Maduro puso las cartas sobre la mesa: Desarrollo de Venezuela no depende de los gringos

«Que nadie se deje confundir. Si los gringos quisieran algún día, un diálogo respetuoso, de igual a igual lo haríamos, lo hemos hechos y lo haremos sin problema», manifestó. Foto PP

Bancos Comunales serán reactivados con un fondo de 10 millones de dólares

VEA / Yuleidys Hernández Toledo

No hizo falta que mencionara su nombre, ni tampoco la acción más reciente que el enemigo número 1 de Venezuela ejecutó contra el país; pero el mensaje fue tan claro como el agua, y marcado de patriotismo: No soy chantajeable, no me le rajo a nadie, yo juego con las cartas en la mesa, soy hijo de Bolívar, de Chávez y de este pueblo heroico. Fueron parte de las frases que pronunció el jefe de Estado, Nicolás Maduro, este 27 de febrero, ante miles de hombres y mujeres venezolanas.

Sus declaraciones ocurren un día después que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impusiera sanciones contra la empresa estadounidense Chevron, con el fin de tratar de hacerle daño a la Patria Bolivariana.

Sin mencionar ni una sola vez la más reciente decisión imperial, desde las afueras del Palacio de Miraflores, Caracas, donde recibió a un pueblo movilizado, el mandatario nacional expresó de manera firme y contundente: «Nadie jamás piense que el imperialismo va a ayudar a Venezuela, nunca en la vida. ¿Estamos claro? El único que va a ayudar al pueblo de Venezuela se llama el pueblo de Venezuela, ustedes, nosotros. Nadie vaya a creer que el desarrollo de Venezuela depende de los gringos. Depende del trabajo, la inventiva, la creación y la capacidad hermosa de este pueblo de amar nuestra historia».

De inmediato se dirigió a la juventud venezolana: «Que nadie se deje confundir. Si los gringos quisieran algún día, un diálogo respetuoso, de igual a igual, lo haríamos, lo hemos hechos y lo haremos sin problema; pero si los gringos quieren continuar su camino de apostar al fascismo, a la violencia en Venezuela, a las sanciones, allá ellos. Nosotros seguiríamos en nuestro camino de independencia, soberanía, paz, trabajo, desarrollo, armonía. A buen entendedor, palabras claras».

Tras recibir al pueblo que este jueves marchó por las calles de Caracas para conmemorar 36 años de El Caracazo, la rebelión popular ocurrida el 27 de febrero de 1989 contra el paquetazo neoliberal impuesto por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, quien siguió las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI), Maduro, por la calle del medio exclamó: «Yo no juego con cartas escondidas, no juego con cartas escondidas, juego con cartas sobre la mesa, y por eso siempre ganamos, porque jugamos con la verdad».

Acto seguido hizo mención a la historia bíblica de David y Goliat, que narra como el pastor enfrentó al gigante, armado con una honda y sin espada ni armadura, una narración que es utilizada para describir como un oponente más pequeño puede vencer a uno más grande y fuerte. Maduro argumentó: «Siempre ganamos porque llevamos la fuerza de David, y ¿cuál era la fuerza de David (….) hermanos de Cristo? La fuerza de David era la de Dios y de su pueblo. Y la fuerza de Maduro que es el David del siglo XXI, es la fuerza de Dios y del pueblo bolivariano. A buen entendedor, palabras claras».

Maduro, quien dedicó casi ocho (8) minutos de la hora y 13 minutos que duró el acto, en donde se reivindicó el heroísmo y la valentía del pueblo, manifestó: «¿Cuál era la fuerza de Bolívar, de Sucre, de Urdaneta? ¿Ellos se apoyaban en el Rey de España? ¿Podía el Rey de España darnos la libertad? «Que nadie se llame a engaños, carajo, la libertad no la rogamos, no la pedimos, ¡la conquistamos luchando! ¡La conquistamos con la verdad! ¡La conquistamos con patriotismo, con heroísmo! (….) No nacimos el día de los cobardes, ni de los chantajeables».

«¡No soy chantajeable… Tengo una sola cara, y el que quiera hablar conmigo, (que venga a hablar). Con respeto, con igualdad. ¡Porque soy hijo de Bolívar, de Chávez y de este pueblo heroico! ¡Y no me le rajo a nadie, no me le rindo a nadie y solo obedezco al pueblo soberano de esta Venezuela heroica!, añadió de manera contundente en medio de los aplausos.

Siguió diciendo: «Si no nos conocen, que hagan el intento de conocernos. Por las buenas somos muy buenos, por las malas somos guerreros temibles».

Remató añadiendo: «Si algún día la oligarquía fascista de los apellidos, intentara imponer en Venezuela por la vía del apoyo imperialista y la violencia, un régimen de colonialismo económico o político, lo que hicimos hace 36 años, se multiplicaría por mil. Habría mil 27 de febrero contra la oligarquía, contra el imperialismo y ahora sería un pueblo organizado».

Insistió en que Venezuela conquistó la paz y debe preservarla. «Somos un pueblo de paz. y vamos a defender la paz».

«Así que nosotros, frente a cualquier circunstancia, siempre lo digo: ‘Nervios de acero, calma y cordura’, y máxima movilización y fusión militar-popular-policial siempre (…) Sigamos nuestro rumbo con el Plan de las 7T, el emprendimiento».