Tal día como hoy Simón Bolívar dio primer paso hacia el Armisticio
El autor es historiador, docente y abogado.

Néstor Rivero Pérez
El 21 de julio de 1820, hace 225 años, el Libertador Simón Bolívar, cuyo cuartel general se desplazaba por esos días entre Cúcuta, Táchira y Trujillo, dio contestación a la primera comunicación oficial que le envía el Jefe Expedicionario Pablo Morillo en aras de establecer contactos para iniciar negociaciones sobre un eventual Armisticio y Tratado de Paz.
Cambios en la Península
El orgulloso militar español había procedido de este modo para dar cumplimiento a las directrices que le remitiese el gabinete de Madrid y que respondían a la nueva postura respecto a las colonias, asumida por la corriente liberal que se impuso en la Península tras el levantamiento antiabsolutista acaudillado por el coronel Rafael del Riego el 1ro de enero de 1820 en Cabeza de San Juan.
En aquel puerto de Andalucía se concentró el acantonamiento más imponente que la Corona española había organizado en su historia, con el designio de someter las colonias americanas. Y al pronunciamiento de Riego insubordinando los destacamentos a su mando, siguieron otros que condujeron a desbaratar la proyectada invasión fernandista. La rebelión de Riego impuso a Fernando VII la jura de la Constitución de Cádiz de 1812, desplazando así un régimen absolutista por otro de corte liberal.
Sin embargo, los efectos que sobre la guerra de Independencia de las colonias asentadas en Tierra Firme, llegarían seis meses después, cuando en julio de 1820 las Instrucciones de Madrid fueren puestas en manos del General Morillo.
Instrucciones
Testigos de esos días dejaron para la historia su relato acerca de la respuesta que en un primer momento dio Morillo a las Instrucciones en que se le ordenaba buscar la paz a toda costa y pactar el cese de hostilidades con los “rebeldes”. En su Autobiografía José Antonio Páez recoge ese momento.
El jefe español leería el documento y con disgusto expresó “No saben lo que dicen esos señores; así vamos a perder lo que tantos años nos ha costado sostener. Obedeceré porque soy soldado”.
Sin embargo, a los pocos días asumió lo indicado cuando resolvió el envío de representantes suyos con bandera blanca a los campamentos de Páez en el llano, a los jefes del Oriente, a Angostura y otros puntos en manos de los patriotas, proponiendo el inicio de conversaciones para un tratado de paz.
Cada uno de los jefes patriotas le respondió que esa materia debía ser tratada y resuelta directamente con el Libertador Simón Bolívar.
En el Occidente
Pronto el Jefe Expedicionario se traslada al occidente del país, procurando obtener información acerca de dónde se encontraba el cuartel general del Libertador Simón Bolívar para dirigir las comunicaciones sobre la materia.
Morillo se adelanta desde el Centro hasta Barinas, Portuguesa y Trujillo. Y en julio envía al héroe caraqueño un oficio mediante el cual le informa que ha dispuesto designar dos comisionados para que se trasladen al campamento de Bolívar, con miras a entablar las primeras conversaciones destinadas a constatar los ánimos republicanos para un posible avenimiento, dado que tales son las instrucciones que ha recibido de la metrópoli.
Comisionados
Y del mismo modo que el Libertador, Morillo también hace gala de fina diplomacia y habilidad política cuando al escoger a sus dos representantes para que conversen con Bolívar selecciona precisamente a Juan Rodríguez del Toro, primo de la difunta esposa del héroe caraqueño, y hermano del Marqués del Toro, persona que gozaba del más íntimo afecto en el corazón del Libertador.
El otro comisionado era un reputado comerciante de Caracas de apellido Linares, quien al igual que Toro había permanecido en Caracas durante los años de la ocupación del Ejército Expedicionario y con quien Bolívar sin duda debió tener alguna confianza por la dilatada trayectoria de aquel en el abastecimiento de la ciudad.
Cruce epistolar
Principia entonces un cruce epistolar entre Bolívar y Morillo, cuyo punto culminante se sellará con el abrazo de Santa Ana de Trujillo, el 26 de noviembre de ese mismo año, 1820, cuando Simón Bolívar y Pablo Morillo rubriquen el Armisticio y el Tratado de Regulación de la Guerra, poniéndose entonces fin a la Guerra Muerte.
Sinóptico
1966
Fabricio Ojeda
Este día apareció muerto en la sede del Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (SIFA) el periodista Fabricio Ojeda, el más destacado y valeroso líder popular del siglo veinte venezolano, y quien presidiera la Junta Patriótica que entre 1957 y 1958 dirigió el ciclo insurreccional para el derrocamiento del General Marcos Pérez Jiménez. En 2017 sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional. Honesto como ninguno, en 1959 y a la luz del triunfo de la Revolución Cubana, Fabricio hace una nueva lectura del tumultuoso ciclo protagonizado por el pueblo de Caracas el año anterior, radicalizando su postura crítica al bloque de poder surgido del Pacto de Punto Fijo.