Tal día como hoy se conoce el Manifiesto Russell–Einstein
El autor es historiador, docente y abogado.

Néstor Rivero Pérez
El 9 de junio de 1955, el filósofo y matemático Bertrand Russell, de consuno con Albert Einstein, físico y creador de la Teoría de la Relatividad, junto a otros científicos, firmaron y dieron a conocer un Manifiesto que se identifica con sus respectivos apellidos, contentivo de un alerta mundial acerca del riesgo que involucra para la humanidad, la proliferación de armas nucleares.
Hongo nuclear
Cuando el 22 de agosto de 1939 Albert Einstein, por iniciativa de Leo Szilard, escribe al presidente Franklin Delano Rooesevelt, que adelante un programa para la construcción del arma basada en la fusión nuclear, lo hacía no por vocación guerrerista, sino por la inquietud que les generó el enterarse de que científicos que servían al III Reich de Adolfo Hitler, adelantaba actividades conducentes a la confección del arma atómica, con base en el uranio. Sin embargo, a medio camino de los experimentos y tras fallidos intentos, el Führer resolvió descartar dicho proyecto, priorizando los cohetes U-2, que le prohijaban resultados más inmediatos, aunque menos destructores que la bomba nuclear, tal como se verá en 1945, con las explosiones de Hiroshima y Nagasaki, una y otra, derivados del Proyecto Manhattan, gestionado por el Ejército norteamericano.
Guerra Fría y disuasión nuclear
Para 1955 la Guerra Fría, con su estrategia de espionaje, mutua vigilancia, desestabilización y operaciones encubiertas de sabotaje, enfrentaba a EEUU con la Unión Soviética, llevaba cerca de siete años. Ya Moscú había anunciado que poseía la bomba y adelantaba ensayos sobre el arma de hidrógeno, a su vez en manos de EEUU. De allí que pacifistas del mundo entero comenzaron a hablar sobre la urgencia de detener la escalada. Y dos premios Nobel del siglo XX, junto a otras figuras y de máximo renombre por entonces en la opinión pública internacional, Bertrand Russell y Albert Einstein, impulsan el llamado sobre el significado de una conflagración entre superpotencias, la cual pudiere dirimirse mediante el empleo de bombas con base en la fisión o la fusión del átomo.
¿Amenaza de Mc Arthur?
No obstante, ya desde 1951 durante la Guerra de Corea, voces delirantes en torno al poder militar de EEUU, al parecer solicitaron al presidente Harry Truman, estimase la opción de usar armas nucleares para confrontar al ejército norcoreano más allá del Paralelo 38, el cual dividía los dos Estados de la península de Corea. En 1960, ocho años después de concluida la Guerra de Corea y según se expone en la web Wikipedia “[el General Joseph] MacArthur desafió una declaración de Truman que había querido utilizar armas nucleares, y Truman emitió que él no tenía ninguna prueba documentada de esta afirmación; no era más que su opinión personal (…) MacArthur en algún momento consideró un plan para utilizar los desechos radiactivos para sellar Corea del Norte. En 1985 Richard Nixon recordó la discusión de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki con MacArthur” [https://es.wikipedia.org].
El Manifiesto Russell-Einstein
“La declaración que se acompaña… firmada por algunas de las más eminentes autoridades científicas en diferentes partes del mundo, trata de los peligros de una guerra nuclear. Se deja en claro que ninguna de las partes puede aspirar a la victoria en esa guerra, y que existe un peligro muy real de exterminación de la raza humana por el polvo y la lluvia de las nubes radiactivas. Se sugiere que ni el público ni los gobiernos del mundo son suficientemente concientes del peligro. Señala que un acuerdo de prohibición de las armas nucleares (…) La única esperanza para la humanidad es evitar la guerra. Esta declaración tiene como propósito reclamar un modo de pensar que haga posible ese objetivo” [https://www.filosofia.org].
Sinóptico
1811
Tricolor mirandino
Este día el Congreso de la República de Venezuela consagra como estandarte nacional el pabellón tricolor, cuyo diseño fue presentado por Francisco de Miranda y otros dos diputados, Lino de Clemente y José De la Sata y Bussy. Como se sabe, Mirada había hecho tremolar el tricolor en Coro en 1806. Y tras ser declarada la Independencia de Venezuela, la corporación dispuso en horas de la tarde del 5 de julio de 1811, el nombramiento de una comisión para que presentase el proyecto de bandera patria. En esos mismos días nacían las primeras instituciones del Estado Venezolano. [América espera, Biblioteca Ayacucho, 1982]. Se trataba de sueños, ideas para un futuro que entonces lucía incierto. El tricolor enarbolado en 1806 en el Leander y luego en Coro, tenía como primera franja, la azul, luego venía la encarnada o roja, y por último la amarilla. Así, el orden original de los colores se alteró, asomando Tomás Polanco Alcántara la posibilidad de que ello podía deberse a que para 1811, el Precursor comprendiese la mejor armonización de la cromática con la nueva ordenación. Hoy es emblema de Venezuela, Colombia y Ecuador.