Luchar contra el hambre, volver a vivir en democracia, integración regional y unión: Puntos claves del discurso de Lula tras ganar

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

Acabar con el hambre, que los brasileros y brasileras puedan vivir en democracia, impulsar la paz y fortalecer la integración regional, fueron parte de los puntos claves que destacó Luiz Inácio Lula da Silva,  tras resultar electo este domingo 30 de octubre como Presidente de Brasil.

«Considero que tuve un proceso de resurrección en la política brasileña. Intentaron enterrarme vivo y ahora estoy aquí para gobernar el país», fue una de las primeras frases que pronunció Lula en su primer discurso tras resultar ganador con el 50.90% de los votos en la segunda vuelta presidencial.

Frente a una multitudinaria manifestación de sus partidarios, que se congregaron para celebrar la victoria, en Sao Paulo, el líder de izquierda, manifestó que «Nuestro compromiso más urgente es acabar con el hambre otra vez».

«No podemos aceptar como normal que millones de hombres, mujeres y niños en este país no tengan suficiente para comer, o que consuman menos calorías y proteínas de las necesarias», expresó al tiempo que indicó «Si somos el tercer país productor de alimentos del mundo, si tenemos tecnología, tierra, si somos capaces de exportar al mundo entero, tenemos el deber de gatantizar que todo brasileño pueda tomar el desayuno, el almuerzo, y la cena todos los días. Este será nuevamente el compromiso número 1 de mi gobierno».

Dijo además que traerá de vuelta programas sociales que implementó en sus dos anteriores administraciones (2002-2006 y 2006-2010), cuando logró sacar de la pobreza a 36 millones de brasileros y brasileras.

Destacó que la rueda de la economía «volverá a girar con los pobres como parte del presupuesto. Con apoyo a pequeños y medianos productores rurale (…) Con todos los incentivos posibles para los micro y pequeños empresarios”.

Gobernar con el pueblo y en democracia

«Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, con ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida para que este país vuelva a vivir democráticamente», afirmó en una parte de su discurso.

«Esta elección puso frente a frente a dos proyectos diferentes de país, pero hubo un solo ganador, el pueblo brasileño. Esta es la victoria de un inmenso movimiento democrático que se formó dejando de lado intereses político y personales para que la democracia salga victoriosa», añadió.

«La mayoría del pueblo dejó bien claro que desea más y no menos democracia, más y no menos inclusión social, más y no menos respeto y entendimiento entre los brasileños. El pueblo desea más libertad, igualdad y fraternidad en nuestro país. El pueblo quiere vivir bien, comer bien», indicó.

El pueblo brasileño “quiere un buen trabajo, un salario que siempre se reajuste por encima de la inflación, quiere tener salud pública y educación de calidad. Quiere libertad religiosa. Quiere libros en lugar de armas. El pueblo brasileño quiere recuperar la esperanza”, agregó.

Paz y diálogo

El líder del Partido de los Trabajadores, PT, se comprometió a restablecer la paz y gobernar para todos y todas, pues recordó que es el Presidente de 215 millones de personas.

«A nadie le interesa vivir en una familia donde reina la discordia. Es hora de volver a unir a las familias, reconstruir los lazos de amistad rotos por la propagación criminal del odio. A nadie le interesa vivir en un país dividido, en estado de guerra permanente. Este pueblo está cansado de ver al otro como enemigo. Es hora de bajar las armas. Las armas matan y nosotros escogemos la vida», señaló.

En esa línea de paz, afirmó la importancia de retomar el diálogo con el Poder Legislativo y Judicial; así como con gobernadores y alcaldes.

Integración

Lula también se comprometió a devolver el protagonismo de Brasil en la esfera internacional. Señaló que «le estamos diciendo al mundo que Brasil está de vuelta, que es grande de más para ser relegado a este triste papel de paria en el mundo».

Resaltó que en sus viajes internacionales y encuentro con líderes lo que más discute es el apoyo que brindó el Brasil a la integración, «el que apoyó el movimiento de los países africanos, que trabajó por la integración de América Latina, de América del Sur y del Caribe, que fortaleció el Mercosur y ayudó a crear la Celac y Los Brics».

También prometió luchar contra la deforestación en la Amazonia. «Brasil y el planeta necesitan de una Amazonia viva. Un árbol en pie vale más que la deforestación, el río limpio vale más que todo el oro extraído con las aguas contaminadas por mercurio», manifestó.