¡Crianza digital! Lo que debes saber antes de darle el teléfono a un infante
Las redes sociales pueden generar imaginarios que desprenden a los jóvenes de la realidad. Imagen Internet.
VEA / Yonaski Moreno
En una encuesta realizada a más de 660 mil niños del mundo, 29,4 % respondió que no tenían grandes orientaciones de cómo usar las redes sociales. De ese porcentaje, 59,4 % de los jóvenes de hasta 16 años dormía con el teléfono en las manos.
La cifra fue dada a conocer por la vicepresidenta sectorial de Ciencia, Tecnología, Educación y Salud, Gabriela Jiménez Ramírez, durante su participación en el foro Crianza Digital, un reto de la nueva época, donde destacó que esta conducta trae consecuencias para la salud física y mental de los jóvenes, debido a que «la carga bioquímica neurológica que gobierna la ansiedad, el descanso, y la disminución de frecuencia cardíaca cuando dormimos, no ocurren».
Además, los niños y niñas pueden presentar problemas de identidad porque quieren la aceptación de lo que ocurre en la pantalla, añadió.
Desde el auditorio de Cantv, en Caracas, la también ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), señaló que ante esta situación se plantea el desafío de formar a los más jóvenes en esta materia, con el objetivo de orientarlos a vivir sanamente.
Durante su intervención, Jiménez expuso que no es recomendable el uso de aparatos tecnológicos en niños menores de 10 años, puesto que antes de acceder a estas herramientas, deben aprender de los estímulos y de las experiencias de la vida.
«El mundo virtual de las redes sociales genera imaginarios y me desprendo de la realidad. Estoy conectado a la pantalla donde pareciera todo fluir bien», expuso la vicepresidenta, citada en la cuenta Twitter @Mincyt_VE. Añadió que es necesario que los niños y niñas «tengan contacto real con la vida, con todas sus emociones y con todas sus experiencias».
Jiménez planteó que la tecnología te esclaviza o te libera, de acuerdo al uso que se les dé a estas herramientas. «Nuestros hijos no pueden vivir bajo falsos imaginarios (…) porque cuando no esté la pantalla y se enfrentan a la realidad, comienzan las frustraciones», puntualizó.
