Néstor Rivero Pérez

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El 19 de febrero de 1473, hace quinientos cincuenta años, nació en Torún (Polonia) Nicolás Copérnico, cuya investigación sobre el funcionamiento del universo, le hizo constatar que la Tierra constituía uno más entre los planetas que orbitan alrededor del Sol, descartando de este modo la teoría geocéntrica postulada por Claudio Ptolomeo y que dominaba entre las élites de letrados a lo largo de la Edad Media europea. Su confirmación constituyó el primer paso de la Revolución Científica hacia la modernidad, a partir de las obras de René Descartes, Galileo Galilei e Isaac Newton.

 

Astronomía y matemáticas

Imbuido de una insaciable curiosidad e insatisfecho de las enseñanzas de sus maestros y los libros que repetían las afirmaciones del egipcio Claudio Ptolomeo, para quien la Tierra permanecía inmóvil en el centro del universo y sostenida por esferas concéntricas, a cuyo alrededor giraban el sol, la luna y demás astros. Copérnico adelantó por 25 años estudios, cálculos e hipótesis matemáticas, cuyas conclusiones cada vez más le mostraban el error de la tesis tolemaica. En tiempos en que se desconocía el telescopio -instrumento empleado siete décadas después de la muerte de Copérnico, por Galileo-, solo la simple observación visual nocturna, el examen de las deducciones que legaron Tales, Aristarco e Hiparco de Nicea, así como una excepcional capacidad para explicar algunos fenómenos celestes por vía matemática, hicieron posible que Copérnico formulase su genial concepción heliocéntrica del cosmos.

 

Teoría heliocéntrica

La correlación de los movimientos planetarios y del sol, así como las anotaciones sobre el desplazamiento de cometas y otros fenómenos del espacio respecto a los cuales la doctrina de Ptolomeo resultaba inaplicable, llevaron al astrónomo y matemático polaco a la conclusión de que la Tierra era uno más entre los planetas que circundan al sol. Y ello por lo demás constituía un descubrimiento peligroso, por cuanto una interpretación de las Sagradas Escrituras establecida en el curso de la Edad Media, definía la Tierra como punto central de toda la creación. De modo que Copérnico se cuidó de que el libro de varios centenares de páginas en que exponía sus heréticas conclusiones, circulase con posterioridad a su muerte, como en efecto ocurrió. Empero ello no salvó de la condena póstuma tanto a la obra como al autor. Así Sobre las Revoluciones de las Esferas Celestes, se vería incluido en el listado de prohibiciones de la Inquisición. La conmoción que produjo esta obra fue de tal grado que según recuerda Tomas Khun, numerosos preceptores para refutar a Copérnico, llevaban a sus estudiantes al jardín del colegio y les indicaban “golpeen el suelo con el pie”, para seguidamente preguntar “¿Ustedes sintieron que la Tierra se movió?” teniendo de respuesta un “Nooo…” de los niños. Insistiendo de nuevo, a sus pupilos los maestros anticopernicanos: “¿Entonces, por qué Copérnico dice que la Tierra se mueve?”

 

Nada quedó igual

Vista a la luz de quinientos años, la modernidad como revolución científica y del conocimiento, así como del cambio de actitudes y paradigmas para entender el mundo, no se hubiera producido sin la obra de Copérnico. De la profunda mutación que operó en el imaginario europeo el paso del siglo XV al XVI surgieron figuras como Cristóbal Colón, Martín Lutero, Erasmo de Roterdam y Leonardo da Vinci; y tras ellos Galileo Galilei, René Descartes, John Locke e Isaac Newton entre otros -herederos todos de la tradición de búsqueda de la verdad y sus fundamentos-, quienes abrieron el cauce al pensamiento científico y político de la Ilustración, cuya filosofía daría programa a la revolución industrial y el tiempo mundial del capitalismo. Y no obstante la inicial reacción de los poderes establecidos, la ciencia se impondría finalmente.

 

Sinópticos

1997

Murió Deng Xiaoping

El inaugurador de la nueva estrategia económica de la República Popular China a partir de 1978, y cuyos decisiones han colocado a esta nación como la principal potencia industrial del planeta, ocupó altas responsabilidades políticas y militares durante la Larga Marcha y la guerra contra el Japón. Deng, por el peso de sus iniciativas en el actual poderío de China, es considerado en su patria al nivel de Mao Zedong. Entre 1978 y el momento de su muerte en 1997 fue reconocido como líder supremo de su país.

 

2012

Murió Simón Díaz

A sus 15 años, este cantautor oriundo de Barbacoas, al sur de Aragua, ya trabajaba en una orquesta en San Juan de los Morros y como actor humorístico. En 1949 llegó a Caracas, asistiendo a la Escuela Superior de Música, incursionando en la radio y en los años cincuenta inició su programa “El Llanero”, rescatando la tonada. En los años 80, conduciría por VTVContesta por Tío Simón”. Al morir contaba 85 años. De sus composiciones destacan entre otras “Caballo Viejo” y “Tonada del Cabestrero”.

 

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