Tuitero evidencia que Jaime Lusinchi puso en riesgo vidas de rehenes durante rescate de avión secuestrado

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En 1984 el entonces Presidente de Venezuela habría ordenado asaltar aeronave de Aeropostal, no obstante estar ocupada por casi 100 personas. Fotos Internet.

VEA / Ildegar Gil

Sin saberlo, entre 20 y 30 personas corrieron el riesgo de morir, «gracias» a una orden dictada por el entonces presidente de Venezuela, Jaime Lusinchi (1984-1989). La cifra era parte del pasaje de mujeres y hombres que el 29 de julio de 1984 viajaban a bordo del vuelo 252 de la empresa Aeropostal, secuestrado por dos (2) de los ocupantes de la aeronave.

La conclusión en torno al peligro corrido por las tres (3) decenas de pasajeros surge del relato de quien se identifica como @Vengador2100 en la red digital Twitter. Se trata de alguien que acumula más de 35 mil seguidores desde que ingresó al sistema en agosto de 2021, y quien, de acuerdo al perfil que muestra, nació en Lituania y es «criminalista experto en homicidios». Afirma, igualmente, ser escritor. Suele relatar situaciones de vieja data, según se determina tras una rápida búsqueda en sus textos, relacionados con hechos que -en su momento- ocuparon importante centimetraje en la prensa. Estuvo al servicio del Cuerpo Técnico de Policía Judicial (hoy Cicpc), actuación que le permitió conocer muy de cerca detalles que ahora -tras largos años de archivo-, maneja con hábil fluidez.

«Lusinchi dio luz verde»

El 14 de mayo, Vengador Anónimo® -como se hace llamar, y a quien denominaremos VA-, resumió en 17 tuits un capítulo que durante casi dos (2) días crispó los nervios de buena parte del país y de naciones cercanas: el secuestro de El Zuliano, nombre del avión propiedad de la empresa mencionada al inicio.

En la primera entrega, el autor deja claro que sus siguientes líneas se desprenden de la versión «de un antiguo miembro de la DISIP de quien recibí sus apuntes hace varios años poco antes de su fallecimiento». Ese tuit lo titula Lo que no se contó sobre el secuestro del vuelo de Aeropostal.

Es de acotar, sobre todo para los más jóvenes, que Disip son las siglas de lo que fue la Dirección de Inteligencia de los Servicios de Investigación y Prevención, cuerpo armado que antecedió al actual Sebin: Servicio Bolivariano de Inteligencia.

El plagio del avión, de acuerdo a información digital, sucedió el 29 de julio de 1984. «…partió de Maiquetía a la 1:34 de la tarde, pero su ruta inicial fue desviada», cita Tal Cual, medio que añade que «.. Dominique Hilertant y Segundo Félix Castillo, tomaron el control de la aeronave y pretendieron aterrizar en Nueva Esparta», coincidiendo con VA, quien en el tuit 13 deja claro que efectivamente el destino era «un viaje de placer a Margarita».

Dominique Hilertant y Segundo Félix Castillo.

Según el tuitero, quien como foto de presentación usa el rostro de Charles Bronson, (actor estadounidense de origen lituano que interpretó mayormente papeles de hombre rudo, donde lo habitual era que sus personajes fuesen brutales detectives de policía, justicieros, pistoleros, vigilantes, boxeadores o matones de la mafia», según Wikipedia), la aeronave fue desviada «de su destino original. Sobrevolando varias islas antillanas hasta que llegaron finalmente a Curazao pidiendo 5 millones de dólares, armas y un helicóptero».

Así las cosas, precisa VA, el Mandatario (1924-2014) hace llamar al Palacio de Miraflores a quien identifica como H L Cisco (SIC), quien en realidad era Henry López Sisco, policía históricamente asociado a procedimientos reñidos con los derechos humanos.

Acota VA: «Lusinchi le pregunta a Cisco cuales son las probabilidades de éxito y éste muy seguro de si mismo le respondió que sería 100 %».

Seguidamente, VA expresa que López Sisco sinceró el «costo» de la operación en la colonia holandesa, pues, «de 87 pasajeros podían fallecer entre 20 y 30 dadas las circunstancias y características del avión DC9». Es decir, 34% de quienes permanecían como rehenes.

Dice VA inmediatamente: «Lusinchi dio luz verde», para añadir: «Y el resto es historia con el excelente resultado ya conocido», en el que Dominique Hilertant y Segundo Félix Castillo cayeron abatidos en el interior del fuselaje durante la incursión de López Sisco y su equipo.

¿Por qué la indiferencia hacia los rehenes?

A la luz del respeto a los derechos humanos, y tomando en cuenta que diferentes gobiernos de Venezuela han suscrito y ratificado cuantiosos compromisos vinculados con el respeto a los mismos, no deja de llamar la atención que el entonces jefe de Estado haya obviado el peligro que se cernía sobre el referido alto porcentaje de pasajeros. De hecho, el artículo 58 de la Constitución vigente para entonces -desde el año 1961-, establecía que «el derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de muerte ni autoridad alguna aplicarla».

Aquel acto de indiferencia ¿o irresponsabilidad? de quien fue médico de profesión, hacia las vidas de quienes permanecían bajo secuestro, obliga a canalizar el rastreo hacia otras actuaciones suyas en el ámbito de los DDHH durante su quinquenio. Uno de ellos, seguramente no el más sonado, sucedió al oeste del territorio, específicamente en el estado Yaracuy cuando dos (2) años después del episodio del avión, exactamente el 8 de mayo de 1986, «fueron capturados y posteriormente asesinados, por un comando de la Disip, nueve personas en la zona La Vaca, Barlovento, cercana a la población de Yumare, estado Yaracuy. Este hecho pasó a la historia como la Masacre de Yumare», se lee en el libro Venezuela siempre grande, autoría de la periodista Yuleidys Hernández Toledo.

La obra, galardonada en el año 2021 con el Premio Nacional de Periodismo, reseña que «no fue la única masacre ejecutada en el régimen de Lusinchi» puesto que «el 14 de octubre de 1988, ya casi al final de su gobierno, 14 pescadores fueron masacrados por efectivos del Comando Específico “José Antonio Páez” (Cejap), en el sector conocido como Caño La Colorada, estado Apure».

Según la investigación de la reportera, en ambas operaciones figuró como pieza fundamental de la liquidación de seres humanos alguien que ya es conocido en el presente trabajo: Henry López Sisco.

Henry López Sisco.

Vivos, muertos ¡o bien muertos!

De acuerdo a medios consultados, tanto nacionales como internacionales, la tensión reinante aquella vez se extendió durante 38 horas. Hoy, ambos dígitos parecen configurar un mensaje con voz propia, pues, exactamente 38 años después el personaje a quien identificamos como VA entregó a la autopista de la información insumos que, no obstante el tiempo transcurrido, poseen la fuerza suficiente para al menos sorprender (o estremecer) a quienes la abordan palabra a palabra ¡y no es para menos!: el filón político, guste o no, acompañó al suceso.

El medio español El País haciéndose eco de «observadores en Caracas» quienes a la vez fueron contactados por la agencia gala France Presse, publicó que la acción de Hilertant y Castillo «podría tener por objetivo conseguir fondos y armas para la oposición haitiana».

«El secuestrador haitiano quería tumbar la dictadura militar de su país», afirmó elselvatico.blogspot.com.

Tal cual, diario fundado en el año 2000 (16 años después del evento), emuló la línea editorial de los anteriores en trabajo presentado el 2 de noviembre de 2017. El título del trabajo firmado por Emily Plasencia da cuenta de ello: El secuestro de un avión para tumbar al dictador.

Sin embargo, y he acá la segunda noticia de la presente entrega, detrás de los abatidos se extendió una cortina que a lo largo de casi cuatro (4) décadas ocultó lo que en palabras de @Vengador2100 caracterizó a los «ineptos (…) y nalgas abiertas (…) asesores de Lusinchi».

Partiendo de «los apuntes» que dice haber recibido «…de un antiguo miembro de la DISIP…», a quien no identifica pero quien se los hizo llegar «…hace varios años poco antes de su fallecimiento», la pareja protagonista de la historia desarrolló una quirúrgica estrategia que los llevó a obtener «carta blanca» al punto de que «casi que le rinden honores de Estado», siempre en palabras del narrador policial.

A objeto de no abusar del tiempo de los y las usuarias de Diario Vea, y adelantando que los y las interesadas podrán apreciar en una galería localizada al final, textual y fielmente las líneas plasmadas por VA, haremos un intento por resumir el trasfondo de aquel acto de aventura aérea.

El haitiano, Dominique Hilertant, y el dominicano, Segundo Félix Castillo, «eran dos tipos con credenciales policías de poca monta pero de alguna manera lograron pertenecer al anillo de seguridad del presidente Burham», dice en referencia directa a Linden Forbes Sampson Burnham, entonces presidente de Guyana, excolonia inglesa cuyos regímenes no han escondido la apetencia que les despierta el venezolano Territorio Esequibo.

Ante la solicitud formulada para ¡»desestabilizar al gobierno de Guyana»!, siempre según VA, la administración de Lusinchi aprobó brindarles «un entrenamiento de 6 meses, en una hacienda ubicada entre los estados Aragua y Guárico».

El plan real de los isleños estaba muy lejos de estremecer el trono con asiento en Georgetown, cosa que quedó demostrada con la concreción del desvío del vuelo 252. Queda sobreentendido que el objetivo real era acumular recursos para luchar contra el tirano de Haití, Jean-Claude Duvalier, conocido como Baby Doc, varias veces mencionado por Hilertant y Castillo durante los entrenamientos en Venezuela. «Gobernó su país, el más pobre del hemisferio occidental, con brutalidad y saña y se enfrentó a acusaciones por crímenes de lesa humanidad y corrupción cometidos durante su régimen, que asesinó, torturó y forzó la desaparición de miles de opositores», refresca La Vanguardia.

Jean-Claude Duvalier, conocido como Baby Doc.

Conocidos estos datos y rememorado el «desinterés» de Lusinchi por la suerte de 30 personas inocentes, solo queda preguntarse si tal obviedad respondió a la necesidad de garantizar el silencio de dos (2) hombres que, de haber sido sometidos y aprehendidos con vida, hubiesen desnudado verdades inconvenientes para el status quo de esa fracción de la Cuarta República. Tal vez no en vano, VA escribe en el tuit 15: «Es en ese momento que todo se destapa, Lusinchi avergonzado no tuvo más remedio que pedir a H L Cisco que acudiera en persona a Miraflores».

Ah, ya para culminar bien la pena citar las palabras de otro desconocido: @AlbertoCorrea. En respuesta a @Vengador2100 M dejó para la posteridad: «Mi ex cuñado estaba adentro de “El Zulianito” le ponían nombres como a las lanchas en esa época, fueron “fusilados”, no hubo enfrentamiento porque se rindieron con las manos arriba..igualmente Lopez Cisco se llevó su trofeo».

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