Buena nueva: Nace el Niño Liberador
La autora es presidenta de Fundalatin.

Eugenia Russian
@Fundalatin
En medio de la crisis de humanidad con la carga de sufrimiento humano que emerge del grito de los pobres y del grito de la tierra, con tragedias humanas en deslaves y confrontaciones bélicas, más allá de las promociones comerciales culturales, en las comunidades de buena voluntad hay un motivo de alegría profunda.
Ha llegado un Niño que trae la luz que da sentido a la vida, la liberación a los oprimidos por poderes inhumanos imperiales o manipuladores, la fuerza interior que impulsa a la construcción de la comunidad fraterna, con los seres humanos y con los seres vivientes. La muerte, la opresión, la manipulación y el sin sentido de la vida no tienen la última palabra. Nace quien vence al mundo de opresión.
Leonardo Boff concibe que el Niño Jesús envía una carta a los niños de hoy que dice: “Mis queridas hermanitas y queridos hermanitos. Si viendo el pesebre ven al Niño Jesús y se llenan de fe de que él es el Hijo del Dios Padre que se hizo un niño, niño igual a uno de nosotros y que Él es un Dios hermano que está siempre con nosotros. Si ustedes consiguieran ver en las otras niñas y los otros niños la presencia escondida del Niño Jesús naciendo dentro de ellos. Si ustedes consiguieran hacer renacer al niño escondido en sus padres y en las personas adultas para que surja en ellas el amor, la ternura, el cariño, el cuidado y la amistad con todo el mundo. Entonces sabrían que yo estoy llegando de nuevo y renovando, el Nacimiento. Estaré siempre pendiente de ustedes, caminando con ustedes”.
Esta alegría profunda es especialmente sentida, no por quien más poder o recursos tiene, que generalmente no lo necesita, sino precisamente por quien está más afligido, desempleado, enfermo, oprimido, es el que puede abrirse a captar este mensaje y poder liberar a toda la humanidad con sentido trascendente. Y así poder darnos un abrazo fraternal de Feliz Navidad.