¡Crimen contra venezolano! Tiene discapacidad secuestrado en El Salvador

VEA / VTV

Víctor Andrés Ortega Burbano, joven de 24 años de edad con discapacidad por atrofia muscular en el brazo derecho, pertenece al último grupo de venezolanos que el domingo 30 de marzo fueron enviados desde Estados Unidos (EE.UU.) al Centro de Confinamiento de Terrorismo (Cecot), en El Salvador.

Esta información fue difundida por la periodista Madeleine García, quien publicó unos videos en los que se muestra al venezolano en EE.UU., donde hacía labores de albañilería y arreglos de viviendas. «Trabajaba pintando casas, en un estadio, en una venta de comida rápida; no es un terrorista peligroso y sin derecho a nada, como los otros 238 venezolanos que fueron llevados a ese centro de concentración», escribió en sus redes sociales.

En su mensaje, también explicó que el joven con discapacidad tenía estatus de protección temporal (TPS), lo que no solamente le permitía estar legalmente en EEUU., sino que además le autorizaba a trabajar y tener número de seguro social, y que en Venezuela no tiene antecedentes penales y no cometió delito en ese país. «Pero solo por el hecho de ser venezolano y con tatuaje lo llevaron a El Salvador», sentenció García.

El pasado domingo, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció a través de sus redes sociales la llegada a su país de 17 detenidos, según él, miembros del Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha.

Pese a la prohibición de un juez federal, el presidente de EE.UU, Donald Trump, sigue la deportación de venezolanos sin el debido proceso. Bajo la aplicación de la Ley de Enemigo Extranjero, emitida en 1798, se expulsa a estos ciudadanos acusándolos de pertenecer al Tren de Aragua.

@madeleinperiodista
Esta es la historia de Víctor Andrés Ortega Burbano de 24 años de edad. Tiene discapacidad en el brazo derecho. Fue uno de los últimos migrantes venezolanos trasladados a El Salvador de manera ilegal por EEUU violando incluso la decisión de un juez federal que prohibía las deportaciones a ese tercer país. Su familia lo reconoció en el video que publicó Bukele. Lo detuvieron hace 6 meses cuando venía de comer con su esposa, pasó por el lugar equivocado. Por ser venezolano y tener un tatuaje, era sospechoso de un robo, tiroteo y poseer arma de fuego, jamás le comprobaron nada, no hubo evidencia, ni arma, ni nada y la prueba es que lo liberaron al día siguiente. Trabajaba en varios sitios, limpiando un estadio, pintando casas, vendiendo comida rápida. En una redada, lo detuvieron nuevamente, pero el expediente construido estaba allí. Su hermana, Maryeli Carrillo, se comunicó conmigo. Su familia está destruida, lo primero que me dijo, ¿si estaba vinculado a un hecho delictivo, cómo lo dejaron en libertad? Eso no existe en EEUU, ni en ninguna parte y mucho menos acá. “Nos están persigu@endo”. Me envió todos sus videos, fotos y la certificación de no tener antecedentes penales en Venezuela. Su hermana estudia licenciatura en enfermería en EEUU y su otra hermana, es Chef en Texas “somos de buena familia, venezolanos trabajadores”. Pareciera que estos 17 que llevaron a El Salvador están más criminalizados que el resto de los primeros 238. Seguiré publicando estas historias. Bajó ese expediente falso, sin evidencias, sin junio, sin derecho a defender en EEUU fue trasladado a El Salvador y estigmatizado no solamente por las autoridades estadounidenses, sino también por el mismísimo Bukele, de ser un peligroso crimin*l terrorist@, violad*r.
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