¡Rebelión! 27-F cuando el pueblo volvió a marcar la pauta
El 27 de febrero de 1989, once días después que Carlos Andrés Pérez anunciara su paquete económico contra el pueblo, impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el pueblo salió a las calles en diversas ciudades del país para protestar ante las medidas neoliberales.
Venezuela siempre grande. IV Capítulo, entrega XLIII
Yuleidys Hernández Toledo
El 27 de febrero de 1989, once días después que Carlos Andrés Pérez anunciara su paquete económico contra el pueblo, impuesto por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el pueblo salió a las calles en diversas ciudades del país para protestar ante las medidas neoliberales.
Todo comenzó en Guarenas, estado Miranda, donde tuvo lugar una protesta espontánea cuando los usuarios de esa ruta interurbana fueron sorprendidos con un alza de las tarifas del pasaje, que de forma arbitraria superó el 100%. Sumado a ello estuvo el desconocimiento del beneficio estudiantil, que implicaba pagar solo la mitad del pasaje.
Aquella manifestación dejó como saldo vehículos incendiados, centenares de comercios saqueados y un número no determinados de heridos, informaron ese día diversos noticiarios de televisión, y cuyo reporte se puede ver en la red Youtube.
Los medios de comunicación realizaron una amplia cobertura de los hechos y fueron responsabilizados de causar un “efecto dominó” (647).
La protesta se propagó de forma inmediata hacia zonas del área metropolitana de Caracas como Caricuao, El Valle, Nuevo Circo, La Hoyada, Catia y en La Guaira (antes estado Vargas), Maracay (Aragua), Valencia (Carabobo), Barquisimeto (Lara), Mérida (Mérida), Barcelona (Anzoátegui) y Ciudad Guayana (Bolívar). Aquel estallido social se caracterizó por la espontaneidad. Sus acciones no tuvieron un liderazgo visible, ni fueron organizadas por partido o grupo político alguno.
Yulimar Reyes, joven estudiante de Letras en la Universidad Central de Venezuela (UCV), fue la primera asesinada, según los registros del 27-F. Perdió la vida en los pasillos de Parque Central cuando un policía descargó su escopeta de perdigones en la cara y cuello de la joven (648).
Cuando comenzaron las protestas, el presidente Carlos Andrés Pérez, en compañía del ministro de la Secretaría, Reinaldo Figueredo Planchart, realizaba una gira por la Región Occidental, centrada en Barquisimeto. (649).
A medida que pasaba la tarde, aumentaba el número de personas que salían de sus casas espontáneamente para protestar. Todos los comercios cerraron sus puertas. En varios puntos de Caracas se reportaban saqueos a supermercados.
La situación se agudizó con la quema de autobuses. En horas de la tarde, la Policía Metropolitana(PM) recibió instrucciones de reprimir, recordó en 2013 el Partido Socialista Unido de Venezuela(PSUV), a través de su página web.
CAP y el Plan Ávila
En la madrugada del 28 de febrero, CAP, reunido en Consejo de Ministros decidió ejecutar el Plan Ávila, que facultaba a la Guardia Nacional y al Ejército acabar con cualquier revuelta. La responsabilidad de la operación recayó sobre el Comando Estratégico del Ejército(EJ) bajo la dirección del general (Ej) Manuel Heinz Azpúrua, apoyado por el Regional 5 de la GN, Freddy Maya Cardona, laPM, laDisipy laDIM, organismos de seguridad (650).
En horas de la tarde, CAP invocó en cadena de radio y televisión el decreto número 49, que establecía el toque de queda y la suspensión de las garantías. El entonces ministro de la Defensa, Ítalo del Valle Alliegro, leyó ese día el decreto señalado, en vista de que el ministro del Interior, Alejandro Izaguirre, no logró hacerlo durante una transmisión en vivo, presa de los nervios. Los derechos a la libertad de expresión, libertad individual, inviolabilidad de domicilio, derecho a la reunión y a la manifestación pacífica, fueron suspendidos. (651).
A partir de allí arreció la represión de los cuerpos de seguridad contra el pueblo en zonas populares como Petare, La Vega, Catia, El Valle, entre otros.
Cuatro millones de balas disparadas
El 4 de marzo de 1989, el presidente de la República, Carlos Andrés Pérez, al justificar los acontecimientos se refirió al estallido social como un descontento de los pobres contra los ricos. “El estallido popular fue una lección de los pobres contra los ricos y no contra el gobierno”, dijo en declaraciones que reseña el libro Cronología de una implosión.
Aquel año la revista SIC, del Centro Gumilla, publicó lo siguiente: “Durante la semana del 27 el pueblo actuó desarmado. Para él la cuestión no eran los ricos sino las cosas que necesitaba y con las que siempre había soñado y en definitiva la cuestión eran las reglas de juego que no solo lo condenaba en el presente sino que le mataba la esperanza. Los de arriba, sin embargo, a causa de su mala conciencia, se vieron a sí mismos como los enemigos del pueblo, y unos abandonaron inmediatamente el país o al menos pusieron a sus hijos a salvo, y otros se aprestaron militarmente para la autodefensa”, dice el texto que en la actualidad puede ser leído en la página web http://gumilla.org/biblioteca/bases/biblo/texto/SIC1989514_147-150.pdf.
Agrega la publicación: “No hubo, claro está, ningún ataque del pueblo. El ataque vino por la acción combinada de la policía y el Ejército, y el enemigo fue el pueblo. Y los muertos fueron todos del pueblo. Se dispararon más de cuatro millones de balas. Porque el objetivo no era controlar la situación, sino aterrorizar de tal manera a los vencidos que más nunca les quedaran ganas de intentarlo otra vez”.
Cuánta impotencia sufrió Venezuela al ver cómo sus hijos e hijas humildes habían sido masacrados por el régimen de Carlos Andrés Pérez; qué otra cosa se podía esperar de ese ser que durante la tiranía representativa de Rómulo Betancourt como ministro de Interior había promovido y permitido la persecución y los asesinatos contra los dirigentes y líderes de izquierda.
Más de 3 mil personas asesinadas
Según la cifra oficial emanada por el gobierno de entonces, los sucesos de febrero y marzo de 1989 dejaron un saldo de 300 muertos, numerosos lesionados, varios desaparecidos y cuantiosas pérdidas materiales. Aunque aún no se conoce con exactitud la cantidad de personas asesinadas, diversas investigaciones y publicaciones aseveran que las víctimas ascendieron al número de 3 mil.
El 27 de febrero de 2014, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, resaltó que durante El Caracazo hubo “más de 3 mil muertos del pueblo humilde, traicionado en dos siglos por una oligarquía que saqueó la Patria”, destacó en la cuenta @NicolasMaduro.
“En muchos casos las muertes se produjeron porque la policía o el Ejército impidieron el oportuno traslado de los heridos, dejando que se desangraran en la calle. En otros casos, la muerte se produce por disparos que alcanzaron a personas en el interior de sus viviendas, matándolas instantáneamente o hiriéndolas de gravedad (…) A otros heridos se les dio la orden de correr, para luego aplicarles la “ley de fuga”, como en el caso de Juan Alexander Franco, muerto a manos de la Policía Militar, tras ser obligado a correr herido de bala en una pierna” (652).
El gobierno aprovechó el momento de confusión para hacer lo que llamaron una limpieza social, asesinando a indigentes y dirigentes sociales (653).
En medio de este suceso aparecieron fosas comunes como La Peste, en el Cementerio General del Sur(Caracas).
El pueblo no solo fue masacrado por un Estado represor, sino que en el período del 13 de febrero de 1989 al 13 de marzo del mismo año, 10 mil trabajadores fueron despedidos de sus puestos de trabajo. Casi nueve meses después de El Caracazo, el sector industrial reportó que en el período de julio a septiembre, despidió a 65 mil trabajadores debido a la caída de la producción. (654).
El 11 de noviembre de 1999, más de diez años después de los sucesos de El Caracazo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos anunció que sí hubo violación de los derechos humanos, por parte del Estado venezolano.
Aunque los hechos ocurrieron mucho antes de su mandato, el gobierno del Comandante Eterno Hugo Chávez reconoció la responsabilidad del Estado venezolano y en el año 2006, a través del Ministerio de Interior y Justicia, anunció mecanismos para indemnizar también a las víctimas que no fueron acogidas por la sentencia de la Corte Interamericana (655).
Venezuela aún sufre por los hijos e hijas que perdió producto de la represión de Carlos Andrés Pérez, su cuerpo represor y sus aliados, la burguesía y el empresariado inescrupuloso que solo quería seguir llenándose los bolsillos con el paquete neoliberal.
647-655 Maniglia Teresa y Carvajal Ingrid. Cronología de una implosión. La década final de la IV República. Minci. Segunda edición, 2011. Páginas 64-69. https://bit.ly/3butqRo.
Aquí puedes leer las cuarenta y dos entregas anteriores del capítulo IV.
Betancourt da inicio a la dictadura representativa con su régimen. https://bit.ly/2Dsjuec
Betancourt viola la Constitución y su régimen asesina a Livia Gouverneur (II). https://bit.ly/2DqQYth
Comienza la lucha armada ante el baño de sangre que causa Betancourt (III). https://bit.ly/31aQqA2
Fabricio Ojeda se suma a la lucha armada (IV). https://bit.ly/3i1k1CE
Betancourt, el presidente que ayudó a agredir a la Revolución Cubana (V). https://bit.ly/310CucN
El nacimiento de la OPEP por el impulso de Juan Pablo Pérez Alfonzo (VI). https://bit.ly/2E9NgEC
Ante la represión de Betancourt nacen las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (VII). https://bit.ly/2CxaWTb
Raúl Leoni, otro adeco que continúa la represión e incluye la figura de la desaparición (VIII). https://bit.ly/3iMX4DA
Allanamiento de la UCV y la desaparición de Víctor Soto Rojas (IX). https://bit.ly/3kSXLNu
Alberto Lovera, uno de los mártires de las desapariciones y crímenes de Leoni (X). https://bit.ly/312uAQ8
Los campamentos antiguerrilleros, centros de torturas y represión (XI). https://bit.ly/3122EMl
Las torturas y los asesinatos reinaron en los campos antiguerrilleros (XII). https://bit.ly/2Y6QfFj
En el Palacio Blanco, frente a Miraflores, régimen de Leoni asesinó a Fabricio Ojeda (XIII). https://bit.ly/3gabMmJ
EEUU, la CIA y su presencia en la política de terror contra los comunistas en los 60 (XIV). https://bit.ly/3kS3fIj
Campesinos y campesinas, otras víctimas de los gobiernos adecos en los 60 (XV). https://bit.ly/34nDj1z
Digepol y el SIFA, los cuerpos represores de los adecos en los ’60 (XVI). https://bit.ly/31hvwAv
El Acuerdo de Ginebra y la defensa del Esequibo (XVII). https://bit.ly/34oVOCX
Rafael Caldera, de Copei, asume la Presidencia y comienza el bipartidismo (XVIII). https://bit.ly/2Yp159N
Igual que Leoni, Caldera también allanó la UCV y arremetió contra los estudiantes (XIX). https://bit.ly/2QjGWxe
Rafael Caldera, el católico que gobernó “apoyado” con represión y torturas (XX). https://bit.ly/3bkxPq1
“La pacificación” en medio de la sangre y el fuego del régimen de Caldera (XXI). https://bit.ly/3gGt4bl
Caldera persigue a los estudiantes, desde Barinas, una esperanza llega a la Academia Militar (XXII). https://bit.ly/3gGtSwT
En los ’70 sigue la colonización y dependencia de Venezuela del imperialismo gringo (XXIII). https://bit.ly/3ltKfAr
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Carlos Andrés Pérez, el ministro represor de Betancourt, gana la presidencia (XXV). https://bit.ly/3gG6YWg
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CAP y la farsa nacionalización del hierro (XXVII). https://bit.ly/2RgoFS4
La “nacionalización” del petróleo, otra farsa de Carlos Andrés Pérez (XXVIII). https://bit.ly/2GQO7eX
Fedecámaras, el mejor aliado de CAP en sus planes contra el país (XXIX). https://bit.ly/2FknApz
Jorge Rodríguez, el hombre que enfrentó al régimen de CAP (XXX). https://bit.ly/2ZtKPVg
Régimen de Carlos Andrés Pérez asesina a Jorge Rodríguez (XXXI). https://bit.ly/3myHTRf
Terroristas aliados de CAP volaron avión de Cubana de Aviación (XXXII). https://bit.ly/33LLRgT
El decadente final del I régimen de CAP y el triunfo de Luis Herrera Campíns (XXXIII). https://bit.ly/33HVTj1
Luis Herrera Campíns: De recibir un “país hipotecado” a agudizar la crisis (XXXIV). https://bit.ly/2ZRfNag
La corrupción en la época de CAP absuelta en el gobierno de Luis Herrera Campíns (XXXV).https://bit.ly/3kxom1P
Régimen de Luis Herrera Campíns masacró en Cantaura a 23 jóvenes por pensar distinto (XXXVI).https://bit.ly/3ccEDX3
Fuga de divisas y corrupción entre las causas del “Viernes Negro” en 1983 (XXXVII). https://bit.ly/3ldhsPp
Jaime Lusinchi llega a la Presidencia y con él se agrava la corrupción y los problemas del país (XXXVIII). https://bit.ly/3la4guG
Las políticas neoliberales de Lusinchi, la corrupción y abuso de poder de Blanca Ibáñez (XXXIX). https://bit.ly/3la5k1L
Régimen de Lusinchi también masacró al pueblo: En Yumare y El Amparo (XL). https://bit.ly/3ju849G
Lusinchi y su persecución contra los medios de comunicación (XLI). https://bit.ly/3nbZGy3
En 1989, CAP regresó a la presidencia con un paquete neoliberal contra el pueblo (XLII). https://bit.ly/33nZ2pa