¡Urgente! 1.200 misiles apuntan hacia Venezuela, denunció Maduro (Ver video)

VEA / Ildegar Gil

Un mil 200 misiles, apostados sobre 8 buques militares y un submarino nuclear, apuntan sobre la República Bolivariana de Venezuela. La denuncia la formuló el presidente constitucional de la nación, Nicolás Maduro Moros, este lunes 1° de septiembre, durante encuentro organizado para medios nacionales e internacionales en el céntrico Hotel Meliá Caracas.

Ante más de 300 profesionales de la comunicación, el jefe de Estado reiteró su condena a los movimientos más recientes de la Administración de Donald Trump, en las aguas del mar Caribe, originando no solo las protestas nacionales, sino de casi todo el continente y de buena parte del mundo.

«Venezuela está enfrentando la más grande amenaza que se haya visto en nuestro continente en los últimos 100 años», subrayó ante las y los representantes de la prensa quienes escuchaban y observaban tanto física como virtualmente.

Con precisión, indicó que la acción imperialista «…es extravagante, injustificable, inmoral y absolutamente criminal, sangrienta, absolutamente criminal…».

Interpretando la decisión estadounidense para el despliegue hacia las aguas internacionales, relató que «…ellos han querido avanzar hacia lo que llaman la máxima presión: en este caso, es militar», acotando de manera inmediata que ante «…la máxima presión militar, nosotros hemos declarado la máxima preparación para la defensa de Venezuela».

«Ante la máxima presión, máxima preparación», recalcó resueltamente. Sobre este último aspecto, señaló que el mismo fue impulsado activando la letra de la Constitución aprobada por el pueblo en referendo consultivo, el 15 de diciembre de 1999, «…porque esa es la ley que rige en nuestro país. Hoy y siempre será así», apuntó mientras un ejemplar de la Carta Magna era sostenido y mostrado ante las cámaras desde su mano derecha, categorizando de «constitucionalista» la toma de decisiones en el territorio patrio.

Acentuando el rol de la movilización popular, el líder bolivariano tuvo franca deferencia hacia la población: «Yo agradezco, de verdad a nuestro pueblo, como siempre decimos en perfecta unión popular, militar, policial, agradezco a todos los ciudadanos y ciudadanas de Venezuela, el aplomo, la firmeza, la conciencia patriótica, el espíritu, el fervor que se ha visto en todos estos días de amenaza, en escalada de amenaza continua», haciendo recordar -entre otras cosas-, las jornadas de alistamiento los días 23 y 24 agosto, así como 29 y 30 del mismo mes por él convocadas.

Sin vacilación alguna, rotuló como pacífico y pacifista al pueblo todo, advirtiendo no obstante que «…somos un pueblo de guerreros», por lo que -forma convincente-, señaló: «Venezuela no va a ceder jamás a chantajes ni amenazas de ningún signo», definiendo que este tipo de proceder responde a lo que conceptualizó como «nuestra trayectoria histórica», de lo cual había discernido al inicio de la rueda de prensa exaltando la valentía y el coraje ancestral e independentista de las libertadoras y libertadores nacidas y nacidos dentro de los márgenes criollos.

Manejando mediciones, dejó ver que más de 90% de las y los consultados rechaza tajantemente las amenazas del régimen del norte. «Cifra récord en cualquier medición estadística, en cualquier país y en Venezuela», especificó.

Seguidamente tuvo palabras de agradecimiento hacia movimientos internacionales así como a la opinión pública mundial, incluyendo a aquellos que hacen vida en Washington.

Bodrio jamás visto

A estas alturas de su participación y tras resaltar que la República ha resultado vencedora, tras las confrontaciones híbridas a las que ha sido sometida por el poder hegemón, ubicó la más reciente arremetida en la lista de los bodrios, momento en el que se permitió comparar el ataque gringo actual «…solo comparable, en su momento, con la crisis de octubre de 1962 contra Cuba». En esa ocasión, por primera vez, «…la humanidad se vio al borde de la guerra nuclear…» señala Ecured al citar el peligroso instante protagonizado por -además de La Habana-, Estados Unidos y la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Amplió el espectro de su consideración, manifestando que la vivencia actual no solo carece de antecedentes en las aguas caribeñas, sino en cualquier parte del hemisferio. Argumentó su análisis, tomando como punto de apoyo el texto autoría del intelectual y expresidente dominicano, Juan Bosch, De Cristóbal Colón a Fidel Castro. El Caribe frontera imperial, en el que no existe relato alguno cuando de colonialismo e invasiones se trata. «Una situación como esta, realmente, no se había visto», sentenció.

La sombra de la mafia mayamizada

Añadiendo detalles a la grave denuncia, colocó sobre su exposición un punto por demás interesante, clave para la comprensión del asunto: La mafia de Miami, como la denominó. «Ha tomado el poder político de la Casa Blanca y del Departamento de Estado», adhirió.

Consideró que la política exterior de EE.UU ha sido mayamizada, imponiéndosele una visión extremista no solo contra Venezuela sino hacia toda América latina y el Caribe «porque amenazar a Venezuela es amenazar al continente entero», estimando que sus propulsores «…han impuesto la peor de las versiones de lo que ellos llaman máxima presión frente a un país».

Ante tal escenario, como hizo antes, apeló a la Constitución como base legal para ofrecer respuesta a la agresión gringa «…convocando a la unión nacional y preparándonos para preservar la soberanía nacional, la paz y la integridad territorial en todos los días, en todos los meses y en todo el tiempo que pretenda el imperio estadounidense aplicar estos métodos inmorales, ilegales que violan la Carta de Naciones Unidas», documento que -como recordó- está por arribar a 80 años de su concepción (firmada en junio de 1945), una vez derrotadas las fuerzas fascistas y que, como bien enfatizó, prohíbe «…el uso de la fuerza militar contra Estados soberanos miembros de Naciones Unidas, o la amenaza del uso de la fuerza contra miembros soberanos».

Llamado a Trump

Iniciada la ronda de preguntas, hizo un llamado al inquilino de la Casa Blanca sobre la tesis de que le han impuesto la diplomacia de las cañoneras. «Usted tiene que cuidarse porque Marco Rubio, quiere manchar sus manos de sangre, con sangre suramericana, caribeña, con sangre venezolana. Lo quieren llevar a un baño de sangre y que su apellido, Trump, se manche de sangre por los siglos de los siglos con una masacre contra el pueblo de Venezuela; con una guerra terrible contra Suramérica y el Caribe porque esto sería una guerra completa en todo el continente», alertó.

Confía en que Trump, en quien encontró cualidades de inteligente, sabrá lo que debe hacer ante la situación planteada.