“Espéreme, pronto vamos a estar juntos”, le dijo su hijo en la última conversación antes de ser enviado a El Salvador (Ver video)

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Elside Guevara afirmó que desde que Wilverson «quedó detenido en Texas, yo entré en ansiedad, me siento muy mal de salud, y cuando entró a El Salvador me puse peor”. Foto Franklin Domínguez

Espéreme, pronto vamos a estar juntos, le dijo su hijo en la última conversación antes de ser enviado a El Salvador (Ver video)

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

Elside Guevara está aferrada con mucha esperanza a Dios y a las palabras que le dijo su hijo, Wilverson Guevara, el 15 de marzo de 2025, a las 8:00 de la mañana: «Espéreme, pronto vamos a estar juntos».

Desde que su hijo quedó detenido en Texas el 20 de diciembre de 2024, día en que intentó ingresar a suelo yanqui, Elside entró en un estado de ansiedad, que se agravó cuando su hijo fue trasladado de manera ilegal a El Salvador, un país que el joven ni siquiera conocía; así lo explica a Diario VEA, desde la plaza Andrés Eloy Blanco, también conocida como plaza Lina Ron, ubicada en la esquina de Santa Capilla, Caracas.

“Desde el momento en que mi hijo quedó detenido en Texas, yo entré en ansiedad, me siento muy mal de salud, y cuando entró a El Salvador me puse peor”, expresa con angustia en el rostro.

Relata que el joven llegó a Estados Unidos el 20 de diciembre por su cita del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (conocida por sus siglas en inglés como ICE), y “desde ese mismo momento quedó detenido. Él nunca entró a los Estados Unidos, el quedó en el centro de detención del Valle de Texas”.

Explica que “ahí duró aproximadamente detenido tres meses y 27 días, hasta que llegó el día de su deportación y, bueno, lo iban a trasladar para acá; y resulta ser que todo fue un engaño, que lo llevaron a El Salvador”, manifiesta con dolor, acompañada de una de sus hijas.

El tiempo que estuvo privado de libertad en esa prisión estadounidense, se pudo comunicar al menos tres o cuatro veces con el joven. “Él decía que estaba bien, no sé si era para que yo me quedara tranquila, eso era lo que él decía”.

El 16 de marzo lo esperaba; pero nunca llegó

Como otras madres venezolanas, Elside se quedó esperando el 16 de marzo el regreso de su muchacho; nunca llegó. Ese día lo vio en un video que corrió por las redes digitales, siendo trasladado al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una prisión de máxima seguridad, ubicada en tierra salvadoreña. “Él salía de primerito”.

A punto de las lágrimas, manifiesta que lo que hizo Donald Trump y Nayib Bukele contra el joven de 24 años es una injusticia, porque “mi hijo no tiene antecedentes penales. Nunca ha pertenecido a una banda. Se fue para darle una mejor vida a sus hijas, y ayudarme a mí”.

Wilverson Guevara tiene dos (2) hijas, una de cinco (5) años y otra que cumplirá cuatro (4), el venidero 2 de julio.

En Venezuela trabajaba como albañil, y hacía otras labores, siempre con honradez, afirma la madre.

Relata que el muchacho primero migró a Perú en 2021; pero cuando la situación económica no mejoraba, decidió irse con su hermano a suelo gringo. Uno de los jóvenes quedó detenido y el otro logró entrar.

“Hijo, sé fuerte”

“A mi hijo le pido que sea fuerte, que Dios es grande y poderoso y que Dios va a ser justicia, porque Él es un Dios de Justicia. Que lo amo mucho, que tenga mucha fuerza”. Este es el mensaje que le envía Elside a Wiwelson, si él puede escucharla o leerla. Cada palabra pronunciada fue en medio del llanto y la tristeza, que dice no la abandonan desde que su hijo quedó privado de libertad en Estados Unidos.

Relata que ella tiene otros tres (3) hijos que están sufriendo por el hermano detenido injustamente. El mayor, que logró ingresar a suelo yanqui, y quien la está apoyando económicamente. “Está demasiado deprimido, preocupado por su hermano”. Una hija que no supera los 20 años y es quien la acompaña a las manifestaciones y reuniones para lograr la liberación de Wilverson, y otra adolescente de 15 años.

“Cuando regrese, le pediré que no se vaya más nunca de mi lado”

“Sí, tengo fe de que él va a volver, que va a ser liberado en el nombre de Jesús”, manifiesta con convicción, al tiempo que agrega que cuando su hijo esté de vuelta en Venezuela, lo primero que hará es comérselo a besos, y “le pediré que no se vaya nunca más de mi lado”.

“Mi hijo ni siquiera conocía sobre El Salvador”

Con el dolor reflejado en su rostro pide a los presidentes de Estados Unidos y El Salvador, Donald Trump y Nayib Bukele, respectivamente, que cesen sus injusticias contra los venezolanos, y les solicita que liberen a su hijo y a los otros 251 venezolanos retenidos de manera forzosa en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una prisión de máxima seguridad, ubicada en tierra salvadoreña.

“A Bukele le pido que por favor libere a mi hijo; él es un muchacho inocente, él no es ningún criminal. No tiene antecedentes penales; pido que por favor se revise su caso”, reitera.

“Queremos que los envíen para Venezuela, son unos muchachos inocentes, tanto el mío como los demás, porque hablo por todos”, agrega.

Si tuviese a Donald Trump y Nayib Bukele de frente les diría que “lo que están haciendo es injusto, porque, por ejemplo, mi hijo es un muchacho inocente. Él ni siquiera sabe que es El Salvador, no entiendo porqué lo tienen ahí secuestrado, si él ni siquiera conoce o sabe sobre ese país, él no conoce, no pertenece ese país, que lo devuelvan a su país de origen, donde él nació y se crió”.

Ante la persecución que tiene Donald Trump contra los venezolanos, Elside pide a los jóvenes que aún desean emigrar, que se queden en Venezuela.

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