Néstor Rivero Pérez

El 8 de junio de 1876 falleció en Nohant (Francia) Aurore Dupin, cuyo seudónimo masculino, George Sand, alcanzaría gran renombre en Europa, como periodista y autora de novelas, destacándose asimismo por la original audacia con que acometió su incursión en el mundo de las letras y editoriales, en una época en que el prejuicio y la discriminación contra la mujer otorgaba todos los privilegios al escritor masculino.

Datos

Habiendo nacido en 1804, la futura escritora vino al mundo en un hogar morganático: Su madre, hija de obreros, y su padre emparentado con la familia Orleans -algunos de cuyos miembros llegaron a ocupar el trono de Francia-, Aurore transcurrió su adolescencia en posesiones de la abuela paterna, cuyo ambiente rural le servirá años después de escenario para varias de sus novelas.  A sus diecisiete años ha de heredar a dicha abuela paterna, y a sus dieciocho contraerá matrimonio con Casimir Dudevant, con quien tendrá dos hijos y de quien se separará nueve años después, quedándose con sus hijos. Inicia una relación con el novel escritor Jules Sandeau, con quien a su vez elabora a cuatro manos la novela Rosa y Blanca, de mediano éxito. Sin embargo, de la experiencia toma como saldo la asunción del apellido “Sand”, abreviatura de Sandeau, que la identificará por el resto de sus días.

¿Excéntrica?

Desde que en 1832 publicó su novela Indiana, calzándola como George Sand, su pluma contó con el beneplácito de los lectores. Si bien la escritora encontraba mucha objeción por hábitos suyos como fumar en público, o dar opiniones con desenvoltura sobre cualquier asunto, sin reparar en quienes le escuchasen, o por romper, en distintas ocasiones, una relación sentimental para entablar otra, usualmente con colegas escritores o representantes del mundo del arte-, sus actuaciones personales se inscriben dentro de las reivindicaciones que algunas décadas después nutrirán el movimiento feminista y por la igualdad de género. De hecho, Sand fue de las primeras que supo distinguir entre sexo y género.

Abrir el camino”

Entre sus parejas destacaron Próspero Merimée, el músico Frederic Chopin y el dramaturgo Alfred de Musset. Consciente de que rompía las reglas de una sociedad tradicionalista, y no obstante formar parte ella misma, dado su título de baronesa, de la alta clase francesa, dejó sentado su dictamen en torno a la época y el trato que se daba a la mujer. “El mundo me conocerá y entenderá algún día; y si eso no sucede, no importará demasiado, porque habré abierto el camino” (https://www.semana.com). Cada día, tras culminar las labores de casa, o bien regresar de reuniones sociales o con literatos, Aurore se abocaba a la escritura hasta altas horas de la noche. De este modo pudo dar forma a una de las obras más extensas del siglo XIX, con más de ochenta títulos publicados y entre los cuales destacan además de Indiana, La marquesa, Garnier, Lavinia, Cóssimay Madmoaselle La Quintinie. Contrariar su época es sin duda uno de los signos de la Sand, como se refleja en un escrito suyo con el cual se adelanta en cien años a Simone de Beauvoir: “Esta que escribe estas líneas quisiera con todas las fuerzas de su corazón… que el mundo entero entendiera de una vez por todas que no escribimos con los ovarios, pero tampoco podemos quitárnoslos para hacerlo”.

Valentine

Adscrita a la escuela del romanticismo, Sand escribe la novela Valentine, donde el drama pasional se expresa como adulterio, arribismo, codicia y homicidio “(…) Tras una serie de intrincadas incidencias, el matrimonio de Valentine se mantiene solo de nombre, mientras el marido, que se casó por afán de riqueza, abandona el castillo poco después de las bodas. Valentine, después de haber luchado larga e inútilmente, se entrega al amor de Lhéry; en uno de sus encuentros les sorprende el marido de Athénaís, celoso de Bénédict, quien confundiendo a Valentine con su propia mujer mata al joven. Valentine muere de dolor” (https://www.criticadelibros.com).

Sinóptico

1929

Asalto a Curazao

Este día, un grupo de revolucionarios venezolanos encabezado por Gustavo Machado, como gesto de denuncia contra la dictadura de Juan Vicente Gómez y protesta ante las autoridades curazoleñas por su connivencia con dicho gobierno, tomó por las armas el fuerte de Willemstad, en la isla de Curazao, posesionándose del armamento, que luego emplearían en la invasión sobre las costas del estado Falcón. El suceso daría pie a grandes titulares en la prensa mundial.El grupo se divide en tres frentes, y pretextando la celebración de un bautizo, introducen en el fuerte un camión con los participantes en el asalto. La sorpresa fue crucial en el plan; además, la tropa curazoleña estaba deficientemente armada, pues el grueso de las municiones del fuerte era de “fogueo” para entrenamiento. Los venezolanos actuaron con un revólver de Machado, una escopeta-máuser de Rafael Simón Urbina y varios machetes. El hecho haría enterarse al mundo, de la falta de libertades en la Venezuela de Juan Vicente Gómez.

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