Tal día como hoy exiliados venezolanos denuncian en Puerto Rico tiranía de Juan Vicente Gómez
El autor es historiador, docente y abogado.

Néstor Rivero Pérez
El 28 de noviembre de 1911, el periodista Manuel Flores Cabrera, venezolano exiliado en Puerto Rico, suscribió el texto titulado Mi Protesta. Al Presidente de Venezuela, mediante el cual se denuncia “La sombra del despotismo” que comenzaba a cubrir, de acuerdo a dicho escrito, el horizonte de los venezolanos.
De Castro a Gómez
Entre diciembre de 1908 y noviembre de 1911, el mandato provisional de Juan Vicente Gómez, mantuvo una imagen de reacción contra las formas personalistas representadas por el mandatario depuesto, Cipriano Castro. Este último, al lado de su reconocida defensa de los intereses económicos de la nación, y su clara disposición a repeler agresiones militares extranjeras de una parte, expresaba de la otra, formas de autoritarismo propias de la Venezuela Agraria, como se vio en las actuaciones de sello personalista de gobernantes como José Antonio Páez, José Tadeo Monagas y Antonio Guzmán Blanco, especialmente.
Golpe frío
Gómez, quien ejercía la Vicepresidencia, quedó al frente de la República en noviembre de 1908, cuando el presidente Castro viajó a Alemania, para someterse a una operación renal. El 19 de diciembre de ese mismo año, Gómez se proclamó Presidente Provisional, mediante un Golpe “frío”, desconociendo a Castro, sin derramamiento de sangre. Su decisión de abrir los calabozos para liberar a enemigos políticos de don Cipriano, y la apertura de prensa con que inició su mandato, indujeron a que muchos supusieren que las próximas elecciones, a realizarse en 1913, darían paso a un régimen representativo basado en elecciones libres.
El Mocho
Y una de aquellas figuras de alto renombre, de quienes apoyaron al comienzo al hijo de La Mulera, fue el general José Manuel Hernández (El Mocho), quien luego de integrar el Consejo de Gobierno creado por el general Gómez al iniciar su gestión, se desmarcó del nuevo gobernante, radicándose en Puerto Rico, desde donde, en términos muy comedidos escribió al Benemérito, alertando sobre la actuación en su gobierno, de “personas que, sin reparar en medios perjudiciales… a los intereses del país, tienen empeño en disfrazar los hechos en provecho propio” [Colección Pensamiento Político Venezolano del Siglo XX. Liberales y Nacionalistas, Tomo II, Vol I, pág 55]. Así, el Mocho, en carta del 28-10-1911, comunicó su renuncia a su cargo como miembro del Consejo de Gobierno.
Manuel Flores Cabrera
De la escasa información publicada acerca de la vida de este activista civil antigomecista, se sabe que se vio obligado a salir del país debido al disgusto que provocaron en círculos oficiales, artículos suyos sobre la situación política, denunciando la deriva autocrática que ya para 1911 comenzaba a tomar el gobierno provisional del Benemérito. Para 1920 Flores Cabrera, junto al general Régulo Olivares, Néstor Luis Pérez, Hermógenes Rivero y Rodolfo Rojas, entre otros, se integró a la Unión Cívica Venezolana “todos ellos opositores al régimen de Juan Vicente Gómez” [https://bibliofep]. Como tantos otros exiliados, retornará a Venezuela tras la muerte del general Gómez, ocurrida en Maracay el 17 de diciembre de 1935. Y gracias a información conservada en el Archivo General de la Nación, se sabe que Flores Cabrera, quien se adscribió durante su exilio a “diferentes comités patrióticos… asistía personalmente casa por casa, a colectar fondos con fines patrióticos” [Fuente: https://colecciones.agn.gob.do].
La carta-protesta
Y desde Puerto Rico, isla adonde comenzaban a recalar muchos de los venezolanos que al distanciarse de la Rehabilitación instalada en Miraflores desde diciembre de 1908, Flores Cabrera hace publicar su Protesta, fechada el 28 de noviembre de 1911, en uno de cuyos párrafos, dirigidos a J. V. Gómez, se lee: “Tal vez sin sonrojarse afirma Ud en su carta del 9 de noviembre (de 1911) “A ningún ciudadano he arrestado sin causa justa; y cuando ha cesado la causa me he apresurado a devolverle la libertad” [Ibídem].
Sinóptico
1911
Emiliano Zapata
Este día, el líder agrarista Emiliano Zapata, el “Caudillo del Sur”, proclamó en México el “Plan de Ayala”, con la exigencia de restitución de la propiedad de la tierra a sus originarios propietarios, los campesinos, cuya titularidad procedía del tiempo del virreinato colonial. Ingredientes sustantivos dan su carácter agrarista al “Plan de Ayala”: El primero, contenido en el artículo 6: La constancia de que los pueblos o ciudadanos -en referencia al peonaje rural- que tengan sus títulos, entrarán en posesión de “los terrenos, montes y aguas que hayan usurpado los hacendados, científicos o caciques a la sombra de la tiranía y de la justicia venal”. En segundo lugar, el artículo 7, donde se indica “que los pueblos y ciudadanos de México obtengan ejidos, colonias, fundos legales… o campos de sembradura o de labor, y se mejore en todo y para todo la falta de prosperidad y bienestar de los mexicanos”.