Tarek William Saab: Cuando hay fiscal corrupto su accionar pudiese incluir a un juez

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El titular del Ministerio Público también se refirió a las distintas modalidades irregulares en que incurren los fiscales corruptos para obtener dinero. Foto @MinpublicoVE.

VEA / Carlos Batatin

Al ofrecer su primera rueda de prensa correspondiente al presente año, Tarek William Saab, fiscal general de la República, dijo que desde su llegada a esa despacho se han investigado a 282 fiscales, de los cuales 244 han sido judicializados y que la mayoría de esos funcionarios desviados de la actuación ética, pertenecen a gestiones anteriores.

De acuerdo con las estadísticas dadas por el representante del Ministerio Público a través de Venezolana de Televisión,  de «ellos 155 han sido imputados, 27 han sido condenados, 12 se encuentran actualmente privados de libertad y 18 se mantienen en fuga con orden de aprehensión.

En su opinión, el presente año va a seguir siendo de mucho trabajo para esa institución, dedicación y participación para favorecer la paz republicana. «La gente lo reconoce, a pesar de cualquier error. En Venezuela se respira un clima de paz».

Recordó  que el Ministerio Público y sus fiscales son un pilar fundamental en la búsqueda de la justicia y la protección del pueblo venezolano, resaltando que «siempre lo he dicho, cuando hay un fiscal corrupto generalmente a su alrededor existe un elemento que favorece su accionar. Pudiese ser incluso un juez».

Modus operandi

Luego de ofrecer las anteriores cifras se refirió a la modalidad con que actúan los fiscales corruptos para llevar a cabo su delito, con el objetivo de que la ciudadanía rápidamente detecte el modus operandi y los denuncie en forma oportunamente.

Por ejemplo, agregó el fiscal General, el primer tipo de modalidad de corrupción es cuando el fiscal público le cobra a una persona antes de ser llevada a la audiencia de presentación. «En esta forma le solicitan al tribunal que al indiciado, de ser objeto de una medida judicial preventiva, el fiscal cambia la precalificación del acusado a fin de que goce de una medida cautelar».

Seguidamente habló sobre la corrupción propia agravada, la cual se caracteriza  cuando el  fiscal del Ministerio Público, quien conoce una investigación penal, solicita el sobreseimiento de la causa sin tener en las actas del expediente elementos de convicción, con cuya conducta pretende favorecer al investigado dependiendo del caso.

Según con sus declaraciones, otra modalidad diferente a la de corrupción es la concusión penal, y es cuando adelanta  una investigación penal y le pide dinero al imputado para tomar tres actas de entrevistas previamente promovidas, cuyos contenidos lo favorecerán para la resolución definitiva del proceso que se sigue sin poder arribar a un acto conclusivo. «Es decir, simula las actas o las disfraza para favorecer al delincuente».

Dijo que el tercer supuesto sobre la falta de ética de algunos fiscales, está referido a la comisión dolosa y es cuando «el fiscal deja de emitir  un acto conclusivo en un procedimiento con detenidos para que decaiga la medida y el tribunal otorgue la libertad y favorecer al detenido.

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