¡Ya en sus manos! Rafael Cadenas recibió Premio Cervantes

VEA / Yonaski Moreno

El Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel Cervantes 2022 ya está en manos del venezolano Rafael Cadenas. Lo recibió este lunes 24 de abril, de manos del rey de España, Felipe VI, en la tradicional ceremonia celebrada en la Universidad de Alcalá, cerca de Madrid.

En su discurso, el poeta, ensayista y escritor, aseguró que los anglicismos representan un peligro para el idioma español.

«Me referiré a nuestra lengua, que anda muy maltrecha, por lo que hemos de cuidarla como amadores suyos, pero no puedo señalar sus fallas, en esta ocasión, porque son demasiadas, algunas procedentes de traducciones del inglés en la televisión y en otros medios. Antes, a comienzos del siglo XX, los académicos se enfadaban con los galicismos; los que se deslizan hoy en nuestro vivir son los anglicismos”, criticó.

El galardonado también aprovechó su discurso para recordar a Miguel de Cervantes como un gran defensor de la libertad, recordando sus palabras –que consideró deberían ser más difundidas-. “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a un hombre”, citando Cadenas al novelista y dramaturgo español.

Es la primera vez que un autor venezolano gana este premio, recordó por su parte el rey Felipe VI. Destacó que la obra de Rafael Cadenas no quiere “estilo, sino honradez” y que esta premisa es «una valiosísima ambición; una aspiración que comporta rectitud de ánimo, integridad en el obrar”, citó la cadena española SER, en su página web.

El ministro de Cultura y Deporte, Miguel Iceta, describió a Cadenas como un hombre “de una ética e integridad radicales, tanto en su andar como en su literatura”.  Iceta hizo un repaso por la biografía del nacido en Barquisimeto, estado Lara, en 1930,  destacando que en su poesía «la palabra y la mirada dan forma a una expresión estética de gran envergadura», algo que se aprecia sobre todo a partir de sus libros Intemperie y Memorial, ambos publicados en 1977.