Un histórico triunfo sobre Brasil que marcará una posible nueva etapa

VEA / Irving Guanipa Ojeda

Con esquemas muy bien definidos, sobre todo en la defensa, la Selección Nacional Absoluta de Baloncesto hizo historia para conquistar su primera medalla en unos Juegos Panamericanos, precisamente en Santiago 2023, al imponerse en un disputado partido a Brasil, con marcador de 84 puntos a 77, en duelo que marcó el cierre de la jornada de semifinales del certamen y que le permitió al conjunto venezolano asegurar la medalla de plata para disputar el oro contra el combinado de Argentina.

Fue una actuación llena de determinación la alcanzada por el plantel criollo, dirigido por Daniel Seoane, ya que desde el mismo inicio de las acciones se lanzaron a buscar los puntos en el marcador y a base de coraje y oportunas decisiones lograron acreditarse el primer cuarto de tiempo,  superando a base de velocidad la mayor estatura y experiencia del seleccionado brasileño 25-15.

Ante la sorpresa de todos los presentes en el Polideportivo 1 de Santiago de Chile, los integrantes de la selección de Venezuela mantuvieron un ritmo ofensivo, con el que lograron marcar la diferencia que al final del duelo, les había dejado los puntos necesarios para asegurar el triunfo y por ende la medalla de plata. Los nacionales se llevaron el segundo parcial 31-22, para concretar una primera mitad del partido a su favor 56-37. Algo que no había ocurrido en toda la historia de unos Juegos Panamericanos para los de la Patria del Genio de América, Simón Bolívar.1

Preparados para contener la fuerte embestida brasileña

Un conjunto dotado de un buen plantel de jugadores por encima de los dos metros, mayor estatura que los de Venezuela, con mayor experiencia y un cúmulo de beneficios. Lucía lógico que los brasileños saldrían a la segunda parte del compromiso a hacerse respetar en la cancha, con su linaje mundialista y olímpico; sin embargo Daniel Seoane y sus muchachos supieron mantener la calma en los momentos oportunos y no se desesperaron para lograr contener las fuertes embestidas de un seleccionado de mayor rango. 

Garly Sojo, Edgar Martínez, Miguel Ruiz, Néstor Colmenares, José Ascanio y Yohanner Sifontes, redoblaron sus esfuerzos y lograron cumplir las exigencias del seleccionador nacional, y de todo un país que les seguía los pasos por un triunfo que los llevara a la gloria, tal como finalmente ocurrió.

Los dos últimos parciales fueron de dominio brasileño, como era de esperarse, los dos con el mismo resultado 14-20, pero ya los de Venezuela habían cumplido en cancha el objetivo trazado: La victoria. Los registros de la primera parte resultaron decisivos y marcaron la pauta al final.

Todo gracias a que los dos primeros cuartos de tiempo los dominaron a placer, apoyados en un gran juego de conjunto en el que todos fueron héroes. La labor ofensiva implementada por Yohanner Sifontes y José Ascanio, viniendo de la banca ambos, resultó por demás  determinante, lo mismo que esa doble función ejercida por Garly Sojo, con sus 14 puntos, 7 rebotes, muchos como se dice en el argot deportivo «de hombres» y dos robos, así como Edgar Martínez, con sus 12 unidades, pero con tres cestas de tres muy oportunas y 5 rebotes. 

Sifontes fue la bujía ofensiva con 22 puntos, con 4 cestas triples, además de 6 rebotes y Ascanio sumó 15 unidades, con 2 triples. Como siempre el trabajo defensivo de Néstor Colmenares, rindió sus frutos al aportar 7 capturas de la esférica.   

Hechos de suma importancia en el triunfo de los venezolanos son la efectiva y oportuna puntería desde la zona de los tres puntos, en la que dominaron a los brasileños con 13 aciertos de 29 lanzamientos posibles para un 45 por ciento, mientras los verdiamarelhos, que solo sumaron 25 %, de 36-9; también la pérdida de los balones por parte de los de Brasil, que superaron a los de Venezuela al perder 13 contra 8 de los nuestros. En los rebotes, a pesar de la gran diferencia de tamaño, los criollos estuvieron abajo 39 por 35. 

Este triunfo nos hizo recordar mucho aquella inolvidable victoria sobre Brasil el 26 de mayo de 1991, en el Forum de Valencia, 122 puntos a 121, que le permitió a los dirigidos por el boricua Julio Toro llevarse un resonante triunfo en tiempo extra 122-121 y convertirse en los monarcas, por primera vez en la historia, en el XXXIV Campeonato Suramericano de Baloncesto, con aquella legendaria selección nacional integrada por Gabriel Estaba, Yván Olivares, Carl Herrera, Nelson «Kako» Solórzano, Luis Jiménez, Sam “El Mago” Shepherd, Víctor David Díaz, Armando Becker, Alexander Nelcha, Luis Sosa, Omar Walcott, y César Portillo.