Viajó a EEUU para expandir su negocio: Fue detenido apenas llegó y luego enviado al Cecot

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Frizgeralth De Jesús Cornejo Pulgar nunca se quejó sobre su situación para no preocupar a su madre. Fotoscapturas.

Viajó a EEUU para expandir su negocio Fue detenido apenas llegó y luego enviado al Cecot

VEA / Yonaski Moreno

Austria Pulgar sueña con escuchar la voz de su hijo, Frizgeralth De Jesús Cornejo Pulgar, secuestrado en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), de El Salvador, desde el 15 de marzo. Tiene muy claro el mensaje que le daría si se presentara la ocasión: «Te amo. Aguanta. Ten mucha fe, que lo vamos a lograr».

Al hablar del joven de 25 años, la voz de Austria se entrecorta y varias lágrimas caen en su rostro. Tras una pausa, relata a Diario VEA la historia de dolor y angustia que vive desde hace más de un año, cuando Frizgeralth fue detenido en Estados Unidos.

«Apenas había llegado allá cuando fue detenido. Él tenía su cita, que la consiguió cuando estaba en México. Estaba con su novia y dos amigos y solo él fue detenido, porque le vieron un tatuaje en el cuello. Estuvo detenido desde junio del año 2024. Cuando lo llevaron a El Salvador tenía ocho (8) meses detenido», precisó.

Frizgeralth confecciona ropa deportiva y tiene una marca registrada en Venezuela. Su objetivo era viajar a Estados Unidos para expandir su negocio. En territorio norteamericano lo esperaba su hermana, quien tiene ocho (8) años residenciada en ese país.

«Mi hija le dijo: ‘Vente, vamos a trabajar juntos y ya vas a ver que aquí montas una empresa’. Aunque él ya tenía una registrada aquí, poder lograrlo en Estados Unidos era su sueño», indicó.

Austria describe a Frizgeralth como un joven muy trabajador. A temprana edad aprendió el oficio de su madre y desde entonces se dedicó a construir su marca Styles AP. «Él era el que salía a vender, a comprar la tela, la mandaba a estampar, todo eso», explicó.

Cornejo Pulgar estuvo detenido en centros para inmigrantes en Luisiana y Texas. Durante su estancia, llamaba con frecuencia a su madre y le decía que estaba bien. Nunca hablaba de cómo lo trataban en esos espacios, ni emitía queja alguna porque no quería preocuparla.

«Hacía todo para que yo estuviera tranquila, pero una vez me dijo: ‘Vieja, cómo quisiera despertar y estar abrazadito contigo; es lo único que deseo. Tengo fe en Dios, en que voy a salir de aquí’…», relató Austria el 10 de julio, en conversación con VEA en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Altamira, estado Miranda, a donde acudió para participar en una movilización con otros familiares, para exigir la liberación de los 252 secuestrados por Donald Trump y Nayib Bukele.

También ella ha manifestado tener fe en que pronto su hijo será liberado, destacando las gestiones que ha emprendido el Gobierno Bolivariano. «El gobierno, el presidente Nicolás Maduro, nos ha estado ayudando y tengo fe de que sí van a volver», dijo.

Añadió que también pide «a Diosito, que le ponga la mano en el corazón a Bukele y a Trump, para que me devuelvan a mi hijo».

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