Triduo Pascual: Esto conmemoran los tres días más importantes de la Semana Santa
Los sufrimientos de los enfermos, los pobres y rechazados del mundo se llevan estos días, dijo el papa Francisco.
VEA/ Yonaski Moreno
Durante la Audiencia General celebrada este miércoles 31 de marzo, el papa Francisco recordó a los fieles la importancia del Triduo Pascual, centro del año litúrgico, en los que se celebra el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
En tal sentido, el Pontífice resaltó que el Jueves Santos, los feligreses, reviven lo sucedido en la Última Cena. “Es la noche en que Cristo dejó a sus discípulos el testamento de su amor en la Eucaristía, no como recuerdo, sino como memoria, como su presencia eterna. En este Sacramento, Jesús sustituyó a la víctima sacrificial por él mismo: su Cuerpo y su Sangre nos dan la salvación de la esclavitud del pecado y de la muerte”.
Destacó que vivir la última cena es un llamamiento a amarse unos a otros y convertirse en servidores de los demás, tal como lo hiciera Jesucristo al lavar los pies de sus discípulos.
Por otra parte, explicó que el Viernes Santos es un día de penitencia en el que, a través de la Sagrada Escritura, los fieles se reúnen en el Calvario para conmemorar la Pasión y Muerte Redentora de Jesucristo.
Durante este día, “Llevaremos en la mente y en el corazón los sufrimientos de los enfermos, de los pobres, de los rechazados de este mundo; nos acordaremos de los ‘corderos inmolados’, de las víctimas inocentes de las guerras, de las dictaduras, de la violencia cotidiana, de los abortos… Ante la imagen del Dios crucificado llevaremos, en la oración, a los muchos, demasiados crucificados de hoy, que sólo pueden recibir de Él el consuelo y el sentido de su sufrimiento”.
Resaltó que en los tiempos que corren, puede verse a Jesús crucificado en las guerras, en los niños que mueren de hambre, los niños que no tienen educación, en pueblos enteros destruidos por las guerras y por el terrorismo.
El Papa señaló además que el Sábado Santo representa el día del silencio vivido con llanto y y desconcierto por los primeros discípulos. «Este sábado es también el día de María: ella también lo vive con lágrimas, pero su corazón está lleno de fe, lleno de esperanza, lleno de amor”, indicó
