¡Terrorismo! Asesinos de presidente de Haití fueron contratados para matar al mandatario de Bolivia
El ministro de Interior boliviano dio a conocer que Arcángel Pretel y Antonio Intriago estuvieron en octubre de 2020 en el país. Llegaron desde EEUU. Foto Internet
VEA / Yuleidys Hernández Toledo
El ministro de gobierno (Interior) de Bolivia, Carlos Eduardo Del Castillo, vinculó a integrantes del grupo que acabó con la vida del presidente de Haití, Jovenel Moïse, en julio pasado, con un intento de magnicidio contra el mandatario boliviano, Luis Arce en 2020, después de haber ganado las presidenciales en octubre de ese año.
«Días antes de las elecciones, paramilitares que después matarían al Presidente de Haití y contratistas mercenarios como los señores Arcángel Pretel y Antonio Intriago estuvieron en el país, según información que obtuvimos. La intención principal de estos señores era acabar con la vida del Presidente» Luis Arce, reveló Del Castillo en una rueda de prensa en La Paz.
Indicó que entre el 16 y el 19 de octubre de 2020 ingresaron al país el colombiano Arcángel Pretel Ortiz y el venezolano y con vínculo de la extrema derecha, Antonio Intriago, ambos con la ruta Estados Unidos-Viru Viru.
Además ingresó por esa fecha a territorio boliviano, Ronald Ramírez Salamanca, exdirector de la Policía de Colombia. Lo hizo por la ruta Colombia-Viru Viru.
Dijo que Pretel era “el enlace” de la empresa de seguridad Counter Terrorist Unit Security (CTU) con sede en Miami, compañía a la que también está vinculado Intriago.
El ministro boliviano afirmó que el excapitán del Ejército de Colombia, Germán Alejandro Rivera García, quien figura entre los 21 responsables del asesinato del presidente haitiano, también estuvo en Bolivia entre el 16 y 19 de octubre de 2020, para llevar a cabo el plan de magnicidio contra Arce. «Llegó dos días antes de las elecciones» presidenciales boliviana.
«Estamos hablando que días antes de las elecciones, paramilitares que después matarían al Presidente de Haití y contratista mercenarios como el señor Arcángel Pretel y señor Antonio Intriago estuvieron en el país, según información que obtuvimos, la intención principal de estos señores era acabar con la vida» del ahora presidente Luis Arce.
Señaló que los mercenarios se hospedaron en el hotel Presidente, ubicado en la ciudad de La Paz. Estuvieron en las habitaciones 1406, 1407 y 1409. «Este hotel se encuentra muy cercano a la plaza Morillo, lugar donde fue la toma de posesión de Luis Arce Catacora», el actual presidente.
Dijo que también tienen información que los mercenarios y contratistas se reunieron en el hotel Marriot con altas autoridades de la dictadora Áñez.
Los mercenarios abandonaron el país el 22 y 23 de octubre de 2020, unos rumbos a EEUU y otros a Colombia.
En su alocución, destacó que desde que Arce fue designado como candidato presidencial, vienen trabajando en su seguridad, pues alegó que el primer riesgo que tenía el Movimiento Al Socialismo (MAS) es que no lo dejaran participar en los comicios; el segundo fue que trataran de evitar que el mandatario asumiera el cargo y tercero que lo dejaran gobernar.
Sobre este último punto, señaló que «estamos viendo que aún existen algunas células, personas que quieren desestabilizar el gobierno y que estarían planificando nuevas acciones para desestabilizar este país y no tener un Presidente».
A raíz de un reportaje de la revista lntercept, se conoció de los planes del pasado gobierno de facto para asesinar a Arce cuando todavía era presidente electo. Al respecto, el ministro ofreció detalles con base en audios y documentos, en los que Luis Fernando López, exministro de Defensa del gobierno de la dictadora Jeanine Áñez, hizo gestiones con empresas extranjeras «para traer sicarios y paramilitares» estadounidenses y colombianos a Bolivia.
«Tenemos entendido que, de acuerdo a información que estamos corroborando, que el señor López Julio tenía por objetivo quedarse con el poder matando a bolivianas y bolivianos contratando sicarios extranjeros”, denunció, al tiempo que agregó que “estas personas (los mercenarios) hubieran tenido un contrato anual inicial de 125 mil dólares estadounidenses o 10.416 dólares mensuales».
Como queda demostrado q la «Sea»Marta Lucia, es una agente de la CIA, que están exportando su régimen de terror, por el continente contra los hombres y mujeres progresistas.
Ya entendemos cual es la preocupación de que sus mercenarios estén bien cuidados en Haití. Esto no lo puede dejar pasar la CELAC, tienen que discutirlo, analizarlo y si es preciso expulsar a Polombia del organismo regional. Son una vergüenza de los países democráticos. Además, ponen en riesgo a todos los países de la CELAC, con sus contrabandistas de droga, que sin ningún tapujo lavan en su economía, creando una casta dueña del país y una FAC haciendo el trabajo sucio.