Tal día como hoy Vasili Chuikov toma mando de Ejército ruso en Frente de Stalingrado, el más sangrientode la II Guerra Mundial
El autor es historiador, docente y abogado.
Néstor Rivero Pérez
El 13 de septiembre de 1942, el general Vasili Chuikov asumió la jefatura del 64º Ejército de Infantería de la Unión Soviética, el cual defendía la estratégica ciudad de Stalingrado (hoy Volvogrado) de los ataques del 4° Ejército de la Alemania nazi que pretendía destruir la URSS y posesionarse del petróleo del mar Caspio.
¿Error de Hitler?
Para ejecutar la “Operación Barbarroja”, como fue denominada la invasión alemana a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), el Führer alemán Adolfo Hitler, destinó una fuerza de 3 millones ochocientos mil efectivos, el mayor ejército jamás reunido hasta entonces en un mismo día, en operaciones militares a lo largo de la historia. Sin embargo, creyendo posible una victoria rápida mediante un ataque sorpresivo y simultáneo con las tres armas (infantería, artillería y fuerza aérea), conocido como “Guerra Relámpago”, Hitler dirigió sus fuerzas en contra de tres destinos geográficamente separados: Uno, el Ejército del Norte, que debía atacar Leningrado (hoy San Petersburgo); dos, el Ejército del Centro, con el designio de tomar Moscú, y tres, el Ejército del Sur, con rumbo a Stalingrado. Estudiosos de la guerra sugieren que siendo Moscú el objetivo central de la invasión, si Hitler hubiese concentrado sus esfuerzos en la capital de la URSS, quizá hubiese ganado la contienda, por cuanto Josiph Stalin, jefe supremo del Estado socialista, no se esperaba el ataque.
Generales
Stalingrado se ubica en la confluencia de los ríos Volga y Tsaritsa (Federación Rusa), zona rica en hidrocarburos, de los que adolecía Alemania. De inmediato Stalin puso al frente de las fuerzas soviéticas de la urbe al general Vladimir Kolpakchi, quien al mes es sustituido por Anton Lopatin.
Sin embargo, los magros resultados de este último hacen traer a Vasili Chuikov, quien estaba de asesor en China, y cuyo liderazgo dio bríos al 64º Ejército soviético, y obligando a las unidades alemanas (Wehrmacht) a permanecer, durante el crudo invierno de 1942 en los alrededores de la ciudad, sin poder tomarla y sin poder tampoco evitar la aproximación de un millón de efectivos del Ejército Rojo procedentes de distintas partes de la URSS, cuya acción daría la victoria definitiva a la URSS el 2 de febrero de 1943.
La más costosa
Cinco meses después de concluida la medición de fuerzas de Stalingrado, los alemanes reconcentraron sus fuerzas en Kursk, región de la Rusia central, en un intento desesperado por hacer retroceder al Ejército Rojo, el cual ya daba inicios a la contraofensiva que, en mayo de 1945 habría de llevarle triunfal a Berlín, para poner así término a la conflagración en Europa. Si bien en Kursk combatieron tres millones de efectivos, más de 6 mil tanques y cuatro mil aviones -fuerza no movilizada en ninguna otra jornada bélica de las que se registra contienda-, debe apuntarse que la de Stalingrado, con su saldo de dos millones de víctimas fatales en ambos bandos, es considerada la acción más sangrienta de la historia universal.
Consecuencias
Stalingrado marcó el punto decisivo de inflexión del poderío alemán. La heroica resistencia de la ciudad dio ánimo al resto de los pueblos que formaron la URSS, especialmente la Federación Rusa, para repeler la agresión del III Reich, a un costo por cierto, de 20 millones de muertos, rusos y ucranianos. Y en tiempos cuando todavía EEUU no poseía el arma atómica, sería la valerosa resistencia y contraofensiva rusa, la que marcó el declive y caída de los nazis.
Sinóptico
1826
Unidad Grancolombiana
Este día, mediante Proclama dada en Guayaquil (Ecuador), entonces parte de -la Gran- Colombia, el Libertador Simón Bolívar da inicio a sus gestiones para conjurar la desintegración del Estado grannacional constituido en Angostura en 1819. El separatismo contaba con el patrocinio de grupos latifundistas y la conspiración de generales, comerciantes y letrados antibolivarianos, con injerencia de funcionarios consulares de EEUU que adversaban el proyecto anfictiónico suramericano. El Libertador, procedente de Perú, donde había dirigido victoriosamente la guerra contra España, arribó a Guayaquil el día anterior, 12. Y el 13 de septiembre, expide su Proclama invitando a salvar la gran Patria formada por Venezuela, Nueva Granada y Ecuador. Meses antes se había creado una grave situación por la decisión del general José Antonio Páez de separar a Venezuela de la Gran Colombia. Páez procedió de este modo ante la amenaza de un juicio en el Congreso, en Bogotá, promovido por el partido santanderista. Bolívar, al informarse de la situación calamitosa en toda la Gran Colombia, se sorprende de la opinión adversa que existía en contra del vicepresidente Francisco de Paula Santander. De Guayaquil el héroe caraqueño marchó a Bogotá y de aquí a Venezuela, para entrar a Caracas a comienzos de enero de 1827.