para él (Cicerón) la primera ley de la amistad es «no solicitar de los que están por ella unidos a nosotros más que cosas honrosas, ni hacer en obsequio de ellos favores que no sean honestos (…) No es la amistad otra cosa que un perfecto acuerdo de todo lo humano y lo divino” [Mario Briceño Perozo, Texto Leído en la Sociedad Bolivariana de Venezuela, Cs, 17 -12 – 1982 // Tomado de:  https://biblat.unam.mx].

Sinópticos

1859

Ezequiel Zamora

Este día la Municipalidad de Barinas concedió a Ezequiel Zamora, jefe de operaciones del Ejército Federal, el título de “Valiente Ciudadano”. Zamora se distinguió siempre por su sencillez y modestia y empeño de educar a sus tropas en la vocación de un ejército popular, democrático y civilista.

1898

Alberto Adriani

Este día nació en Zea (Mérida), Alberto Adriani, quien en 1936 ejerció la cartera de Hacienda, durante el gobierno de E López Contreras. Adriani, quien murió de fiebre repentina a sus 36 años de edad, esbozó lineamientos para una política de soberanía económica del país, en tiempos en que la renta hidrocarburíferas catapultaba el brusco ciclo migratorio campo-ciudad y daba un vuelco estructural a la vida venezolana. Adriani defendía la preeminencia de la agricultura y producción nacional, sobre el comercio importador. Afirmó “Es oportuno que estudiemos la mejor manera de aprovechar…la prosperidad que podría ser pasajera, traída por el auge de nuestras industrias extractivas, con el designio de edificar las bases de nuestra prosperidad permanente».

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