Néstor Rivero Pérez

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El 9 de junio de 1824, en el marco de la campaña independizadora de Perú, el Libertador Simón Bolívar, quien había fijado su cuartel general en Huaraz, envió al General Antonio José de Sucre, ubicado en la región de Pasco, un conjunto de instrucciones con el propósito de adelantar en los mejores términos, el conjunto de actuaciones que debían conducir a la victoria final frente a los españoles, quienes aún dominaban la cordillera y el Alto Perú.

Experiencias previas

La sorprendente facultad de Simón Bolívar en cuanto a extraer lecciones y obtener aprendizaje de sus propias experiencias -tanto victorias como especialmente las derrotas y la superación de obstáculos que a otros les resultarían insalvables-, era signo del genio, lo cual en su caso se expresó por entonces, en la decisión para muchos inusitada, de decidir entre junio y  julio de 1819, que el ascenso desde los llanos del Casanare a los valles centrales de la Nueva Granada, se realizaría por el escarpado, intensamente frío y muy elevado Páramo de Pisba, virtualmente intransitable por esos meses del año, descartando la vía usual de Labranza la Grande u otro acceso en mejores condiciones, visto el riesgo de que su pequeño Ejército, se viese interceptado y destruido por fuerzas mejor pertrechadas y protegidas del enemigo.

Equívocos realistas

El jefe español José Barreiro, conciente de que las guerrillas patriotas del Casanare buscarían  incursionar hacia la franja cordillerana de Gámeza, Paipa y Tunja, reforzó los destacamentos que cubrían las distintas entradas que conducían al otro lado de los Andes neogranadinos. Sin embargo, Barreiro soslayó el paso de Pisba, por cuanto este se encontraba en desuso debido a los obstáculos físicos que presentaba. Y de tal equivocación de los realistas se aprovechó el héroe caraqueño para cruzar la cordillera por dicho Páramo y llegar a Socha, donde sus soldados recibieron atenciones y repusieron fuerzas, aprestándose para las operaciones subsiguientes de Gámeza, Vargas, toma de Tunja y Boyacá. La victoria así, fue el resultado de una audaz y sorprendente decisión y, de otra parte, se ejecutó en medio de extrema penuria para la tropa, muchos de cuyos integrantes de procedencia llanera, marchaban semidesnudos.

“Falsos rumores”

Y dentro del conjunto de instrucciones que giró el Padre de la Patria al hijo de Cumaná, destaca una que involucra el manejo de versiones tendentes a confundir al enemigo, punto este que hoy, en el campo de la guerra, se caracteriza como “estrategia de desinformación”. Así, el Libertador pide a Sucre que se tomen medidas, “de modo que parezca que yo voy a pasar la cordillera por Canta, para recibirlos por aquella parte con 8 mil hombres más que menos: Este punto es capital. Todo debe parecer que se nos va a esperar por el lado Yuali”.

“Diga que voy por Huánuco, para engañarlos…”

Bolívar tenía precisa noción del sentido exacto que el General Sucre daría a sus palabras, por cuanto este último aunaba a su excepcional talento militar, su inicial preparación en topografía e ingeniería militar, lo que le facilitaba combinar el juego de rumores con las rutas ciertas que iban a tomarse. Así el Libertador le escribe ““Haga Ud correr que yo digo que voy a Huánuco, para engañar a los enemigos. En efecto yo parto de aquí el 15 o 16 para Cajatambo, con ánimo de dar dirección a las tropas de Córdova y a las que vienen de Colombia a Supe, las cuales llegarán a fines de este mes a aquel puerto (…) Lara quedará encargado de conducir la retaguardia del Ejército, llevando consigo todo. A fines de este mes estará todo del otro lado de la cordillera, excepto el regimiento de Perú, que habrá llegado para entonces aquí” (Simón Bolívar a Antonio J. de Sucre, 9/06/1824).

Sinópticos

1890
Nació José Antonio Ramos Sucre

Los tres libros más conocidos de este vate oriundo de Cumaná, son Las formas del fuego, La torre de timón y Cielo de esmalte. Su prosa poética ofrece una desbordada imaginación en lenguaje singularmente erudito. “Pasión imaginativa desbordada” que indaga de manera obsesiva el remate preciso de cada figura o frase. Ramos Sucre configura su mundo desde un voluntario y enfermizo encierro de la biblioteca. Versos suyos dicen: “Quisiera estar entre vacías tinieblas… el mundo lastima cruelmente”.

1974
Murió Miguel Ángel Asturias

El autor de Hombres de maíz, Leyendas de Guatemala y Los ojos de los enterrados, obtuvo en 1965 el premio Lenin de la Paz, concedido por la Unión Soviética; dos años después el Nobel de Literatura. Asturias mantuvo a lo largo de su existencia, una actitud consecuente con las etnias y contribuyó con sus libros a llamar la atención sobre la problemática del abandono en que se encontraban comunidades originarias de Centroamérica, y especialmente, Guatemala. Por haber enfrentado las dictaduras de su país, debió pasar gran parte de su vida en el extranjero.

3 pensamientos sobre “Tal día como hoy Simón Bolívar instruye a Antonio José de Sucre en practicar la “Guerra de Falsos Rumores”

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