Tala de árboles entre molestias y confusiones La Candelaria2

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

Preocupados, molestos y con el corazón roto, están los vecinos de la parroquia La Candelaria, Caracas, luego que fuesen talados dos árboles centenarios localizados en la inmediatez de la muy conocida plaza de ese sector.

No saben a ciencia cierta cuál organismo cometió lo que algunos denominan «ecocidio». Señalan como responsable a la Alcaldía de Caracas, pero no descartan que pudo haber sido un ente privado. Lo que sí está claro es que quieren justicia, y que se detenga este tipo de práctica que, afirman, se repite en diversas zonas de la capital venezolana y en otros estados del país.

«Hoy damos un grito de rebeldía. Damos un grito intenso en razón de la exigencia que Caracas necesita amor, cuido, responsabilidad compartida, tanto por el Estado como por la sociedad. El problema no es acusar ni en contra ni a favor», relata a Diario VEA, parado junto a uno de los árboles afectados, Aníbal Isturdes, quien ha dedicado gran parte de su vida a la lucha por la preservación del ambiente, por lo que es conocido como Apóstol de los árboles.

Con la insistencia de que los árboles están llorando producto de la agresión de la que fueron víctimas, Isturdes pide que el jefe de Estado, Nicolás Maduro, visite el sector y constate el daño que causaron contra estos seres vivos que daban sombra y oxígeno, no solo a los habitantes de la zona, sino también a quienes a diario transitan por el lugar.

Isturdes (al centro, con camisa blanca) destacó que los árboles están llorando. Foto Franklin Domínguez

Remarca que estaban completamente sanos y que no había necesidad de talarlos. Manifiesta que una prueba fehaciente de que aún estaban vivos, es que después de haber sido agredidos «lloraban, es decir, de ellos brotaba savia».

Junto a otros vecinos y vecinas del sector, quienes este miércoles 26 de marzo protagonizaron una protesta pacífica, explicaron que quienes cometieron la acción aseguraron que supuestamente era una guarida de ratas. Los residentes y ambientalistas, presentes en el lugar, alegan que de ser así, se pudo buscar otra solución, que no implicara la tala. Fueron destruidos hace siete (7) días.

«Estamos en el Bicentenario de la firma del decreto de Chuquisaca. que llama a sembrar conciencia profunda en la gente» y amor por la naturaleza, agrega Isturdes, en referencia a la medida conservacionista dictada el 19 de diciembre del año 1825, por el Libertador Simón Bolívar, mediante el cual ordenaba al Secretario de Agricultura de la recién creada Bolivia, la plantación “de un millón de árboles”

Esto dice la Alcaldía de Caracas

¿Estos árboles fueron talados por la Alcaldía, como aseguran algunos vecinos?-, preguntó Diario VEA a José Ramírez, director de la Alcaldía de Caracas para la Organización del Poder Popular y la Fiscalización Ambiental de la Secretaría para el Ecosocialismo y Control Ambiental, quien acudió al lugar de los hechos, a lo que responde: «Desconozco. Completamente desconozco. Yo vengo a atender la necesidad, a ordenar, a organizar y a ver cómo nosotros vamos a superar esta dificultad».

Más adelante agrega ante la pregunta, y dirigiéndose a los habitantes del sector que lo escuchaban: «Más allá de lo que aquí ocurrió, esto no se puede seguir permitiendo, hay que atenderlo con anticipación. Yo vengo a invitarlos a organizarnos, a atender, a vincularnos, a entender la naturaleza sin ninguna radicalidad, porque también entiendo que la radicalidad es compleja en este tipo de situación».

Asegura que la institución que representa quiere «atender, subsanar, crear un proyecto entre todos para subsanar la dificultad y esa es la tarea por la que vinimos acá, a atender, a escuchar, a buscar la viabilidad de este espacio; a ver qué podemos plantar».

Invitó a la comunidad a ayudar a construir, alegando que la transformación ecológica llama a la unión, a «unir fuerza por el planeta, para preservar, para sostener que nuestra Caracas sea verde, ecológica, y que todos y todas fortalezcamos la conciencia».

Ante sus palabras, un hombre precisó: «Mira, pero tú dijiste que había sido la Corporación de los Servicios la que había hecho los cortes», obteniendo como respuesta: «Aquí en la ciudad hay varias empresas que se dedican a esa acción (…) Ahora, de constar concretamente, mira no, porque yo no estuve acá. Yo vengo a atender la situación. Vuelvo y te repito, nosotros venimos acá a ayudar, a ponernos a la disposición del Poder Popular para poder construir».

Explicó que la Alcaldía de Caracas puede permisar la poda de árboles cuando se trate de caucho, apamate, flor de la reina, con su tratamiento fitosanitario, como tiene que ser. «Ahora bien, hay árboles que están en veda, que nosotros como municipio no tenemos la competencia directamente; la tiene el Ministerio para Ecosocialismo; ellos tienen que emitir una Providencia para atender a ese individuo, bien sea un caobo, un araguaney, un mijao, etc». Entendiéndose como árbol en veda, aquel que está protegido por el Estado y cuya explotación está restringida durante un período.

¿Este árbol estaba en veda?», preguntamos, a lo que respondió: «No, este es un árbol que no está en veda; este es un árbol al que la gente le tiene mucho cariño por el tiempo que permaneció aquí, y bueno, eso trae arraigo, es la identidad. Entonces nosotros queremos generar una nueva visión y evitar este tipo de situaciones, y que juntos y juntas coloquemos sobre la mesa qué es lo que queremos para nuestro sector, nuestro territorio, para el municipio».

Agrega que en la ciudad de Caracas hay árboles que son muy ancianos, que «tienen que ser atendidos de la mejor manera, con poda adecuada, aplicar nutrientes, darle su tratamiento fitosanitario, como tiene que ser».

En ese sentido dio a conocer que en «la ciudad de Caracas, el 70 % de los árboles están en edad avanzada (…) son longevos, tienen una cantidad de años importantes, y eso es un problema para la ciudad también. ¿Qué hay que hacer? Generar una ruta de inspección, de tratamiento y de adecuación de un plan de reforestación urbana, en el que ya nosotros estamos trabajando».

Manifestó que en la ciudad hay árboles que su tiempo de vida son 150 años, y ya están próximos a cumplirse, «y si nosotros no hacemos algo en este momento, nosotros en la ciudad podemos quedar sin árboles, por ‘x’ motivos, porque se caen, porque perdieron su vida útil. Hay árboles que están muriendo, se están secando solo».

Ante esta situación llamó a la comunidad a trabajar de la mano con la Secretaría de Ecosocialismo y Control Ambiental de la Alcaldía.

Más de 270 kilos de oxígeno perdidos en la capital

Luis Sánchez, abogado, ambientalista y residente de esa parroquia desde hace 30 años, explica que los árboles dañados hace una semana, son centenarios. «Más de 100 años tiene este árbol ubicado en la plaza Urdaneta o plaza La Candelaria. Estaban completamente sanos. Hay dos árboles aquí totalmente talados». Describe a Diario VEA, que son plantas de caucho (de la familia de las euforbiáceas).

Argumenta que eran importantes, primero porque hay que conservar a los seres vivos; segundo por el enorme beneficio que aportaba a la ciudad, al producir más de 270 kilos diarios de oxígeno. En ese sentido, indica que estos árboles representaban la preservación del ambiente, y más en un momento donde se vive una crisis producto del calentamiento global, y que llevó el domingo 23 de marzo, al gobierno nacional a tomar una serie de medidas, entre ellas la reducción del horario en la Administración Pública, por la sequía que vive la nación.

Estos árboles producían «más o menos 270 kilos de oxígeno diario. Se pueden imaginar a cuántas personas llegaba este oxígeno», hace énfasis. Agrega más adelante que generaban sombra, paz, tranquilidad.

Luis Sánchez.

Manifiesta que no afectaban la estructura de la calle, ni los organismos e instancia que están a los lados, entre ellos el Registro Civil y la Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria. Describe que posiblemente la raíces de los árboles estén hacia abajo, «porque por aquí debe pasar alguna quebrada y se alimentan» de ella.

Sánchez argumenta que la Alcaldía de Caracas tiene potestad para «podar y hacer tratamiento fitosanitario, pero no para eliminar a un árbol; el que tiene la potestad para hacer eso es el Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo, a través de unos pasos, que incluye convocar a la comunidad, expertos, a autoridades, a los consejos comunales, a los equipos políticos, para demostrar que este árbol está en peligro, afectando a alguien, que penalmente puede traer consecuencias; pero no se pueden talar como hicieron con este árbol».

El integrante de la Asociación de Usuarios en Defensa del Parque Los Caobos, AsudeCaobos, denuncia que los árboles fueron talados de noche. Cuando se percató de lo que sucedía, la comunidad se acercó al lugar a defender a los árboles, un ser vivo que «no habla», que no es capaz de defenderse.

Agrega que lo sucedido con los árboles de La Candelaria debe hacerse sentir. Dirigiéndose por este medio al jefe de Estado, Nicolás Maduro, exclama: «Señor Presidente, yo le hago a usted un llamado, usted que es un hombre ambientalista, usted que sabe que están las 7T, donde metió una T, que es la del cambio climático; usted que ama los árboles… Yo quiero que se haga justicia por este árbol, que se llegue a las máximas consecuencias (…)».

Dice que quienes cortaron los árboles justifican que en el lugar había «un sótano de rata». De ser así, tendría que haber intervenido el Ministerio del Poder Popular para la Salud. De inmediato exige al Ministerio para Ecosocialismo que «este caso lo tome como emblemático y a raíz de este caso tenemos que hacer en todo el país una campaña sobre el cuido de los árboles. Hay que hacer tratamiento fitosanitario. Hay que llamar a los consejos comunales, al pueblo para que colabore también, porque alguien que le eche agua a un árbol lo va a amar toda la vida».

Mostrando los cortes irregulares que presentan los árboles talados, denunció que esos cortes fueron hechos con «salvajismo», sin el aparente conocimiento de lo que es el ecosocialismo, el cambio climático.

Una comunidad organizada que no fue notificada

La parroquia La Candelaria es una «comunidad que está muy bien organizada, desde los CLAP, los Consejos Comunales», y aún así los vecinos no fueron consultados sobre la tala de los árboles, da a conocer José Gregorio Cabello, jefe de calle, y residente del sector desde hace casi tres décadas.

Da a conocer que en un grupo colocaron una foto acompañado del mensaje que los roedores se habían comido las raíces de los árboles, «y eso es falso (..) Estaban ‘vivos y coleando’, llorando toda la savia y todo el dolor que le han hecho».

¿Cómo sabe que está «vivo y coleando»?, preguntamos, a lo que respondió: «Se sabe porque cuando se corta un pedazo la savia cae, eso indica que el árbol todavía está respirando, cumpliendo su función» ambiental.

El también dramaturgo agrega que ellos, la comunidad, preguntó quién tomó la decisión de talarlos pero «no dijeron quién». Remarca que fue una decisión que no fue consultada con los vecinos.

Destaca que precisamente el lugar donde estaban los árboles es el sitio de «operaciones de La Candelaria, de aquí partimos a las reuniones, las marchas, las festividades. No es posible que ignoren las necesidades que tenemos los vecinos de estos árboles, que nada más y nada menos que nos guarece cuando venimos a las elecciones participativas de la comunidad, aquí colocamos a los adultos mayores».

Los vecinos fueron testigos, una noche de marzo de este año, de la destrucción de los árboles centenarios. Foto José Gregorio Cabello

Insiste que en el sector hay alrededor de 30 consejos comunales, y «ninguno fue notificado, aun cuando estamos haciendo las elecciones para trabajar en los proyectos de cada lugar».

Indica que no sabe quién taló los árboles, «porque cada día viene un camión diferente (…) Ellos no se identifican». Cuenta que el día que los destruyeron, él estaba tomando la foto del delito, y quienes talaban le hacían seña con el dedo, en señal de burla.

«Es un árbol sano, están embauladas las raíces para que no tome la calle», afirma, al tiempo que denuncia que en esa parroquia ya han sido talados otros árboles. «Ya los pajaritos no vienen a La Candelaria», dice.

Asegura que los vecinos consideraban estos árboles patrimonio de la comunidad. Un árbol es poesía, agrega.

Exige a las autoridades, que antes de talar un árbol se consulte a la comunidad, y más en La Candelaria, que está bien organizada, y donde pueden dar respuesta a situaciones de este tipo. «Esto no era un problema». Acota que las dificultades se van a generar si se siguen haciendo estas prácticas, porque se corta la respiración de la ciudad.

Momento de la tala nocturna. Fotos Cortesía José Gregorio Cabello

Denuncia en Fiscalía

La denuncia de la tala de los árboles fue hecha ante la Fiscalía Penal Nacional con Competencia Nacional número 87. Así lo dio a conocer cerca de las 11:30 de la noche, Luis Sánchez, en un mensaje vía WhatsApp que dirigió a Diario VEA.

Contó que luego del acto de protesta que tuvo lugar en horas de la tarde, un grupo decidió ir ante esta instancia del Ministerio Público. «Está la causa penal abierta y la gente se puede adherir» firmando, llevando escritos y fotos.

Con la tala de estos árboles se fueron secretos de más de 100 años expuestos por los que se sentaban bajo ellos. Se fueron quizás varias historias de amor que pudieron haber nacido o ser alimentadas en ese lugar. Con ellos partieron el susurro de las plegarias de más de un devoto o devota de los que acuden a la iglesia de La Candelaria a pedir sanación al Médico de los Pobres y pronto santo, José Gregorio Hernández.

1 pensamiento sobre “Tala de árboles entre molestias y confusiones: La Candelaria

  1. Las comunidades deben ser notificadas cuando los organismos municipales decidan talar árboles , sobre todos aquellos que están sembrados durante tantos años. Los árboles no solo dan sombra, flores y frutos, sino que además de ser hogar para algunas especies voladoras también cuidan el oxígeno de quienes residen en urbanizaciones y barrios de la ciudad.

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